I - El Regreso

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Al llegar al planeta Tierra posaron la nave con la máxima discreción, ya que sabían que el equipo Alfa Omega estaba a la espera de posibles invasiones. Los extraterrestres la escondieron en la región más profunda del mar, por el lado del Océano Pacífico, cerca de México.

— Z8, coloca la nave en estado latente — ordenó Merko al computador de la nave. — Confirma si los satélites robot están en órbita en el planeta y ponlos en el módulo invisible. Mantén los contactos con el planeta Vida y avísanos en caso de necesidad.

— Sí, señor comandante. Todas las acciones fueron ejecutadas — decía una voz femenina sintetizada.

El computador con inteligencia artificial Z8 empezó a encargarse de la nave Star Hunter a partir de aquel momento. Ellos se teletransportaron a Los Ángeles y se materializaron en el metro de Chinatown, el barrio chino. Juntos, entraron en el tren mezclándose a los humanos.

— ¿Te importaría si yo volviese a ver a tu madre? — Preguntó Merko, de repente, cortando el silencio.

— Claro que no. Si yo quiero casarme con una alienígena, ¿por qué mi madre no podría? Aún más ahora, que me siento cada vez más como uno de vosotros.

— Ya que mi propio hijo está dándome permiso, empezaré a cortejar a su madre.

— ¿Será que ella va a aceptar? ¡Estás muy seguro de ti! Acuérdate de que ella ni sabe que existes...

— Haré todo lo posible y usaré todo mi encanto — dijo Merko, guiñando un ojo. Nícolas sonrió ante las palabras de su padre.

— Creo que sé cómo ayudarte. Le diré a mi madre que eres el padre de Zara, que te quedaste viudo hace algún tiempo y estás en la búsqueda de alguien que pueda hacerte feliz nuevamente. Con esta excusa, te será más fácil acercarte a ella. ¿Qué te parece?

— Simplemente genial. Estás resultando un estupendo Cupido.

— ¡No cuesta nada dar una ayudita!

— Y yo tengo una idea para explicar el hecho de tu desaparecimiento. En cuanto encontremos un lugar para quedarnos en esta ciudad, vamos todos a casa de tu madre que tengo una buena historia para contar.

Después de eso, los tres se dirigieron a un hotel en Los Ángeles. Hasta encontrar un lugar definitivo para vivir, Merko y Zara se quedarían hospedados allí, no muy lejos de la casa del muchacho. Hicieron la inscripción para acomodarse y conversaron sobre lo que le contarían a Lorena, mientras comían un bocadillo en el restaurante del hotel. Zara prefirió saber los detalles después, pues necesitaba descansar del viaje. Su estado la dejara cansada. Subió a su cuarto, mientras tanto Merko y Nícolas fueron a casa de Lorena.

Cuando llegaron a la Tierra, cronometraron la vuelta al pasado al punto en que todos se habían ido del planeta, o sea, algunas semanas después de la desaparición del muchacho, como habían quedado. Esto mejoraría las oportunidades de vuelta a la normalidad en sus vidas. Así no habría cambios que pudiesen causar paradojas temporales. Todos los extraterrestres ya se habrían ido al planeta Vida y no habría riesgo de encontrarse con sus iguales en circunstancias embarazosas.

Sánchez fue a su casa. Era hora de que todos volvieran a sus vidas normales.

Lorena descansaba viendo la televisión en la sala y Sophia veía una serie que le gustaba en la tele de su cuarto, cuando de repente el timbre de la puerta sonó. La madre rápidamente la abrió y se quedó paralizada al ver al policía que había buscado a su hijo semanas antes, cuando desapareció. Se quedó trémula pensando que recibiría alguna noticia grave al respecto de su hijo. En verdad, Lorena tendría dos noticias, una terrible, seguida de otra maravillosa.

Los Hijos del Tiempo 2 - El Origen de La VidaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin