Capítulo 19

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Sasuke lloro toda la noche por segunda vez en sus brazos. Naruto acariciaba su espalda y susurraba palabras que lo consolara.

El azabache se sentía seguro en sus brazos y no quería separarse de el, pero si no volvían antes del amanecer iban a causar problemas.

- Regresemos- se separó lentamente de él.

Naruto asintió.

Los dos dieron su último adiós a la tumba de Mikoto y regresaron al castillo por el mismo camino.

La nieve empezó a caer de nuevo. El frío invadió todo su cuerpo y empezó a temblar. Sasuke se percató de su estado y lo abrazó de los hombros, acercandolo a su cuerpo.

Naruto no se quejó, necesitaba algo de calor en su cuerpo.

Cuando llegaron al Castillo se separaron. La noche ya habia llegado y hacia más frío que en el día.

-Regresa, no quiero que te congeles.-

Naruto asintió y se cruzó de brazos. Había pasado todo el día con el Uchiha y tenía miedo de que sus nuevos amigos lo criticaran o de que surgieran rumores, sabiendo lo que circulaba.

-Por cierto, me gustaría preguntarte algo-

Sasuke abrió la puerta de su habitación y se percató de que no hubiera nadie -Está bien, dime-

El rubio empezo a ponerse nervioso -Bueno, hace tiempo me dijiste que no amas a Sakura ¿Puedo saber quién te gusta?-

El azabache lo miro extraño, sus ojos negros brillaban intensamente como si su pregunta hubiera despertado algo en él.

- ¿Sasuke? -

- Todavia no puedo decirtelo -

Naruto alzo una ceja.- ¿Eh?.-

-Descansa- Sasuke golpeó su sombrero suavemente y entró a la habitación sin decir más.

- Raro, muy raro - Naruto suspiró y decidió ir a su habitación.

Lamentablemente tenía que pasar delante de la pintura, así que corrió sin mirarla y se metió a su habitación. Se quito el sombrero y su Kimono para poder dormir cómodo.

"Todavía no te lo puedo decir"-¿Qué quiso decir con eso?- dio varias vueltas en el futón tratando de buscar respuestas, hasta que quedó dormido por el cansancio.

Al día siguiente, amaneció el Castillo cubierto completo de nieve. Varios sirvientes se encontraban afuera limpiando la nieve hasta que el patio quedará completamente libre.

Naruto se miro en el espejo para acomodar sus cabellos para que no se saliera del sombrero. Salió de la habitación seguro y camino hasta el almacén donde estaba la mayoria.

-Nuestro querido Príncipe se casará- dijo una mujer de cabellos negros- ¿No creen que es extraño que el menor se case primero?-

La mayoría asintió.

- Bueno, por lo que escuche no le conviene que su hijo mayor se casé, es el que esta haciendo todo-

-Es cierto, pobre muchacho solo es utilizado como mercancia-

-!Si siguen hablando disparates, no les vuelvo a cocinar!-

Decidieron guardar silencio.

El rubio miro a la anciana que se encontraba molesta, le agradaba de que hubiera alguien que defendiera al azabache y se dispuso a comer con alegría.

Hoy le tocó trabajar junto con sus compañeros, se pusieron a limpiar el lugar donde se celebraría la boda. Varios colgaron lazos rojos y otros se pusieron a limpiar la nieve.

Saluden a la princesa heredera!- una voz grito desde afuera y la puerta de la sala se abrió.

Sakura entró junto con su séquito. Se veía hermosa con ese kimono color rosado y su cabello recogido.

Los dos cruzaron miradas. La sonrisa de Sakura se borro y lo cambio por uno de disgusto.

-La princesa Haruno, ensayara sus votos nupciales y su camino al altar-

Los sirvientes asintieron y decidieron retirarse. Naruto dejo la escoba con la que estaba barriendo y decidió irse.

-Espera, me gustaría que tu te quedaras-

Naruto la miró -¿Estás segura? -

Sakura sonrió - Claro, antes trabajabas para mi y somos amigos ¿No?-

El rubio no supo que responder.

Sakura miro al sirviente que estaba a su lado y dijo -El me ayudará, tu retirate  -

-Si, princesa- el sirviente inclinó la cabeza y se retiró.

La peli rosada lo miro - Bien, acercate y ayudame -

"¿Qué está tramando?" Aún así decidió obedecer y se puso a su lado.

Una mujer de gran busto suspiro - Bien, ensayamos-

Al parecer la mujer era una nueva maestra y le enseñaba a Sakura como caminar elegantemente en el día de su boda y el al parecer iba ser la persona que entregaba los anillos.

El ensayo duro horas y Sakura lo miraba cada minuto  sonriendo con satisfacción.

"¿Por que me mira así?" Pensó.

Poco a poco el sol se fue escondiendo y empezaba a hacer frío.

-Tienes que soportar el frío en el dia de tu boda- le dijo la maestra a Sakura- Así que continuemos-

.- Si, Tsunade-sama.-

Naruto miro a la maestra, el nombre de Tsunade lo había escuchado antes de Jiraiya, le había contado que era una amiga suya de la infancia.

-Tsunade- su nombre escapó de sus labios sin querer.

Tsunade lo miro -¿Si?-

-Oh, es que su nombre lo había escuchado de mi padre-

-¿Tu padre?-

Sakura respondió -El es Menma, el hijo del maestro Jiraiya-

-Oh, es un gusto-

Tsunade estrecho su mano -Jiraiya me hablo de ti-

-Y el de usted-

Tsunade sonrió -Espero que cosas buenas-

-No lo dude-

Sakura carraspeo -Lamentó interrumpir, pero tenemos que continuar-

-Oh es cierto, tenemos que continuar -

Pero antes de que empezarán, la puerta del salón se abrió y el azabache entraba junto con dos soldados.

Automáticamente inclinaron la cabeza ante su precensia.

-¡¿Qué haces aquí?!.-

Naruto levantó la mirada, topandose con los ojos negros de su amigo. Su pregunta estaba dirigido a el y al parecer no estaba nada contento.











Rosa NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora