Los Hijos del Tiempo 2 - El Origen de La Vida

XXIV - La Persecución

La nave científica Science y el crucero de batalla Star Hunter seguían en pos de los fugitivos. Cuando llegaron a la constelación del Can Mayor, activaron nuevamente el prototipo de arma conformadora de campos gravitacionales, para abrir un camino hacia el sistema solar terrestre. Así, verificaron que el alineamiento formado entre los campos gravitacionales de las estrellas binarias con el campo gravitacional del sistema solar terrestre era de hecho favorable a la creación de un agujero de gusano.

— Drako, abre el pasaje y traza el rumbo hacia el pasado del planeta Tierra. ¿Consigues rastrear a la Génesis? — Preguntó Merko, con la mirada fija en las imágenes holográficas de navegación. — El problema es que no tengo idea del tiempo y el lugar hacia donde fue aquel demente de Mirov.

— No se preocupe, señor, eso puedo resolverlo. Cuando ustedes estaban conversando con el Consejero Kenan sobre las intenciones de Mirov, conseguí recuperar los archivos personales que él había delectado y encontré algunos mapas con las rutas que planeaba hacer. Puedo asegurarle que sé exactamente dónde ese loco está.

— ¡Una vez más me sorprendes Drako! Siendo así, traza las coordenadas y vamos a seguirle.

— Sí, comandante Merko.

Drako usó el arma gravitacional que los ingenieros instalaran en la nave y destorció el espacio-tiempo, siguiendo las coordenadas del mapa planeado por Mirov. Finalmente, llegaban al sistema solar terrestre, pero algunos años después del pasaje de Mirov, debido a alguna distorsión del cálculo que él hiciera con las coordenadas.

En la Tierra que encontraron, las florestas ya estaban desarrolladas y ocupaban casi todo el suelo del planeta. Seres gigantescos andaban y corrían sobre la superficie: los dinosaurios habían dominado el ecosistema. Mirov los había puesto allí y alcanzara su objetivo.

Así que el Comandante llegó a la sala de mando, Sivoc le informó:

— Merko, desgraciadamente llegamos mucho después de Mirov, y los dinosaurios ya dominan la Tierra. En algunas decenas de años, los ancestrales humanos estarán totalmente diezmados. Serán cazados como insectos por las criaturas hasta su total extinción.

— Z8, evalúa el ecosistema terrestre y dime en qué año estamos — ordenó Merko, determinado a tomar alguna providencia para salvar a la especie humana.

"Aquel desgraciado de Mirov quiere el poder y no le importa como... Va a diezmar a toda la raza humana, inclusive la nuestra, por mero capricho."

Después de pocos instantes, el computador central de la nave respondió:

— Señor, si colocamos como marco temporal el siglo 21, o sea, el periodo en que usted estaba viviendo en este planeta, estamos a cerca de 65 millones de años atrás.

Todos se posicionaron en la mesa central de la nave Science y se miraron, pensando en una solución. Fue Merko quien quebró el silencio:

— ¡He tenido una idea! — Gritó animado, haciendo que todas las miradas se volviesen hacia él. — Cierta vez, mi amigo Silion y yo desviamos un meteoro de nuestro planeta con las armas láser de su nave, salvándonos así a todos de un impacto que nos aniquilaría. Fue recordando eso que pensé: ¿Por qué no podemos repetir el hecho aquí, pero haciendo el camino contrario? Así podríamos usar las armas láser de nuestras naves para desviar la trayectoria de un meteoro grande, y acabar de una vez por todas con esos dinosaurios.

— Qué gran idea, amigo Merko. Podemos usar los haces de láser de nuestras dos naves, aumentando aún más la posibilidad de éxito. ¡Con tiros certeros tangentes al meteoro, podemos calcular con precisión incluso el lugar de su caída! — Añadió Sivoc.