Demonios

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Capítulo 3

Las cosas pasaron muy rápido a continuación y me había tocado estar con Eileen en el descanso, porque Alyda y Anthony habían conocido a ciertas personas.

—Nathaniel camina más rápido—Insistió Eileen jalándome del brazo para ir quien sabe dónde.

—Eileen suéltame—Me deshice de su agarre y me dirigí al comedor para comer algo. Eileen venía detrás de mí susurrando insultos. —Eileen cállate.

Después de poder comprar algo de comer y comprarle algo a Eileen para que se callara por un rato me volvió a jalar del brazo para empezar a caminar entre los pasillos.

—¿A dónde vamos? —Pregunte dejándome llevar. Ya era aburrido poner resistencia. Eileen no respondió y me llevo al tercer piso donde no había nadie, al final de pasillo una puerta vieja con varias cadenas.

—¿Puedes romper esas cadenas? —Pregunto Eileen cuando estuvimos frente a la puerta. Mire la puerta, con tinta indeleble tenia pintados varios pentágonos atrapa Demonios y las cadenas con los candados estaban hecho de hierro bendito.

—De poder sí, pero de querer no—Respondí. Algo no estaba bien con este colegio.

—Yo creo que hay alguien atrapado ahí—Señalo Eileen la puerta.

—¿Por qué lo dices? —Inquirí

—Cuando Salí para buscar el baño subí hasta acá y alguien grito por ayuda—Respondió colocando la mano en el candado más grande y dándole la vuelta este tenía grabado un pentagrama más.

—Lo más probable que haya ahí es un Demonio...En realidad hay mucha energía oscura y demoniaca en este lugar y eso que es un lugar Religioso por lo que algo no está bien aquí—Comente—Claro, a menos que este sea un lugar de exorcismo, lo cual es peligroso para mí.

—No entiendo—Se cruzó de brazos Eileen.

—No tienes nada que entender, a ver quítate—Le dije quitándola de la puerta. Puse mis manos sobre las cadenas, al tener la camisa remangada hasta los codos podía ver en mi piel como aparecían las líneas negras en mi piel o cadenas que retenían mis poderes. Mis manos se incendiaron en fuego verde junto con las cadenas que hacían que el fuego se tornara rojo, esto no funcionaría de nada, la protección de las cadenas era demasiada y mi limitación de poder hacia este acto casi patético.

—Eileen, ¿Trajiste tu espada? —Le pregunte. Eileen asintió sacando de una de sus botas una daga, la cual en su mano creció para pasar a ser una espada de cristal. —Corta las cadenas.

Eileen no dudo y paso la espada por las cadenas, estas se rompieron y cayeron al suelo. La espada de Eileen se quedó prendida en llamas verdes.

—¡Oh, que genial! —Exclamo Eileen blandiendo la espada para ver como las llamas se movían.

La puerta se abrió liberando un aire frio y putrefacto. Me asome a la puerta no había nada luz dentro pero por la que se dejaba entrar del pasillo solo era un cuarto lleno de crucifijos.

—Nathaniel, mira arriba—Susurro Eileen detrás de mí. Alce la cabeza para ver como por el techo se movía una criatura enorme de color café que en si eran partes humanas pegadas unas encimas de otras, las cabezas carecían de cabello con tenían los ojos cocidos y las bocas deformadas. Era algo sumamente horrible de presenciar. Era un Demonio creado por humanos.

—Eileen corre—Le dije retrocediendo lentamente.

