XIV

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 Mis internos tienen prohibido acercarse a los quirófanos debido a lo que aconteció con la paciente Natalia Deciline y su criatura, la junta directiva se vio obligada a tomar esta decisión por la presión que hice al no permitirles que le quitaran la licencia a la Dra. Lissette Rebeca, entiendo que como estoy a su cargo debo responder por sus acciones. Por eso todos los días, cada una hora se les entrega un caso clínico a mis internos para que de manera conjunta realicen el mejor diagnóstico y de esa manera probarle a la Junta Directiva del Hospital que siguen estando capacitados para atender a los pacientes y seguir con su preparación para ser cirujanos del Hospital Central Universitario de Santiago (HOCUS).

 La ausencia de mis internos me ha causado un resquemor irreconocible desde que me enviaron a los nuevos internos que son tan patéticos y altaneros, al parecer no les costó ganarse el título, en vista de que sus padres le llevaron todo a la boca, el único que se puede sacar de entre ellos, que se esfuerza con tenacidad es el Dr. Yoneidy González, hermano de la Dra. Anny González, los otros son como el cero a la izquierda están pero ni se sabe para qué.

 —¿Alguno de ustedes me podría mencionar cinco síntomas del SII? —pregunté hace un minuto y ninguno responden.

 —¿De casualidad ustedes saben qué es el SII? —volví a preguntar.

 Pues vamos a esperar al Dr. González, al parecer es el único de su grupo capaz de responder una pregunta tan básica, ¿a qué fueron ustedes a la universidad? Porque si era para colgarles el título a sus padres, dan pena—. Les dije en aquel momento, muy incomodo y decepcionado, al parecer ellos creen que lidian con animales y se le olvida que la vida de una persona puede estar en sus manos.

 —Dr. González háblenos de los síntomas de la SII —le dije, mientras me sentaba a escucharle delante del paciente.

 —Bueno... el SII, se trata, por lo general, de una afección crónica que acompaña al paciente a lo largo de su vida, unas veces con síntomas leves que no precisan acudir al médico y otras representan un importante trastorno en su vida. Los síntomas principales son la presencia de dolor o malestar abdominal que alivia con la defecación, acompañado de hinchazón abdominal fluctuante, junto con la combinación de alteraciones en el patrón de evacuación.

 —A eso le llamo estudiar para la vida, se dan cuenta que ser médico no es lucir una bata blanca, es querer superarse a uno mismo y darlo todo por la mejoría del paciente —les dije a los internos.

 —Otros síntomas que lo constituye son las alteraciones en el ritmo intestinal y los cambios en la forma y consistencia de las heces, y los pacientes en los que predomina la diarrea suelen presentar heces blandas, semilíquidas o acuosas, con una frecuencia de 3 a 6 deposiciones diarias, emitidas con carácter de urgencia —explicó la Dra. Johansson mi novia, cuando entró a ver al paciente, el cual es su mejor amigo.

 —¿Cómo te sientes hoy? —le preguntó ella al paciente.

—Mejor... sé que estoy en las mejores manos. Tu futuro esposo es todo un maestro de la medicina y por como enseña no cualquiera entra en su quirófano —le explicó el paciente, JJ, a mi novia la Dra. Scarlentt.

 —No me digas que acabas de presenciar una de sus maneras tan ortodoxa de decir la verdad.

 —No la creo ortodoxa, es más bien, una manera de que la vida de los pacientes tenga los menores riesgos posible, o a caso olvidas cuántos médicos incompetentes hay en los hospitales.

 —No lo olvido, recuerda que por un simple hipo en urgencias, murió mi madre —dijo delante de los internos la Dra. Johansson, llevándose al paciente para hacerle unos estudios, mientras yo llevo a los nuevos internos a estudiar con mis internos de cuna, que podrían ser cualquier cosa, pero nunca malos médicos en ejercicio.

 Estos internos no han entendido ni siquiera los síntomas que no son compatibles con el síndrome del intestino irritable (SII) los cuales indican la posible presencia de una patología orgánica; presencia de síntomas agudos, puesto que el síndrome del intestino irritable se define por la cronicidad, síntomas progresivos, síntomas nocturnos, anorexia (falta de apetito) marcada, fiebre, sangrado rectal, diarrea indolora, esteatorrea, intolerancia a la lactosa y la fructosa, entre otras no menos importante, las cuales deben saber diferenciar como médicos de urgencias y cirujanos potenciales.



 ¡Narra la Dra. Scarlett Johannson!

 Las enfermeras observan al Dr. Henry quitarse el uniforme azul en la sala A de urgencias, pues este está cubierto de sangre tras haber atendido a un paciente que llegó a traumatología y fue enviado al quirófano 4 para ser intervenido por la Dra. Melissa Solano, cirujana ortopeda.

 El Dr. Charles Henry tiene un abdomen muy palpable, a pesar de que es un hombre normal, tiene una belleza encantadora marcada por su masculinidad, ojos color café, es mestizo, de cabello castaño con canas muy sexy, su barba es lo que lo hace verse maduro físicamente, y su dentadura es tan blanca que reluce cada vez que abre su boca. Él padece el síndrome de Anne Hathaway, el cual muy pocas personas en el mundo lo sufren, desde que el Dr. Tom Henry su hijo lo renombró dos años después de que se graduó con honores en la Universidad de Cambridge en la especialidad de neuropsiquiatría como su padre. El síndrome se caracteriza en que la persona que lo padece no envejece y parece su físico haberse quedado colgado en el tiempo, pues su padre aunque tiene treinta y ocho años, sigue pareciendo de veinte y uno como la actriz por la cual se nombró el síndrome.

 El Dr. Charles Henry realizó una historia médica completa, un examen físico y estudios de laboratorios específicos, que pueden ayudar a establecer un diagnostico del síndrome del intestino irritable en la mayoría de los pacientes. Aunque actualmente existen debates abiertos entre dos estrategias para llevar al diagnóstico positivo de SII, como lo son el diagnóstico basado en síntomas compatibles y el diagnóstico por exclusión de cualquier patología orgánica.

 En vista de lo anterior el Dr. Henry recogió una completa historia clínica del paciente, en la cual incluyó: la edad (debido a que la probabilidad de padecer una dolencia orgánica aumenta a partir de los cincuenta años, lo que puede justificar la necesidad de llevar a cabo exploraciones especificas para asegurar la ausencia de una patología potencialmente grave, ejemplo un cáncer de colon), el sexo del paciente, ya que en las mujeres se ve más probable que las causas de los síntomas obedezcan a un SII.

 Nunca debe faltar la comprobación de los antecedentes familiares de cáncer de colon, enfermedad inflamatoria intestinal (EII) o enfermedad celíaca, presencia de síntomas característicos del SII, presencia de los denominados síntomas y signos de alarma, los cuales hacen sospechar una causa orgánica, que incluye principalmente: pérdida de peso importante, no explicable por otra causa, fiebre persistente, comienzo de los síntomas a partir de los cincuenta años, presencia de sangre en las heces, anemia ferropénica, sin contar que esta es una de las enfermedades más difíciles de diagnosticar.

 Cabe destacar que la mitad de los pacientes con SII permanecen estables y no modifican el patrón de los síntomas predominantes, y el otro 50% puede cambiar por un patrón a otro. ''No existe una mayor tasa de mortalidad en los pacientes de SII, en comparación con la observada en la población general. Sin embargo, la calidad de vida puede deteriorarse gravemente, llegando a niveles iguales o peores que los observados en otras enfermedades de curso crónico (como el reflujo gastroesofágico, la diabetes, la insuficiencia renal crónica, la depresión o la artritis reumatoide), debido a las importantes repercusiones físicas, emocionales, sociales y económicas que ocasionan las molestias del paciente''.

 Algunos informessugieren un aumento en el riesgo de suicidio, así como la necesidad de diversascirugías insuficientemente justificadas, en los pacientes con síndrome deintestino irritable. Luego de terminar con ese paciente me fui a casa paraesperar al Dr. Henry con mi nueva lencería.



Nota: Muchas gracias por tanto apoyo, sin ustedes esto no sería posible. Los casos clínicos son reales y autorizados por la revista, que está en la descripción de la historia. No olvides comentar. Máximo Corporán

Anatomía de HENRYWhere stories live. Discover now