VI - Peligro en el Futuro

175 25 0
                                    

El silencio de las celdas fue roto por la voz de Mirov, llena de amargura:

— ¿Será que tu amigo Croiff ha conseguido hablar con el capitán Fizard?

— No estoy seguro, mi señor, ya que Fizard está desaparecido hace mucho tiempo. Pero Croiff siempre fue muy dispuesto y eficiente. Si hay una manera de encontrar al capitán, mi amigo lo intentará — respondió Radof.

El exconsejero andaba de un lado al otro, dentro de la celda, ansioso, esperando alguna noticia que le diese esperanza de salir de aquel lugar.

— Mañana será día de visitas, jefe. Puede ser que Croiff aparezca.

— Espero que sí. Y que nos traiga buenas noticias.

— Siempre fue un buen amigo y en la situación en la que estamos es la única persona que puede ayudarnos — concluyó Radof.

— ¿Qué historia fue aquella que él contó sobre tú ayudar a su familia? ¿Qué ganaste con eso?

— Les ayude porque vi que estaban necesitados. No me gusta ver a niños pasando hambre. El mundo es injusto señor.

— No pierdo el tiempo con esas idioteces de caridad — Mirov puso una cara fea al pensar en la hipótesis de ayudar a alguien. — Sólo el poder me interesa. Por tanto, cuando sea rey, tendré todo lo que necesito.

— Mi señor perdió toda la compasión. Tal vez la vida le haya maltratado y endurecido su corazón. Espero que un día reconozca que la vida sin amigos es vacía. ¡Voy a intentar ayudarle! Él es la única persona que me restó en esta vida. — Pensó Radof al oír el comentario de su señor.

Mirov estaba ciego y no veía las verdades de la vida. La propia ayuda que estaba esperando era fruto de una retribución de un amigo a un acto de bondad de su siervo.

***

Para suerte de los dos prisioneros, Croiff apareció el día de visita. Era la oportunidad de saber noticias sobre el capitán Fizard.

— ¿Cómo estás amigo? — Croiff preguntó a Radof.

— No podríamos estar peor. ¿Has conseguido contacto con el capitán Fizard?

— Todo fue hecho como acordamos. Creo que tendremos noticias de él en breve. Uno de los guardas fue amigo mío de infancia y le pedí que permitiese traer regalos para vosotros. Son gafas holográficas para que podáis ver películas y escuchar música. A nuestros ancestrales les encantaba este tipo de diversión. Imagina pasar el resto de la vida detrás de estas rejas sin tener acceso a ninguna novedad...

— Menos mal que alguien piensa en nosotros. ¡Serás recompensado! — Dijo Mirov, entrando en la conversación.

El patio estaba lleno de prisioneros y sus visitas. La conversación entre ellos ni siquiera fue notada.

— ¡Tendrás una sorpresa mañana! Cuando vayáis a usar las gafas, inspeccionad minuciosamente el compartimiento en la patilla lateral derecha. Creo que os va a gustar lo que encontraréis. — Dijo Croiff, en voz baja.

Mirov frunció el ceño, ansioso por las posibilidades.

— Estás mostrando ser más eficiente de lo que yo esperaba. Ciertamente tendrás un lugar en mi reinado — dijo Mirov después de oír el comentario de Croiff sobre la sorpresa e imaginando que da allí surgiría una oportunidad de fuga.

— Estoy haciendo esto por mi amistad con Radof, pero si quiere recompensarme, quedaré muy agradecido.

Croiff se fue pensando en encontrar una manera de hallar al capitán y una vez más ayudar a su amigo.

Los Hijos del Tiempo 2 - El Origen de La VidaWhere stories live. Discover now