Quien se venga después de la victoria es indigno de vencer.

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Capítulo 9

En la base del consejo estaban todos los demás, más Elena, la cual al parecer no había sido secuestrada solo había seguido a los demás hasta este lugar.

—¿Qué esta pasando? —Exigió Eileen apenas entro en la sala donde se encontraban, Mysti, Alexander, Amara, los siete y otros personajes del consejo.

—Los Ex­-Delectis, se han revelado—Informo Alexander mirando en su Tablet—Y están invocando criaturas extintas, además de estar causando estragos en todos lados.

Alexander tomo la imagen de la Tablet y el proyecto en la pared, en la pared se vio como en una ciudad oriental pasaban por los cielos extrañas criaturas de fuego y eran anunciadas por un noticiero humano. La imagen cambio y se vio la ciudad de Boston sufriendo hendiduras en las calles de donde salía una especie de lava negra, también era reportado por un noticiero humano. Las siguientes imágenes mostraban hechos inexplicables para los humanos en diferentes ciudades del mundo.

—Están llegando demasiado lejos, están rompiendo la pared del mundo sobrenatural y lo están dejando expuesto—Hablo Mysti

—Los humanos alegan el fin de los tiempos—Comento Alexander leyendo en su Tablet.

— También nos hemos enterado que son los que implantaron los Pecados en ustedes—Informo Mysti

—En sí, ¿Cuáles Ex Delectis? —Pregunto Amara.

—Krystal Lacunza, Kharl Vanak, Iridesa Warren, Minzy Iley, Finn, Hermes Hurtado y Abdón.

La proyección dejo de reproducir noticieros humanos para mostrar siete fotos, la primera de una mujer joven, con bronceado y cabello castaño largo, con grandes ojos cafés y un lunar debajo de su ojo izquierdo, se veía de lo más normal, ella era la personificación del Valor.

El siguiente hombre era un hombre mayor, hasta se veía más viejo que mi padre, tenía el cabello negro hacia atrás con algunos mechones de canas blancas, ojos grises apagados y un semblante aburrido, había sido un conde de los demonios, una vez lo había visto hablando con mi padre.

La siguiente parecía una chica de nuestra edad, aunque se veía un poco más joven, tal vez en los dieciséis o quinces. En la foto se veía enojada, era morena con el cabello rizado y de un extraño café rojizo, su cara se veía inocente pero su mirada decía todo lo contrario, que se puede esperar de una hija de Bellum, dios de la guerra con el que ya nos habíamos cruzado anteriormente.

La otra mujer era Minzy Iley, un Ángel caído que poseía el cabello blanco e increíbles ojos Dorados, de ella se conocía muy poco.

Finn, el vampiro más temido de los tiempos modernos, un ruso rubio de que casi alcanzaba los dos metros y con los ojos azules y brillantes que según decían halaban hasta a los más valientes. Mi padre había dicho que era patético.

El que seguía era Hermes Hurtado, un humano con Dones el cual era todo un charlatán, astuto e inteligente. Él tenía el cabello castaño oscuro cortado a los lados y largo arriba, con algunos mechones en su cara, tenía en su cara la sombra de una barba y sus ojos eran claros y brillantes, el había sido uno de los amores de Freya. Mire de soslayo la expresión de Freya y no le quitaba el ojo de encima a la foto de este, Recordé los días que lloro Freya cuando padre le negó que se casara con Hermes, habían sido ocho Días en los que me la tuve que aguantar, al final Hermes desapareció y mi hermana se resignó.

El ultimo era Abdón, un Incubo, su padre era amigo del mío por lo que lo veía seguido en casa. El poseía el cabello negro azulado y ojos de un Azul oscuro extraño, solo los Íncubos poseían en sus ojos colores para nada normales.

—¿Por qué lo hacen? —Pregunto Eileen

—Todos tienen algo que vengar, Un Delecti sufre mucho, unos más que otros y más de parte del propio mundo sobrenatural—Explico Mysti—Por Ejemplo, Iris o Iridesa recibió mucho odio del mundo sobrenatural por que se negaba a ser la Delecti, aunque su padre la salvo de todo, esto solo la hizo ver más débil.

—Krystal supuestamente tenía un romance con Andrew, El miedo, obviamente todo el mundo la odio—Comento Amara.

—Ah, sí. Yo escuche que había sido verdad y que ella se unió a el—Le siguió Freya.

—¿Cuánto te apuesto a que Hermes solo está de colado? —Le dijo Alexander a Freya con burla—Aun recuerdo que quería estar metido en todo.

—Hey, Krystal ha de estar furiosa contigo después de todo la usaste, también ha de querer vengarse—Dijo Freya. Alexander estuvo dispuesto a tirársele encima a Freya si Mysti no lo hubiera sujetado, después de todo Alexander debía mantener una imagen impecable frente a Amara la que trataba sin éxito de ocultar su incomodidad.

—¿Y qué haremos con ellos? —Pregunto Alyda.

—Mandaremos una comisión, Eileen y Brett—Informo Mysti—Confiamos en ustedes.

—¿Cuándo? —Pidió Brett, el se veía de lo más tranquilo acostado en un sillón.

—Mañana mismo, no hay tiempo que perder—Respondió Mysti.

Las cosas se calmaron y todos se fueron a dormir en las habitaciones asignadas, hasta que amaneciera.

Me había tocado compartir habitación con Freya y lo peor era que pateaba además de babear y hablar dormida.

Me levante de la cama y Freya enseguida se aprovechó de toda está colocándose en todo el medio. Me dirigí a buscar la ropa que me busco Freya ayer al verme llegar semidesnudo ayer. La cara de todos era de impresión.

Al estar listo baje a la sala principal, solo estaban Mysti, Brett y Eileen.

—Oh, Nathaniel, buenos días—Saludo Mysti.

—Buenos Días—Devolví el saludo.

—Nathaniel, le revolviste las hormonas a Elena ayer, La lujuria te encuentra encantador—Sonrió Brett.

—¿El pecado de la lujuria es una mujer? —Pregunto Eileen arrugando la nariz.

—Sí, y le atrajo Nathaniel, así que te recomiendo distancia de Elena, tal vez le hagas difícil poner mantener abajo el control de la Lujuria—Explico Mysti.

—Oh, ya tienes una admiradora—Se burló Eileen—Esperemos que esta no sea un dolor de trasero como tu ex-prometida.

—No eres divertida—Dije negando con la cabeza. Eileen se encogió de hombros. 

Eileen y Brett se fueron de la casa a reunirse con los Ex-Delecti en quién sabe dónde, ya que Mysti no me quiso decir. A eso del medio día la casa seguía silenciosa porque todos seguían durmiendo, la puerta principal fue abierta por un sirviente y entraron los hermanos de Brett, Ángel y Elías.

—¡Buenos Días, América! —Gritaron a coro. Puse los ojos en blanco, las cosas se pondrían aún menos soportables estando presentes estas copias.


Siete Males [Saga Siete #2]Where stories live. Discover now