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 Este día ha sido agotador y aún falta asistir en la separación de los siameses onfalópagos. La intervención se retrasó por un problema eléctrico que atraviesa la Torre 2 del hospital. De inmediato, me dirijo al cuarto de adjuntos (de descanso) para cobrar mi premio sobre la Dra. Johansson. La mujer que descontrola mis pasiones.

 Los internos llevan trabajando setenta y dos horas, y envista del retraso para la intervención del Dr. Ceballos les daré el día libre para que hagan otras cosas.

 —La jornada de trabajo ha sido fuerte, y entiendo que también tengan vida social, por eso les proporcionaré libre lo que resta de la semana para que recobren fuerzas.

 —Era justo —musitó la Dra. Anny González.

 —Creen que no me doy cuenta de que están cansado y muy agotados.
!Claro que los entiendo!, también pasé por lo mismo, pero todo esto les servirá de mucha ayuda cuando sean adjuntos y tengan que tomar las decisiones sin ser supervisados, ya que la vida de otra persona dependerá de las decisiones que ustedes tomen. Por eso deben esforzarse al máximo para darlo todo sin reservas por la salud de los pacientes.

 Luego de haber dicho aquello, los tontos internos se lanzan sobre mí abrasándome en señal de alegría.

 Uno dice—. Lo amamos Dr. Henry.
Otro también expresa lo mismo.

 —Dejen sus cursilerías.
Los espero en cinco minutos, abajo, no quiero que ninguno se quede en el hospital. Los custodiaré hasta la salida.

 —¡Qué cosa esta! Yo que quería participar en la cirugía de los siameses onfalópagos —le dijo el Dr. Juan Jaramillo a sus demás colegas.

 —Yo, lo que más lamento, es que no podré verme con el Dr. Ceballos en la oficina —explicó la Dra. Anny Gonzalez a mis internos.

 —¡Qué zorra ere! —le dijo la Dra. Claribel Liriano.

 Los internos van caminando, pero no se dan cuenta que voy tras ellos.

 —Los estoy escuchando, no olviden bajar en cinco minutos y ya van tres —al escuchar mi voz salen de prisa.

 Bajo de inmediatopara hablar con el señor Patricio. Le doy la orden, de que hasta que no sea lunesno le permita la entrada a ninguno de mis internos. No los quiero en elhospital porque el Dr. Ceballos dio una orden, que nadie podía trabajar más de veintey cuatro horas seguidas, y ellos ya han superado ese tiempo.    

    

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Anatomía de HENRYWhere stories live. Discover now