Siete Males [Saga Siete #2]

La Llegada de Eileen Crossbow

Capítulo 1

NATHANIEL DARKNESS POV

Eileen regresaba luego de dos meses fuera en algún lugar de sur américa siendo explotada o algo así, Mysti no quiso dar muchos detalles. Sinceramente tenía curiosidad de lo que estaría haciendo Eileen.

—¿Por qué tanto escándalo por la llegada de Eileen? —Inquirí sin moverme mucho de mi puesto. Todos estaban en la Mansión de Mysti decorando todo, además por lo que sabría vendría mucha gente y Eileen diría cosas...Si fuera Mysti no dejaría que ella abriera la boca. Aunque no soy nadie para hablar con respecto a bocas flojas, admito que he formado escándalos por mis comentarios caprichosos e infantiles, obviamente no madure en dos meses, aun me falta madurar y dejar de creer que todo se dará por que yo lo diga.

—¿Cómo estará? —Se preguntó Elena a sí misma. Permanecía junto a mí, creo que me había vuelto más cercano a Elena, era fácil estar con ella y ella no me veía con recelo como Alyda o Derek. Eso era bueno.

—Volviendo loca a Elsa, eso te lo aseguro—Se rio Brett jugando con varios globos color vino.

—¡Brett, los globos! —Se enojó Freya quitándole los globos pero estos se estallaron. Freya gruño y se fue pisando fuerte para seguir decorando.

—Elena, Alyda te solicita en la cocina—Apareció Derek con su caminar de pingüino, como siempre me dedico una mirada acusadora como si esperara que me encendiera en llamas e incendiara a casa o algo salido de una película de terror.

—¡Hey, Derek!, ¿Cómo te va, hermano? —Lo saludo Brett con un golpe en el brazo de modo fraternal, Derek vio esto mal y se acomodó la manga de su saco blanco. Ese chico debería de intentar con algo azul o gris por lo menos. Una vez vi su closet, no hay nada que no sea blanco, Mamá y Freya de seguro se escandalarían si lo vieran.

—Brett, no soy tu hermano—Le respondió Derek. Brett se rio y se encogió de hombros.

—Está bien, está bien, colega—sonrió Brett Saltando el sofá y desapareciendo entre los mayordomos y Criadas que arreglaban todo con suma delicadeza.

—¡Nyan, ven! —Me llamo mi hermana. Me hice el sordo y simplemente le preste atención al techo. Mmm...Tenia mosaicos que contaban la Batalla Roja. La batalla más sangrienta del mundo sobrenatural entre Vampiros y Demonios, esas si eran guerras, no estupideces de juegos como la que se supone que está pasando o no ha pasado. No la viví pero mi padre está muy orgulloso de su Victoria, aunque no fue definitiva, claro, si le digo eso me tira al infierno.

—¡Nyan! —Me grito mi hermana en la cara.

—Desaparece—Espete

—¿No vas ayudar? —Pregunto frunciendo el ceño. La empuje levemente y seguí admirando los mosaicos del techo, uno donde un vampiro tenía una corona, El último rey sangre pura de los vampiros asesinado por la propia mano de mi padre. La historia era simplemente fascinante, cada dato lo volvía todo más impresionante.

—No, Freya. —Me queje

—La latosa de tu novia está invitada—Se burló Freya largándose. Me levante inmediatamente y me dirigí al mayordomo que tenía la lista de invitados.

—Elimínala, bórrala, quema ese nombre a menos que quieras seguir con vida—Amenace al mayordomo quien se dedicó a asentí con terror, este con las manos temblorosas desapareció el nombre. —Gracias.

Elena era una buena influencia hasta las gracias decía ahora, mi madre está muy orgullosa. El balance que tenía estaba más estable, la mitad Demonio y la Mitad de Ángel, Yo no querría ser ninguno. Me gustaría ser humano, haber tenido padres normales que me atendieran y haber estudiado para ser Historiador. Aunque me tocaría empezar a ir a la escuela durante este año, sería la primera vez en una escuela y sin demostrarlo de verdad quería ir y después ir a la universidad y hacer una vida humana o al menos cumplir las metas que tenía. No quería ser un Príncipe.

Me pase el resto del día moviéndome por toda la casa para evitar tener que decorar. Entrada la noche ya todos estábamos vestidos de gala y todo estaba listo para la llegada de los invitados y de Eileen.

—¡Nyan! —Se quejó Freya acomodándome una hebra de cabello. ¿Por qué se quejaba tanto?, había dejado que me cortara el cabello, el cual tenía hasta la barbilla ahora lo tenía por encima de las orejas. No me quejaba porque ya no me molestaba tener el cabello en los ojos o que Brett dijera que era de mujer.

Las personas, si se le pueden llamar así a la bola de asesinos sobrenaturales que cruzaron la puerta fue más de la que yo tenía pensada.

Muy entrada la noche, Apareció Mysti, se posiciono en el anfiteatro que habían armado y sonrió.

—Me complace decir que nuestra Delecti, Eileen Crossbow está de regreso—Anuncio Mysti. Las puertas se abrieron y mostraron a una chica de cabello castaño lacio y largo, ojos grises y piel bronceada, postura recta y cuerpo atlético. Definitivamente esa no era la Eileen de Cabello morado, piel pálida, mala postura y sin forma, bueno al menos mantenía los ojos grises. Eileen llevaba un vestido Negro, era un vestido, no sé qué más decir, ¡Soy hombre!, pero como hombre opino que se ve muy bien en ese vestido.

Eileen camino de una manera muy elegante y sensual para ser la misma Eileen de hace dos meses. Subió al anfiteatro.

—¡Lo sé!, ¿Quién diablos es esa?, me veo tan sexy que ni yo me lo creo. Y si, puede que haya cambiado la imagen que veían pero sigo siendo yo, solo que con ideas más claras y...Solo quería presumir que ya tengo mis poderes, en parte, bueno, no tantos, ¡Pero tengo!.

—Ah y algo más...Eh, se me perdió un anillo allá fuera, es redondo y tiene...—Eileen iba a decir pero Mysti la hecho discretamente.

—Tan divertida, Eileen—Sonrió incomoda Mysti. 

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¡He regresado!