Rosa Negra

Capítulo 33

El doctor se sentía decepcionado, por fin había descubierto algo inusual, algo que con palabras no se podía describir y si se lo contaba a alguien no le iban a creer. Miro al soldado que caminaba a su lado y suspiro desde adentro, tenía que encontrar una forma de acercarse al rubio sin que nadie se diera cuenta.

-El príncipe Uchiha está agradecido por tus servicios -

El anciano asintió despreocupado y pidió con una voz llena de astucia -Si está agradecido, no quiero que me pague, me gustaría seguir viendo al muchacho hasta que se aliviane –

-Se lo haré saber al príncipe -

El doctor sonrió y siguió caminando sin preocuparse por nada. Cuando estaba a punto de llegar a su hogar, sintió algo clavándose en su pecho, miro hacia abajo, encontrándose con la causa de su dolor.

Una espada se clavo en su pecho.

-Lo siento, pero nadie debe de saberlo – el soldado sacó la espada sin titubear.

El doctor no pudo articular palabra alguna y cayó en un charco llenó de sangre.

-Desháganse del cuerpo -

Varios hombres con máscaras salieron de las sombras y obedecieron las órdenes del soldado.

- Que sanguinario... me gusta -

El soldado hizo caso omiso a la voz burlona de un chico y decidió regresar a su puesto.

-¿A dónde vas, mi querido amigo?, estoy hablando contigo – tomo su hombro -No te vayas, tengo algo importante que decirte -

-¿Qué quieres? -

El chico rubio lo rodeo, paseando su dedo índice en el pecho del soldado, cuando lo evaluó se sintió satisfecho y sacó de su bolsillo un pergamino.

-¡Sorpresa!-

El soldado alzo una ceja -¿Y esto es?-

El rubio suspiro – Esto es lo que mando Jiraiya al clan Sabaku, creo que será algo interesante para el príncipe -

El soldado lo tomo y lo guardo dentro de su armadura – Sigue trabajando arduamente – palmeo la espalda del rubio y se apartó de él.

-No eres nada divertido –

El soldado no respondió y siguió con su camino. Lo habían entrenado de esa forma, no podía dejar que sus emociones se reflejaran en su rostro, cuando supo la muerte de su abuelo, no lloro, pero si sintió dolor.

Comprendía perfectamente el odio que sentía el rubio, él lo llego a sentir y por esa razón decidió reclutarse en el clan Uchiha para tomar venganza. Pero cuando se dio cuenta que los hermanos Uchihas no pensaban como su padre, decidió probar las aguas y estar a su servicio.

-"Vamos a cambiar las reglas del juego"- esas fueron las palabras de Itachi –"No quiero que los demás clanes se arrodillen en un solo clan, quiero tener las mismas ideales que tuvo el clan Namikaze"-

Su primer movimiento de Itachi fue crear una organización secreta llamada "Akatsuki" eran jóvenes habilidosos e inteligentes, eran capaces de todo. Fugaku Uchiha no sabía nada sobre ellos y eso era lo mejor.

El segundo movimiento fue las "Prostitutas" todos los días esas mujeres ponían afrodisiaco en el té del rey para que no se detuviera, hasta que recibieran ordenes de Itachi. Eran excelentes ladronas y buscaban información confidencial de la boca del rey.

El soldado estuvo sorprendido al principio, pero poco a poco se acostumbró. Ahora el tercer movimiento era convencer a los dos clanes Sabaku y Nara a unirse a ellos para derrocar finalmente al rey y Naruto Namikaze era una pieza clave que los ayudara.

Después de todo el clan Sabaku Y Nara todavía guardaban un profundo cariño al clan Namikaze y estaba seguro de que se sentirían felices al saber que el príncipe Namikaze está vivo.

El soldado detuvo sus pensamientos al llegar a la puerta de su casa.

Aclaro su garganta y llamo -Majestad-

No recibió respuesta.

Alzo la mano y golpeo la puerta con sus nudillos - ¿Majestad? -

Pasaron varias horas en lo que la puerta se abrió. Sasuke salió medio desnudo, su pecho estaba al descubierto revelando un camino de varios puntos rojos y su cabello normalmente peinado, estaba hecho un desastre.

-¿Qué quieres? – preguntó con voz ronca.

El soldado se quedó sin habla -......-

Sasuke cerró los ojos y se froto el cuello tratando de no perder los estribos.

-¿Qué?¿Deidara te corto la lengua?-

El soldado tosió varias veces antes de responder -Pudieron interferir el mensaje de Jiraiya – saco el pergamino de su armadura y se lo entrego al azabache.

Sasuke miro el pergamino, lo desenrollo y empezó a leer en voz baja.

Jiraiya escribió sobre que el príncipe Namikaze estaba vivo y pedía que lo protegieran hasta que encontrara una manera de salir de esta, no quería una guerra o algo que perjudicara al clan Sabaku. Sus palabras sonaban tan desesperadas que algunas letras no eran entendibles.

- ¿Dónde está? -

-En el palacio Uchiha, bajo la protección de Itachi -

El azabache asintió, enrollo de nuevo el pedazo de papel y lo lanzó hacia el soldado. Konohamaru lo atrapo por reflejo y miro al príncipe algo confundido.

-Quiero que lo quemes y lleves el mensaje que ya teniamos preparado –

El soldado alzo una ceja -¿Llevar? ¿Acaso usted...? –

El Uchiha asintió.

-¿Se separara de él? ¿Por qué? -

Sasuke suspiro y respondió con una voz suave – Había dicho en mi mente que si Naruto no estuviera embarazado se iba a quedar a mi lado, pero ahora las circunstancias son diferentes. Él está esperando a mi hijo, cuando todos vean que su panza este creciendo, muchas personas del palacio Uchiha no dudaran en tenerlo y yo no puedo deshacerme de ellos, no hasta que tenga suficiente poder. Así que lo único que puedo hacer, es esconderlo con personas de confianza -

El soldado se sorprendió de sus palabras, nunca creyó que el azabache estuviera tan enamorado, como para dejarlo ir.  Lo comprendió perfectamente y decidió llevar a cabo sus órdenes.

-No se preocupe, no lo defraudare –

-Protegelo con tu vida–

El soldado asintió - Lo haré majestad, conseguiré una carreta, lo más pronto posible –

-Dile a mi hermano que suelte a Jiraiya, estoy seguro que se sentirá mejor acompañado de alguien más -

-Si majestad.... me gustaría pedir algo antes de que me vaya-

-Habla-

-Por favor, quiero que mi habitación este limpio cuando regrese-