Capítulo 57.

3.5K 51 0
                                    

Capítulo 57. Good girls gone bad.

Espera, ¿le había dicho que le quería? Dios, esa palabra no entraba en mi vocabulario. La verdad es que no había tenido muchas relaciones, pero nunca había pronunciado esa expresión para nadie. Carlos era... distinto, era especial. Sí, no sabía que era exactamente lo que sentía por él. ¿Atracción? Más que eso. ¿Amor? Buff, palabra demasiado grande.

Pensé en lo que acababa de pasar. No parecía haber oído esas horripilantes palabras; o simplemente había decidido ignorarlas. Bueno, daba igual. Carlos me miraba con expresión seria. ¿Lo había conseguido? ¿Tan fácil? Era el chico más guapo de todo el internado, y probablemente de más lugares. El más deseado, solo hacía falta ver a las demás chicas quedándose embobadas mirándole. Pero también era una persona increíble, y eso me lo había demostrado en tan solo tres días.

-Escúchame. Que hayamos dejado de salir no me impide hacer esto, pero aún así no estamos juntos. Solo quiero que aceptes mis normas.

Me cogió de la cintura, y me atrajó hacia él. Sus manos me producían sensaciones más fuertes incluso que las de los días anteriores. ¿Aceptaba? Oh. Claro que aceptaba. Aceptaba que tuvieramos algo, fuese lo que fuese. Pero no aceptaría compartirlo.

-¿Estarás... con otras?

Me acercó mucho más a él. Solo nos separaban unos centímetros. Dios, me moría por besarle. Me mordí el labio, y sonreí, esperando su respuesta; aunque con algo de miedo a que fuera positiva.

-Quiero que seamos abiertos, Bianca. Que nadie se entere de esto si aceptas hacerlo. Me encantas, pero no pienso permitir que los demás digan cosas que te afecten directamente. Escucha, lo esconderemos. Nadie sabrá nada, porque habrá terceras personas. No tendrás más problemas por mi culpa.

No, no soportaría tener que compartirle. No creía que fuera capaz de verle besando a otra chica, que no fuera yo. No podría simplemente evitar tener celos de las otras, porque él era mío. ¡Joder! ¡Lo había arruinado todo! No podía pensar con claridad.

-No quiero... que salgas con otras. No soportaría verte besando a otras, Carlos. Eres muy importante para mí. Y yo no quiero salir con otros.

Me cogió en vuelo con los brazos, y me subió a su mesa de laboratorio. Me daba igual cuánto faltase para la siguiente clase, quería quedarme con él el tiempo que hiciera falta. Ya no me miraba serio, sino un tanto divertido.

Se acercó a mí, y dejó sus labios otra vez a centímetros de los míos. Oh, no. Otra prueba no. No era necesaria, sabía que caería una vez más. Estaba empezando a coger adicción a su forma de tratarme. A su forma cínica de hablar. A su atractivo, y a su increible encanto. Era perfecto.

-Escuchame bien. Yo si que no soportaré que beses a Axel o a Daniel delante de mí. Bueno, de hecho no creo que soporte verte besar a nadie. Veras como te lo explico, esos labios son míos. Así que no tientes a la suerte. Y yo, sin embargo, de acuerdo, no puedes atar a un psicópata manipulador, pequeña. Y creo que ya hemos hablado demasiado.

Lo que me había dicho me hizo soltar una carcajada, aunque estaba un poco molesta porque no había sabido entender la última parte. ¿Conocía a Axel? ¿Cómo lo sabía? ¿Eso era un sí, o un no?

Se mordió el labio, y me besó rápidamente. Otra vez con furia, con prisa. Añoraba tanto esa sensación que no pude evitar abrazarme a él fuertemente. Oh, no, no podría compartirle. Esas sensaciones eran solo mías. Nadie se merecía el privilegio de tenerle.

-Eres mío.

Sus manos empezaron a subir por debajo de mi polo, frenéticamente. Y yo hice lo mismo por su espalda. Mientras, mi falda se subió un tanto, pero yo lo ignoré. Él no, y puso la mano derecha en mi pierna, y me empezó a acariciar. Yo le agarre del pelo, para atraerle más hacia mí. Y ahí empezó la verdadera guerra.

-Eres mía.

Solo un paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora