Vete por favor

Capítulo 37 /final.

—Bumper, te ves muy herido —comenta el señor Mitchell, mientras ve la cara de dolor del pobre chico —Te llevaré a un hospital y a ti también Beca, un médico debe revisarlos.

—Ya he dicho que no es necesario —protesta la ahora herida Dj.

—Creo que es buena idea —interviene Chloe.

El señor Mitchell asiente, por más que los dos chicos protestan diciendo que solo desean ir a casa de igual forma son llevados al hospital.

Estaciona y los observa con dolor en su mirada, de cierto modo se culpa por ser el adulto que no pudo protegerlos. Él no tiene ni la menor idea de que aquel hombre se suicidó frente a ellos dejando una imagen que será difícil de olvidar, pero seguramente cuando se entere ese sentimiento aumentará, haciendo que el peso de la decepción caiga sobre sus hombros.

—Vamos —Max es el primero en bajar. Bumper camina adelante, y Beca y su novia detrás.

Beca no siente que necesite a un médico, hace unos minutos si sufría demasiado, pero no de dolor físico más bien sufría por el hecho de pensar que Chloe se alejaría, que la perdería para siempre, pero cuando la vio ahí aun existiendo, es como si todo en ella reviviese.

La belleza de Chloe complementa la torpeza de Beca.

Entran al hospital y rápidamente un médico se acerca a ellos.

—¿Qué ha pasado? —cuestiona el chico de bata blanca que comienza a observar cada una de las heridas de Bumper.

—Un accidente —se limita a contestar. —Ella también necesita ayuda.

—Me llamo Samuel, acompáñenme por favor —el chico indica que los sigan a un lugar donde pueda observarlos y a la vez curarlos a ambos.

Después de cuarenta y siete minutos para ser exactos, Samuel se acerca al señor Mitchell, quien está en el pasillo esperando que acaben de una vez.

—Ya hemos desinfectados las heridas, Bumper tiene un brazo roto, pero ya lo hemos inmovilizado para que no le duela más, también un golpe en la cabeza que no requiere de puntadas. En cambio su hija solo tiene heridas superficiales, nada grave —el joven médico le entrega una hoja —Esta es la receta médica que les hemos dado. Es solo para el dolor.

Beca y Bumper aparecen a la vista. Como ha dicho Samuel, el joven que salvo a la dj tiene el brazo derecho inmóvil contra su pecho, atado con una venda que pasa por hombro.

Los chicos firman unos papeles y luego salen dispuestos a volver a la tranquilidad de sus hogares.

Suben al auto en los mismos lugares en que venían y vuelven en silencio a casa.

Al llegar lo primero que notan es a la rubia de ojos azules frente a la puerta principal  caminando de un lado a otro, con la mirada fija en el suelo y sus manos sobre sus caderas.

El señor Mitchell ni se ha estacionado, cuando  Chloe ya se ha transportado hasta quedar frente a su mejor amiga y luego envolverla en un fuerte abrazo.

—¡Chloe! Estaba más que preocupada —dice Aubrey con palabras muy sinceras.

—Lo lamento, debía hacerlo. Sino, no sé qué le habría pasado a Beca —la pelirroja quiere explicar más pero ella la detiene.

—No debes darme explicaciones, lo importante es que estás aquí —la vuelve a abrazar disfrutando de la cercanía y la calidez de sus sentimientos.

Entran a la casa pero no todos ya que Aubrey deja que los demás pasen y detiene a Beca al tomarla del brazo por lo cual ésta hace una mueca por sus heridas que se esparcen por todo el cuerpo.