—Lo podemos matar—Insistió Eileen, adelantándose con su espada. El monstruo avisto el fuego y emitió un chillido que salió de todas bocas, este se tiro al suelo y se irguió sobre Eileen quien blandió la espada tratando de cortarlo o algo así, pero el monstruo por muy grande que era, era muy ágil y lo evito fácilmente. Eileen obviamente se enojó y la espada pasó a ser una hoz doble que desprendía fuego verde, al menos no la quemaba como pensé que lo haría, Pero el Demonio reacciono y quiso atacarla, pero Eileen en un frenesí empezó a saltar y esquivar mientras pasaba las cuchillas de la hoz por donde se le diera la gana. En verdad tengo que reconocer que las habilidades de Eileen habían mejorada y demasiado, pero ella no peleaba de manera defensiva si no de manera colérica, se emocionaba mucho y lo hacía ver muy sádico como si disfrutara haciendo daño. Al final Eileen termino con el Demonio quien se volvió pura ceniza negra.

—Lindo—Admire. Eileen se dio la vuelta sonriendo.

—¿Estuve bien, verdad? —Pregunto Eileen convirtiendo la hoz en una daga—¿Podrías apagar el fuego?

—Peleas con mucha ira y no controlas tus emociones en batalla. Pero lo haces bien—Comente tomando la daga de la mano de Eileen regresando las llamas a mi mano donde se extinguió.

—Lo mismo opina tu hermano—Dijo Eileen guardando la daga en una de sus botas.

—¿Mi hermano te entreno? —Pregunte con curiosidad. Si él lo había hecho de seguro Eileen había pasado un mal momento.

—Algunas veces—Respondió. Asentí. Entre al cuarto donde estaba el anterior Demonio, encendí la luz. El cuarto era redondo y estaba aún más lleno de crucifijos de los que me esperaba, me acerque a una mesa con libros, eran libros de necromancia, de satanismo y de invocaciones. Algo muy raro en un lugar tan religioso. La puerta se cerró de un portazo, Eileen se sobresaltó de tan distraída que estaba viendo uno de los libros. Los crucifijos en la pared empezaron a girarse quedando de cabeza, cuando estuvieron todos al revés la luz se apagó y fue encendida por velas que estaban en candelabros en la pared.

—¿Qué esta pasando? —Pregunto Eileen.

—Creo que el Monstruo que mataste era el que mantenía alejados a los demás Demonios...Por lo que ahora los demonios pueden entrar al colegio—Hable. Por las paredes empezaron a pasar sombras que desaparecían por debajo de la puerta.

—¿Y eso es...?

—Malo

—Oh

—Bueno, no hay nada que hacer, son solo Demonios de bajo nivel nada de otro mundo, lo único que pueden hacer es aparecerse como sombras y mover cosas—Me encogí de hombros saliendo por la puerta, Eileen me siguió para nada convencida.

—He tomado este libro—Me mostro Eileen un libro de cuero—Es un diario.

—Escóndelo—Dije. Bajamos a la primera planta evitando ser vistos. El ambiente del colegio se sentía más lúgubre y frio.

La campana para volver a clases sonó y ya nos encontrábamos en el salón.

—No se lo digas a nadie, Es obvio que Mysti nos envió a este colegio por algo—Susurre.

—¿El Monstruo que mate fue creado aquí? —Pregunto Eileen—¿Eran partes de personas?.

—Sí, Usaron partes de cadáveres y los trajeron a la vida convirtiendo un Demonio salvaje en un familiar—Hable. Eileen que se había sentado en el puesto de Eileen tomo un cuaderno y se puso a pasar trazos descuidados sobre una hoja

—¿Cómo así? —Pregunto.

—Es un Demonio que obedece a un dueño específico, solo si este cumple algunas pruebas. Tener un familiar es muy difícil—Respondí.

—¿No quieres ser mi familiar? —Pregunto Eileen.

—Yo no puedo ser un Familiar, ni siquiera soy completamente Demonio—Me encogí de hombros. El salón estaba llenando, Anthony se sentó con Alyda sin decir una palabra.

—¿Y puedo tener uno?

—No

—¿Por qué no?

—Por qué no—Insistí, Eileen iba a replicar pero pase mi brazo por sus hombros para taparle la boca con mi mano.


Siete Males [Saga Siete #2]Where stories live. Discover now