De como el amor lo arruina todo.

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Eileen había estado inquieta.

La Delecti se la pasaba entrando y saliendo de su habitación a buscar comida o simplemente a echar una mirada, para después desaparecer de nuevo en su cuarto durante muchas horas. Amara había intentado hablar con ella pero Eileen mostraba siempre prisa por regresar a su cuarto. Me imagine que estaría practicando sus nuevos poderes, pero me lleve una enorme sorpresa al descubrir que no era así.

Una noche después de que todos estuvieran encerrados en sus cuartos, me quede en la estancia mirando la ventana con aire distraído. Escuche alguien hablar en voz baja y gire para ver a Eileen con un libro en su mano y un vaso de agua en la otra. Me acerque a una velocidad rápida pero sigilosa. Ella dio un respingo cuando sintió mi respiración a un lado de su cara.

—¿Qué estas leyendo? —Pregunte. Sonreí un poco, Eileen se veía muy asustada. Hasta mis oídos llegaban los latidos acelerados de su corazón. Ella voto el aire retenido y me volteo a ver, llevándose una mano al corazón.

—Casi me matas del susto—Se quejó Eileen. La castaña implemento un tono bajo y enojado. Mire el libro en su mano, la mire y se notaba lo bastante distraída para arrebatárselo, así que lo hice. Ella chillo indignada y trato de quitármelo, pero lo alce sobre su cabeza. —Nathaniel, esto no es divertido, devuélvelo.

—No hasta que me digas que te traes—Dije. Sacudí un poco el libro, haciendo amagues de bajarlo para ver los divertido saltos que hacia Eileen. —No soy Misty, y siempre me has contado todo antes que a los demás, ¿O me equivoco?

Eileen me miro ceñuda. Se cruzó de brazos y tras pensarlo unos segundos, suspiro.

—Está bien, te lo contare—Admitió. Ella me pidió el libro, me negué.

—No soy idiota, me cuentas primero y después te lo regreso. —Negocie. Ella abrió un poco la boca, impresionada por haber deducido tan fácil su plan.

—Bien, sígueme—Pidió—Te advierto que esta noche no dormirás. Te a tendrás a las consecuencias de tus actos.

La seguí hasta su cuarto, ella me hizo entrar muy rápido y cerró la puerta con seguro. Mire su cuarto, habían libros y papeles por todos lados. Me acerque a su escritorio, donde su laptop estaba abierta en un blog de ocultismo. Voltee a ver a Eileen con intriga, ella estaba buscando algo entre una pila de libros que tenía en su cama, hasta que lo encontró y se acercó a mí.

—He estado estudiando sobre la guerra del tipo con nombre de elemento de la tabla periódica y he descubierto muchas cosas, que solucionaran lo que está pasando hoy en día—Revelo Eileen. Ella me guio hasta la pared frontal de su cuarto que estaba llena de fotos y papeles con datos conectados con hilos de colores. —Paladio era un dios Arcaico, es del grupo de Dioses Naturalis, son ciento dieciocho Dioses que pertenecen a este grupo. Y Al parecer él está muerto desde 1913, Fue asesinado por un Arconte con una espada de material desconocido, este Arconte se encargó de que nadie se enterara de su muerte y busco un reemplazo, alguien que se pudiera hacer pasar por el dios. Un idiota enamorado que chantajeo con la propuesta de un mundo donde otras razas no se sintieran mejor que otra...Ese, fue el Miedo. Él se hizo pasar por Paladio.

Vaya, eso sí es interesante, quien lo diría. Absolutamente impresionante. Mire a Eileen con interés, ¿Cómo había descubierto todo esto? Nadie en el mundo sobrenatural sabía eso y ahora salía ella con toda esta historia. Volví a mirar a la pared. Había una foto de un hombre, pálido, que usaba delineador y vestía de negro, abajo se leía: 'El miedo'. Su foto estaba conectada con la foto de otro hombre, este se veía uno o dos años mayor, con cabello rubio platinado y ojos azules eléctricos, me recordó un poco al azul de los ojos de mi padre. Bajo su foto estaba escrito: 'Ion, el Arconte'. Del otro lado de la foto del miedo estaba la foto de Kristal, la Ex-Delecti. Los tres se unían con un hilo rosado.

Siete Males [Saga Siete #2]Onde histórias criam vida. Descubra agora