Capítulo 51.

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Capítulo 51. Ey, I can't love you.

Le miré sorprendida, pero sonreí. Porque me habían gustado las ocurrencias de aquel chico. Y puede que me cayera bien en el futuro. De hecho, ya me caía bastante bien. Tenía una sonrisa preciosa, eso era seguro. Y me sentía algo mal por reconocerlo, pero era un hecho.

-Me llamo Bianca. Y por cierto, tengo novio. Pero me pensaré tu propuesta.

Sonrió nuevamente, y me dio dos besos. Yo me quede atónita, ese no era el lugar... Porque todos nos estaban mirado, menos Bonnie, que no prestaba atención. Menos mal que el profesor estaba entretenido terminando de escribir no sé qué en la pizarra.

Axel miró detrás de nosotros, y hizo un gesto con la cabeza. Todos dejaron de atender a nuestros actos. ¿Qué había hecho? ¿Tan solo un gesto le había hecho falta?

-Con eso me vale.

McArtheny dejó de escribir, y miré la pizarra. Bah, solo eran las colocaciones con las que estaríamos el resto del curso en la clase, que permanecían tal y como estabamos situados ahora. Debajo había una nota que ponía que el cambio de sitio sería justificado por la falta de atención a la clase. Pasado unos minutos, nos hizo una seña para que nos levantaramos.

-Atender. Los que tengáis ahora Biología, debéis ir a la clase de enfrente, la 11B; los de Filosofía, a la 9B, y los de Física a la 8A. Ya podeis marcharos.

El chico que estaba a mi lado me agarró del brazo, para retenerme un segundo. Me miraba sonriente. ¿Qué quería decirme? Teníamos cinco minutos, pero no podría permitirme llegar tarde también a la siguiente clase.

-¿Qué te toca? A mí Física. Digo, por si quieres que me siente también a tu lado.

Rió por lo bajo, y me soltó. Yo sonreí, pero negue con la cabeza rápidamente. La verdad, no me hubiera importado ir con Axel a otra clase. Al menos así me hubiera asegurado de que ningún subnormal se sentaba a mi lado. Pero bueno, mientras que no fuera Daniel me conformaba.

-Qué va, me toca Filosofía.

Me alejé lentamente, guiñándole un ojo. ¿Por qué actuaba así? Sabía que tenía novio, pero había algo en él que no me permitía comportarme de otra manera. Me caía bastante bien, por lo que había visto hasta ahora.

Salí del aula, y suspiré al ver que Daniel no me estaba esperando. No sabía por qué, pero esperaba que lo hiciera. Menos mal que no era como Carlos. Caminé lentamente hasta la 9B. No estaba muy lejos, pero si en la otra parte del pasillo. en la que estaban los números impares.

La puerta estaba abierta, y todavía no habían llegado muchos, incluido el profesor. Solo habían dos o tres chicas sentadas al fondo de la clase, charlando abiertamente. Me fijé en el aula; era más pequeña que la clase de antes. Entré para sentarme en un pupitre; también de dos; alejado de la mesa del profesor, en la cuarta fila. Los asientos estaban más juntos, así que se veía perfectamente la pizarra.

Los alumnos fueron entrando. Ya no estaban ni Daniel, ni Bonnie. Pero sí Eve, que me miró con asco, y se sentó delante mía. No le di importancia, porque ya no la tenía. Miré la clase, y ya estaba mucho más llena que la anterior. Y aún faltaban minutos. No comprendía que tanta gente hubiera elegido esa asignatura. Yo no la hubiera elegido si hubiera tenido la oportunidad, pero era la única que se me daba bien de todas las que aún no estaban completas cuando me inscribí.

El profesor entró, y hizo amago de cerrar la puerta. Pero no pudo, porque justo cuando iba a dejarla cerrada del todo, esta cedió porque un alumno llamó. Joder, hasta el uniforme le quedaba bien... no podía creermelo.

-Adelante. Pase, por favor. Justo a tiempo, como siempre.

El alumno sonrió, miró con sus ojos miel, y entró lentamente, directo a sentarse a mi lado. Oh. Eso no iba a ser bueno, ya lo había dicho antes. Consideraba Filosofía como asignatura para Septiembre. Genial.

-Hola, preciosa.

Cuando el profesor se giró, me dió un pequeño beso en los labios. Vale. Debo reconocer que me gustó, pero no estuvo bien. Me alegré de que Eve no se hubiera girado hacia nosotros, porque no sabía sin ni tan siquiera había visto a Carlos al entrar.

-Eres tonto.

Le aparté la cara suavemente, y le dí un pequeño golpe indoloro en el brazo. Me gustaba. Me gustaba mucho. Y era el único capaz de desconcentrarme.

Solo un paso.Kde žijí příběhy. Začni objevovat