CAPÍTULO 6

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Después del último mes, Seung Hyun había podido cubrir gran parte de las deudas que tenía: los préstamos en el banco, las cuentas en el hospital, las colegiaturas atrasadas y unos cuantos meses de alquiler. Si seguía a ese ritmo, quizás podría dejar el empleo pronto. Después de todo, había tomado el trabajo con el único propósito de salir de las deudas que estaban ahogándolo, y ahora que casi lo lograba, sí estaba considerando dejarlo.

Lo único que lo tenía verdaderamente preocupado era el rumor que estaba corriendo como pólvora en su edificio. Luego del fallecimiento del dueño, los hijos planeaban vender el terreno a una constructora, lo cual significaría el desalojo de todas las familias que vivían ahí, incluyéndolo.

Si eso pasaba, tendría que moverse de lugar, lo cual significaría un gasto extra de mudanza y quizás un alquiler más alto, después de todo, el edificio en donde estaban en ese momento estaba casi en ruinas haciendo que fuese prácticamente costeable.

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Esa noche, él junto con Young Bae se encontraban en la sala en donde estaban siendo preparados para esa noche. Por órdenes del CEO, Seung Hyun había sufrido un pequeño cambio. Tiñeron su cabello de un castaño platinado. De pronto, las puertas se abrieron, dejando ante ellos a uno de los guardaespaldas, Kyung Il.


-El señor V.I está aquí.- enseguida Young Bae prestó atención, sólo esperando escuchar su nombre, al igual que los demás, quienes sabían que ese hombre solo alquilaba al moreno- TOP, él te está esperando en su auto.

-¿A mí?- Kyung Il asintió, retirándose enseguida- Creí haber escuchado que solo venía aquí por ChaeRin y por ti.- le cuestionó a su amigo. El menor simplemente asintió, apartando la mirada.


Sin hacerlo esperar, salió de la mansión siendo escoltado por el mismo guardaespaldas, quien se aseguró de que se fuese con el hombre que estaba pagando por él.

Al bajar las pequeñas escaleras, Seung Hyun tuvo frente a él un bello deportivo en color azul y a aquel pelinegro que llevaba unas gafas color negro. Caminando con las manos dentro de los bolsillos, logró llegar hasta él.


-No sé cómo sentirme. Debo admitir que estoy sorprendido. Nunca creí ser alquilado por usted.

-¿Ah, sí? ¿Por qué?- una sonrisa felina iluminó el rostro más joven.

-Corre el rumor de que eres muy selectivo y solo dos personas te habían interesado.

-Sí, bueno...- acercando sus carnosos labios, acarició la mandíbula del más alto, logrando enviar un cosquilleo por su cuerpo, provocando también una sacudida en el miembro de este- Digamos que estoy en planes de expansión de intereses. Además, con la ausencia de CL, debo conseguir a alguien más. ¿No te parece?- sonrió con galantería.

-Claro...- jugueteó con él, rozando su nariz con el cuello del más joven, arrancando un suave gemido.

-Bien, entonces vayámonos.- en un último intento por alcanzar aquellos sedosos labios, SeungRi delineó con su lengua la comisura de la exótica boca.


Un largo camino les esperaba por delante, y jamás le había parecido tan lejano su hogar al ojeroso, quien cada cierto tiempo miraba sobre su hombro, echando una mirada lasciva a aquel hombre de cuerpo definido, quien vestía esa noche un traje en color gris antracita, junto con aquel cabello platinado que solo terminaba de darle un aspecto exótico y sensual.

Atravesando la ciudad, al cabo de una hora, el coche entró en el edificio, directamente al estacionamiento subterráneo. Bajando del auto con la gracia propia de un rey, Seung Hyun se detuvo un par de segundos, esperando al menor, quien le dedicó una sonrisa lasciva.

AMOR POR CATÁLOGOWhere stories live. Discover now