Capítulo 33

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—Em... —llama la dj. Después de que le contó todo, su hermana simplemente guardó silencio y ahora está preocupada de lo que pueda estar pensando.

"Seguro piensa: Mi nueva hermana ha perdido la cabeza, quizás deba conseguirme otra familia"

—Bien, ¿me estás diciendo que eres la novia de una chica fantasma y que la única razón por la que la puedo ver, es porque anoche tomé ese líquido que me lo permite? —Emily está sería, más de lo que jamás su hermana la ha visto.

—Si...

—¡Increíble! Debo contarle a Cami y a Drake. No me lo podrán creer. ¿Tienes más de ese líquido? Mis mejores amigos también deben ver fantasmas —su emoción es algo que ella no esperaba.

Beca creyó que quizás se molestaría o creería que está loca, pero al parecer es todo lo contrario. Esta niña es impredecible.

—No, no puedes decirle a nadie más. Se suponía que debía ser un secreto pero ya una gran cantidad de personas lo sabe y eso es malo —explica deteniéndose frente al instituto. —Promete que no le dirás a nadie.

Emily parece decepcionada, pero asiente. La mayor toma la mochila de la pequeña que está en el asiento trasero y se la pasa.

—Lo prometo. Lo que sea por mi hermana. —abre la puerta para bajar. —Tu novia es muy sexi. —Besa la mejilla de su hermana mayor y baja del auto.

A Beca no le gusta mucho el acercamiento pero se alegra de tener una hermana. Lo único que le molesta un poco ahora, es el hecho de estar repitiendo las mismas palabras. Ojalá su novia no fuese un fantasma y así no tendría que estar dando explicaciones. Pero con tal de estar con Chloe, no le importaría que fuese un alíen, igual lucharía y haría lo que sea necesario para tenerla a su lado.

Ella se dirige a la cafetería pues es lunes y aunque no lo quiera debe ir a trabajar. 

(...)

Ya han pasado dos días, hoy es miércoles y todo parece estar yendo bien. Beca hizo su rutina diaria. Llevó a Emily al instituto, ya que se ha estado quedando en la habitación de visitas, luego fue a trabajar y Chloe apareció en la cafetería para pasar un buen rato con ella, y con las chicas.

—Cariño, iré a casa. —La pelirroja parece un poco agotada.

—¿Está todo bien? ¿Te has peleado con alguna de las chicas? —el rostro de Chloe no es exactamente alegría como todos los días y para su novia eso es muy extraño ya que no es para nada usual.

—Si, solo bueno como lo explico... —ella no encuentra las palabras correctas ya que ni siquiera ella misma sabe lo que le pasa. Jamás se había sentido así.

—Ven, vamos a un lugar más privado —la guía hasta los baños de chicas, comprueba que no haya nadie en el interior y asegura la puerta. —Ahora sí, dime lo qué pasa.

—Es que no lo sé. Nunca me ha pasado —la castaña frunce el ceño. Es un fantasma, lo único que puede estar mal son sus sentimientos, pues no hay forma de que su cuerpo le cause molestias.

—Vamos Chlo,  no me asustes.

–Es que no sé cómo explicarlo, me he sentido rara. Mi cuerpo por momentos —ella guarda silencio —siento un pequeño hormigueo. No se supone que deba sentirlo. ¿Lo entiendes?  —¿Qué puede significar eso?

¿Porque ahora debe sentirse así?

Una idea muy alocada, y a la vez muy absurda llega a su mente.

"¿Se estará volviendo humana?"

Pero rápidamente lo saca de sus pensamientos, eso suena muy bobo, no hay forma de que un fantasma vuelva a ser humano. Se supone que su única función es aterrorizar a los demás. Pero ese no es el caso de la pelirroja, al menos no ahora, en estos días su única prioridad es el amor que siente por su novia. No hay nada más.

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