Capítulo 39

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En la oscuridad, las luces de cada habitación se extinguieron gradualmente mientras que en la habitación del príncipe Uchiha brillaba intensamente.

Itachi estaba sentado, mirando fríamente a una sirvienta, vestida de azul, arrodillada debajo.

-¿Mi padre mato a las prostitutas que mandamos?-

Esa voz fría como el hielo, chocando con el corazón de la sirvienta y helándola por todas partes. Sus labios temblaron mientras ella respondía presionada por el poder. -Si...Majestad-

Itachi suspiro y después rio fríamente.

La sirvienta levanto la cabeza instintivamente, aturdida mientras miraba al príncipe. Nunca lo había escuchado reír de esa manera.

Dejo de reír y miro a la sirvienta, esta bajo la mirada rápidamente.

-Traigan a la mujer -

Cuando dio esa orden, dos soldados entraron con una mujer arrastrando sus piernas. Su cara estaba algo golpeada y su cabello estaba maltratado, hasta había manchas negras que tenían un olor desagradable.

La mujer estaba tan asustada que no se atrevió a moverse, ni mirar al príncipe que estaba delante de ella.

Itachi le dedico una mirada su imprudencia. Apenas era una mirada, sin embargo, la sirvienta sentía que esa chica ya había caído en la desgracia.

-Sirvienta de la familia Haruno, se atrevió a drogar a mi hermano por orden de Sakura y de Kizashi Haruno, ¿Verdad? -

La mujer solo podía mover la cabeza.

La sirvienta la miro aturdida, no podía creer que la familia Haruno se atreviera a tanto como para drogar al hermano del príncipe.

Itachi bebió el té sin prisas, suspiró y entrecerró los ojos, y dijo amablemente -Si quieres salvar a tu familia o tu cuello, vas a entregar a tu amo -

La mujer asintió con la cabeza -Lo hare, lo hare, pero no me lastimen -

Itachi sonrió -Bien, báñenla y curen sus heridas, cuando estés lista iras con mi padre a decirle que tu amo, fue el que tuvo la idea de mandar a las prostitutas y le mostraras la botella de jengibre -

La mujer alzo la mirada – No me pasara nada ¿Verdad? -

-No te pasara nada, te lo prometo -

La voz del príncipe era suave y no transmitía emociones, pero aún le daba a la gente la sensación de poder y fe.

La mujer hizo una mueca, parecido a una sonrisa y se dejo a arrastrar por los soldados.

-Tú también, retírate y descansa -

La sirvienta se inclinó y salió de la habitación.

Después de que la sirvienta se fue, Itachi sostuvo la taza de té en su mano y fríamente resoplo cuando pensó en el informe. Con un estallido de fuerza, aventó la taza a la pared, haciéndose añicos.

No podía fallar, no podía rendirse fácilmente, antes de que su madre muriera, prometió deshacerse del reino de su padre y lo cumpliría pase lo que pase. Después de todo su padre, amaba el poder y que otros se arrodillaran en su presencia, pero hasta el mismo castillo se podía destruir. Iba a derribar los muros poco a poco, hasta que no quedara ningún cimiento.

-Majestad -

Escucho la voz de un sirviente, fuera de la habitación.

-¿Qué sucede? –

-El príncipe Uchiha, salió hace unos días y me dijo que no se preocupara volvería antes de la ejecución-

Itachi no respondió y solo soltó un suspiro. Su hermano si que estaba tan enamorado como para irse a otro reino.

-Esta bien, haz lo posible para que nadie más se de cuenta -

-Si, Majestad -

Cuando ya no escucho más, decidió descansar, mañana sería un día muy pesado. Apagó las velas con su aliento, dejando la habitación oscura.

*******

Tuvo una pesadilla. Naruto se volvió hacia un lado y se sentó al borde de la cama, con una mirada complicada. Había soñado inesperadamente con la familia Uchiha. Sasuke estaba tirado en el suelo con una herida grave en el pecho y el estaba a su lado tratando de detener la hemorragia. Sus mismos gritos le dieron un escalofrío en la espalda y las gotas de sudor empapaban la vestimenta de dormir. Tenía miedo, no quería que esas cosas sucedieran y que solo fuera un sueño nada más.

Ese sueño hizo que Naruto se sintiera con pánico. Como era de esperar, fue por esa sombra que deslumbro hoy. El rubio frunció el ceño y miro atentamente la ventana de la habitación.

De repente, la vista frente a sus ojos oscureció, una sombra apareció frente a él. Naruto se alejo por instinto, pero esa sombra se acerco y no le dio la oportunidad de tomar algo con que defenderse.

Su corazón comenzó a latir con miedo y quiso gritar, pero antes de que pudiera hacer un sonido, algo cálido y húmedo cubrió sus labios.

Naruto abrió los ojos, aturdido. Pero lo que estaba frente a él era un par de ojos negros y profundos.

Este par de ojos los conocía perfectamente, ¡El bastardo de Sasuke!

Tan sorprendido estaba, que dejo de luchar y Sasuke felizmente lo beso. Siguiendo el pequeño espacio entre sus labios, se abrió camino en su boca que le pareció bien mientras retiraba la fragancia de allí. Empujo al rubio suavemente a la cama sin dejar de besarlo.

-Mm-

El rubio se dejo llevar. Sus manos se engancharon alrededor del cuello del azabache y su cabeza inclinada para permitir que el Uchiha invadiera su boca activamente.

-Aahh-

No sabía si era por el embarazo, pero su cuerpo estaba tan sensible. Sentía un calor adueñarse en todo su ser y su parte inferior del cuerpo comenzó a hincharse. Naruto se movió con impaciencia y se frotaba. Su ropa inconscientemente se deslizaba por su hombro, exponiendo una gran cantidad de piel atractiva en su pecho.

Como si sintiera la impaciencia del rubio, Sasuke dejó sus labios, su mirada fue atraída por su pecho expuesto.

-Yo también te extrañe, cariño – extendió su palma y acaricio la piel desnuda frente a él.

Naruto dio un pequeño salto y su cuerpo se animo de placer. La sensibilidad de su cuerpo lo estaba avergonzado.

Sasuke se animo y pellizco sus pezones suavemente.

El rubio jadeo fuertemente para respirar, sus ojos azules estaban lleno de anhelo y esta apariencia complació al Uchiha. Se inclino felizmente y planto un beso en sus labios.

-Quiero que esta noche, seas mío de nuevo-

La voz clara y fría tenía una extraña atracción, sintiéndose débil ante sus palabras. Lo extrañaba demasiado, ya habían pasado tres semanas desde que se vieron por última vez.

-Por favor, hazme tuyo, hazme sentir tu anhelo de no tenerme -

La mirada de Sasuke se oscureció de placer.




Rosa NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora