XXVI

17 0 0
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Sólo el médico y el dramaturgo gozan del raro privilegio de cobrar las desazones que nos dan.
Santiago Ramón Y Cajal





 He visitado otros hospitales para ver si la realidad supera a la ficción, y es muy cierto, el jodido gobierno no está proveyendo las ayudas necesarias para que los centros de salud estén en las condiciones óptimas para tratar a los pacientes, especialmente a los de la clase pobre. Es increíble que en el país los hospitales públicos sean tan pocos. Y no solo los pocos, sino que el gobierno se jacta de hacer propaganda inaugurando "Hospitales" para que al final se conviertan en centros privados, donde a los pobres no se les permite la entrada a menos que sea para trabajar en el departamento de mayordomía, es inexcusable que los mismos que dicen que los hospitales están bien equipados son los primeros en ir a una clínica privada, para ser asistidos con todos los lujos que les roban a los ignorantes que salen a votar por su mediocridad latente.

 Al llegar al Hospital Virgen de la Altagracia observo a una madre que trae entre sus brazos a una pequeña con hidrocefalia, mi impotencia aumentó cuando en urgencias, los internos no reaccionaban ante el colapso de la niña, que presenta incontinencia urinaria e incontinencia intestinal, sumándole fiebre alta y perdida del conocimiento.

 —¿Quién se hace cargo?
—¡Somos internos! —contestó un joven, nervioso y que por poco se orina en los pantalones.
—Hagan algo, la van a dejar morir —gritaba la madre, desconsolada.
—Piensen doctores, ¿qué debemos hacer? No hay tiempo—. Continuaba diciendo.
—Traigan el carro rojo —le gritó la Dra. Rohanna a las enfermeras.

 Pusimos la niña en una camilla, mientras tratábamos de reanimarla. Tras veinte minutos de reanimación, ordené—. Tú encárgate de buscar al Dr. Andújar para que me autorice entrar al quirófano y pídele que me envié a su mejor interno para que se encargue de preparar a la paciente de la cama dos/uno y la prepare para una TC y toma las llave de mi auto para que lo estaciones enfrente del hospital, y luego busca al jefe y dile que acaba de llegar el Dr. Charles Henry, y que lo necesito para hablar sobre la fusión que este hospital hará con la Clínica Green White, no te demores, te estaré esperando en el quirófano para que seas quien perfore el cráneo de esta paciente.

 El interno se marcha y nos subimos al ascensor, éste se detiene por unos cinco minutos dejándonos a oscura por un fallo eléctrico.
—Mantengan la calma —les decía a todos los que allí estábamos.
Sabía que no había mucho que hacer y debía tomar una decisión rápida o la paciente moriría antes de llegar al quirófano. Por lo que opté por abrir una incisión en lado izquierdo del tórax.

 Necesito luz, saquen sus celulares y alumbren el pecho de la niña—.
La sangre brota de sus entrañas y nos ensucia.
—¡Oh por Dios! ¡Mis tacones! —exclamó una tonta interna.
—Enserio doctora... Le importan más sus patéticos tacones que la vida de una niña.
—No Dr. Charles.
—A usted al parecer no le enseñaron modales, así que tome mi posición e introduzca su mano y realice pequeños movimientos con su mano para mantener el corazón latiendo.
—No puedo hacer eso—volvió a exclamar.
—Claro que puedes... Aunque eres una princesita, eso no quiere decir que no seas capaz de mantener un corazón latiendo. Ven aquí rápido y hazlo.

 Salimos del ascensor y caminamos lo más rápido posible hacia el quirófano.
—Dr. Henry necesitará ayuda —me preguntó el Dr. Andújar.
—Necesitaremos un cirujano cardiotorácico, lo más pronto posible, así que ve a prepararte.

 La paciente ya está en postoperatorio, y los internos no hacen más que hablar de lo que ha acontecido hoy en el hospital y de las cosas que aprendieron, y ya hay algunos que quieren entrar al proyecto de internos del Hospital Central Universitario de Santiago (HOCUS) para aprender de mi equipo de cirujanos.

Anatomía de HENRYWhere stories live. Discover now