Capítulo 37.

3.8K 61 1
                                    

Capítulo 37. Let the cat out of the bag.

Estabamos el uno frente al otro. Y entonces lo supe. Nunca me había sentido así con nadie. Antes no me había tratado como un objeto, sino como una posesión. Y eso no era malo, siempre que fuera en los dos sentidos. Y por qué mentir, me volvía completamente loca.

Enterré las manos en su cuello, y me subí a horcajadas encima de él. Incliné mi cabeza. Él movió los labios, tentándome a hacerlo. A ser dos. A mantener una relación. Así que le besé, sin pensar en las consecuencias.

Esta vez fue mucho más intenso. Esta vez sí que significaba algo. Esta vez significaba una relación. Con Carlos. Solo dos días después de conocerle... Era incréible. Pero habían sucedido demasiadas cosas como para quejarme.

Sus manos se entrelazaron en mi pelo, pero rápidamente descendieron hasta mi cintura. Introduje mis brazos por debajo de su camiseta. Era realmente perfecto... por una vez. Sus músculos estaban tensos, duros, lo que me proporcionó una sensación reconfortante. Él metió las manos en mi espalda, y me acarició, haciéndome cosquillas, pero proporcionandome una sensación calurosa a lo largo de toda su extensión.

-Vale, Bianca. Deberíamos parar. Porque si sigues besándome... creo... que no podré contr...

Le cerré la boca con mis labios. Otra vez más, no me importaban las consecuencias. Ya no. Su forma de besar hacía que lograra olvidarme de todo. Empezó a acariciarme la parte superior de las piernas con una mano, y yo me estremecí. Había perdido todo el control de mis acciones.

Me tumbé encima de él, sólo dejándome caer desde la posición en la que estaba. Me apetecía abrazarle, besarle. Más lo último, no quería dejar de besarle. Pero nada más, y eso era un problema. Él subió sus manos hasta la esquina inferior de mi short, cerca de mi ropa interior.

-Eh. Para un segundo, Carlos. ¿Podemos solo besarnos? No estoy preparada...

No hicieron falta más explicaciones, porque bajo la mano, y volvió a tocarme la espalda, relajadamente. Yo no sabía cuándo iba a estar preparada, pero ese no era ni el momento ni el lugar para estarlo. Y quería pensar aún si deseaba que fuera con Carlos. Debía conocerle más.

-Tranquila.

Se separó un tanto de mí, y me levantó con cuidado. Luego me sentó encima de sus rodillas, y me besó en el cuello, dejándome una marca.

-Puedo esperarte, pero no me lo pongas tan díficil. Veamos, tengo a Marta, a Claudia, a Kathy, a Laura, a Sandra...

Le pegué una bofetada suave. Sonreí a sus labios, y él me miró sonriendo. Su ironía... era desesperante.

-Bueno, bueno... Entonces, supongo que yo tendré a Daniel, y a cualquier otro que encuentre también, ¿no? Es más, ya le he echado el ojo a un rubio...

Era mentira, pero su cara se tornó algo enfadada... Me reí descontroladamente, hasta que me calló con los dedos. Oh. Quería seguir besándole.

Solo un paso.Where stories live. Discover now