Camino de espinas.

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10 horas habían pasado.

El ambiente de muerto está impreso en el aire. Las bombas se habían detenido. Los atacantes habían sido abatidos y los sobrevivientes estaban afuera siendo atendidos por personal médico. Algunos buscaban entre los cuerpos, otros gritaban por su familia y muchos lloraban. El pueblo estaba pendiente detrás de la línea hecha de policías.

Anthony era el más devastado. Había perdido no solo a Alyda, había perdido a su madre. Misty estaba muerta. Todos estaban conmocionados, la figura a la que todos recurríamos estaba muerta, la mujer que nadie pensó que alguna vez moriría, yacía fría e inerte en una camilla con una manta blanca. Anthony permanecía en el piso entre los cuerpos de Alyda y Misty. Él ya había llorado ocho horas seguía, ahora solo se mantenía viendo a la nada con aire devastado.

Aidan Grey (Representante del consejo de los humanos bendecidos), Kler Kier (Representante del consejo de los vampiros), Denna Greenwood (Reina de los elfos), Kali Moore (Representante en el consejo de brujas y brujos), Jade Chystyy (Princesa del reino espiritual), Narayan Darzi (Príncipe del reino marino), Ali Darzi (Rey del reino marino), Camila Gomez (Princesa menor del reino de magia), Alyda River (Guide), Misty Gold (Lider del consejo, ex-Bruja y Ex-Delecti). Estos eran los nombres que reconocía de la lista de muertos. Los representantes del consejo mostraban perturbación, se movían de aquí para allá, ayudando con todo lo que aparecía.

Mi madre y hermana estaban reconfortando a Alexander. Este se echaba toda la culpa por la muerte de Misty, él se había encargado de proteger a la mujer con su vida desde que eran niños y ahora, perdió a su mejor amiga. Nunca había visto a mi hermano así, me era en verdad incómodo y doloroso. Mi padre le pidió que se comportara.

—¡Vete al maldito infierno! —Le vocifero Alexander a padre. Alexander se llevó las manos a la cara y se retiró del lugar empujando a los paramédicos y policías que se atravesaban. Madre suspiro evitando que Freya fuera detrás de él. Padre simplemente negó con la cabeza.

Derek estaba junto a Mia viendo a Brett que permanecía en el espacio que había entre el cuerpo de Kali Moore y Misty.

—Yo me voy a portar bien...Yo...Kali dijiste que no te ibas a ir como los demás, eras la única que quedaba... ¿Al menos saludas a los otros por mí, si?...Misty, Elsa...—Brett rompió en llanto desconsolado. Era compresible, Kali había sido una de las Guides de Brett, tenían una fuerte conexión y además era la única de los cuatro guides que había continuado viva, mientras Misty era la figura materna que había acompañado a Brett durante más de cuatrocientos años.

Elena estaba sollozando levemente. Estaba siendo atendida por unos cortes en sus piernas y brazos. Le puse una mano en el hombro para reconfortarla. Mire a mi alrededor, a unos metros estaba Eileen sentada con Ariel Greenwood, el gimoteaba que su mamá no podía abandonarlo. Eileen solo dejaba que el chico se abrazara a ella y le acariciaba la espalda. La Delecti había ido con el cuándo lo vi solo y desamparado en medio de todo aquel caos. Pero Eileen no estaba bien, El tatuaje de flor de lis en su pecho había empezado a desaparecer, se notaba pálida y las grietas de su cuerpo no se habían ido.

A los heridos los trasladaron a los hospitales. Los demás aprovecharon para marcharse siendo escoltados. Después de batallar con Brett y Anthony por fin logramos que dejaran los cuerpos de sus seres queridos. Ariel había venido con nosotros porque no quería estar solo y nadie le negó nada, después de esto el chico había quedado completamente solo en el mundo. Nos habían llevado a la mansión que estaba en Stra Hyacintho. Todos entraron con aire lejano y sin ánimos para nada. Eileen se había podido escapar de ir al hospital, ella había hecho amago de acercarse a reconfortar a Brett pero este se fue a encerrar a su cuarto y ella hizo lo mismo. Los demás no les quedo de otra que hacer lo mismo.

Esa noche nadie comió, nadie durmió.

A la siguiente mañana, Alexander estaba en la sala hablando con Eileen. Se veían muy serios, los dos completamente vestidos de negros, con cara de cansancio y dolor.

—¿Qué pasa? —Pregunte. Ellos no voltearon a verme. Eileen permanecía mirando el piso y Alexander miraba a Eileen.

—Eileen está muriendo, uso todo el poder que la manzana le otorgo...Solo le quedan unas horas antes de que se consuma—Hablo Alexander—Pero sé que Misty no querría eso...Ven, conmigo.

Alexander empezó a subir las escaleras. Eileen no se movió por lo que la tome de la muñeca y la hice caminar para seguir a mi hermano. Llegamos al cuarto de Misty y Alexander lo abrió con una llave que saco de su bolsillo. El cuarto era totalmente blanco, en el estaban los cuadros de los Delectis cubiertos por telas negras y en medio estaba una mesa plateada que contenía una bandeja que tenía un pedazo de manzana. La recordaba perfectamente como la bandeja que le había ofrecido Misty a Eileen cuando se convirtió en la Delecti.

—Comete el pedazo de manzana y vivirás—Dijo Alexander. Eileen con la mano temblorosa tomo el pedazo de manzana viéndolo minuciosamente antes de ponerlo en su boca. Eileen la mastico y trago, posteriormente se llevó las manos a la boca evitando vomitar. Cuando se vio recompuesta, alzo la cabeza.

—¿Estas bien? —Pregunte. Ella asintió e hizo un amago de sonrisa.

—La manzana no me ha matado, eso demuestra que soy digna—Comento Eileen. Esas habían sido las palabras que había dicho Misty cuando Eileen comió el pedazo de manzana la primera vez.

—Tenemos que estar listos para la ceremonia—Dijo Alexander abandonando el cuarto. Lo seguimos y nos separamos en las escaleras, Eileen fue al cuarto de Brett y yo baje a la sala principal a esperas que todos estuvieran listos para partir. Mia ya estaba ahí con Derek y Elena, vestidos de negros y con expresiones que iban desde la tristeza hasta la incomodidad.

   Cuando llego el momento de partir, nadie había pronunciado palabra. El ambiente se sentía pesado y todos sentían que si hablaban lo empeorarían. Lo que se haría sería una ceremonia en honor a las víctimas del atentado. Después los padres de Alyda le darían santa sepultura en Oklahoma, su tierra natal y Anthony llevaría el cuerpo de su madre a Inglaterra para que descansara en paz.

El cuadro de Misty fue expuesto en la ceremonia y al final de esta fue cubierto por un grueso manto negro. Los padres de Alyda estaban inconsolables al igual que Anthony. Acabada la ceremonia regresamos en ese amargo silencio. Todo cambiaría, partimos desde este momento a un camino de espinas y no había salida próxima. 

Siete Males [Saga Siete #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora