Vete por favor

Capítulo 29

Luego de hablar un rato más con Emily ella le informó que su madre estaba por llegar así que se marcharon.

—No fue tan difícil ¿cierto? —cuestiona la pelirroja, quien ve divertida por la ventana. Beca no sabe de qué se ríe, parece que el paisaje fuese muy entretenido pero la verdad son solo árboles. ¿Qué de divertido pueden tener?

—No, no lo fue. Emily es una buena chica y planeo hacer que nuestros padres paguen por no decirnos antes —su vista está en la carretera y la de Chloe pasa de ver al paisaje a ver a su novia.

—¿Qué es lo que tienes en mente? —pregunta sería.

—No te contaré hasta que me digas de que te reías hace unos segundos —la verdad, aún no tiene una idea clara, el fin de semana se acerca y lo único que sabe es que lo pasará con su hermana.

—No me reía de nada —miente lo cual es muy obvio porque es muy mala mentirosa, comienza a reír otra vez esta vez sin poderse contener.

—Ya dime —ruega ella.

—Esta bien. Es que se me hace muy divertido que mi chica ruda esté emocionada por conocer y pasar tiempo con su hermana —la castaña desvía su mirada para encontrarse con la de la pelirroja y le da un suave golpe en el hombro.

—¡Ay! ¿Porque me golpeas? —pregunta inocente.

—Te estás riendo por mi sentimientos, eres una mala novia —llegan a casa, la dj estaciona y observa a su novia.

—No soy mala, la verdad es que soy muy buena en algunas cosas y eso porque veo como lo disfrutas —la castaña siente sus mejilla arder, no podría estar más sonrojada.

La observa con una mirada pícara en su rostro que rápidamente Chloe nota.

—Que mal pensada, yo hablaba de mi comida, siempre veo como la disfrutas. Me refería a que soy buena cocinando —la pelirroja baja del auto y ella la sigue —Que enferma eres —dice riendo.

—¿Yo soy la enferma? Cualquiera que te conozca se da cuenta de que eres una pervertida —entran y Beca se dirige a la cocina.

—Pero así te gusto —ella toma una de las manzanas que están sobre la mesa. Chloe la abraza por la espalda y coloca su cabeza sobre su hombro.

—Así me gustas y te amo —esas palabras se escapan de su boca, no está segura de sí lo ha dicho antes pero esta vez comprende la magnitud de sentimientos en una palabra tan pequeña.

Chloe la gira y la observa a los ojos, una lágrima se le escapa a la castaña, la pelirroja pasa su manos acariciándole la mejilla —Yo también te amo. —Y sin perder tiempo funde sus labios en un tierno y largo beso. Es despacio y dulce.

—Me haces muy feliz Becs —su novia le responde con otro beso.

—Y tú a mí —ese momento es tan tierno que cualquiera que las veas odiaría a la persona que las interrumpe. Pues un teléfono comienza a sonar.

Chloe es la primera en revisar el suyo pero el móvil que suena es el de su novia.

—Disculpa —se aleja lo suficiente como para sacarlo de su bolsillo y contesta.

—¿Diga?

—Oye la mejor parte de un trabajo es trabajar. No puedes irte cuando quieras —es la voz de Staice, la amiga sexi.

—Lo siento yo...

— No te preocupes solo juego. Pero esta noche si necesito que trabajes.

—Ahí estaré —afirma con seguridad.