AMOR POR CATÁLOGO

CAPÍTULO 34

Cuando llegó a la casa de Seung Won, apenas y pasaba de la una de la mañana, y mientras terminaba por subir las escaleras que daban a la segunda planta y deambulaba por el pasillo que daba a su habitación, no pudo ignorar el suave sonido del crujir de la madera bajo un peso ajeno. Alzando la cabeza, sus ojos encontraron la expresión confundida por parte de JiYoon quien lucía un hermoso rostro sin rastro de maquillaje, con el cabello cayendo en delicadas ondas sobre sus hombros.

Si bien era cierto que la esposa de Seung Won no había hecho nada más que recibirlo con amabilidad, también era cierto que, por su parte, prefería mantenerse fuera de su camino. Agachando la cabeza, intentó pasar a su lado silenciosamente, sin embargo, ella fue más rápida al cogerlo del brazo, haciendo una petición silenciosa por que se quedara. Mirándose, Seung Hyun no pudo evitar notar cierto desconcierto y una pizca de preocupación en la mirada ajena.

—Pensaba prepararme una taza de té caliente, ¿Quieres una? — JiYoon parecía no tener ningún tipo de obstáculo para dirigirse a él, cosa completamente contraria a su situación.

Viéndola avanzar, el pelinegro no hizo más que suspirar y seguirla. Después de todo, no podía darse el lujo de ignorarla, siendo que ella solamente había estado tratándolo bien. Cuando llegaron hasta la cocina, la mujer simplemente se dedicó a poner el agua a calentar para después sentarse sobre uno de los taburetes, cosa que él imitó.

Por largos minutos, no dijeron nada. Seung Hyun simplemente se dedicó a mirar el lustroso material de la barra de la cocina, pensando en todo lo que estaba pasando, en lo que se había convertido su vida.

—Tu padre insistió tanto en que vinieras...— comenzó JiYoon— Durante todos estos años, él no hizo nada más que intentar recuperarte. — sonrió débilmente — Debo admitir que no me casé con el hombre más inteligente, o prudente, en todo caso.

—Podría decir completamente lo contrario. — forzó una risa áspera— Le gusta manipular las cosas, que se hagan a su manera.

—No es alguien malo, Seung Hyun. — suspiró— Tan sólo es impulsivo.

—Impulsivo... — repitió en medio de una áspera carcajada— ¡Maldición! Era demasiado joven cuando me obligó a hacerme cargo de una bebé. — gruñó— Y después, me la quitó...— apretó la mandíbula— Esa fue su forma de traerme de vuelta. — sacudió la cabeza— No me diga que no hay nada malo en él, cuando yo lo conozco mejor que nadie.

—Quizás tengas razón. — suspiró— Quizás no tenga la opinión más imparcial, no cuando la vida me dio un hombre bueno que me ama inmensamente, al mismo tiempo en que me dio un par de niños que me di la oportunidad de malcriar. Sí, quizás no tenga idea de lo que sientes, sin embargo, de lo que sí estoy segura es de que ese hombre que tu aborreces, y que ha cometido tantos errores, lo único que ha hecho todos estos años es intentar recuperarte. — atreviéndose, cubrió la mano de él con la propia— Seung Won siempre guardó un espacio para ti en su corazón, y nadie ha sido capaz de llenarlo, nunca.

—Que forma la suya de demostrarme su cariño, ¿No le parece? — apartó la mirada. Escuchando a la mujer suspirar profundamente, vio de reojo cómo se levantaba e iba a servir un par de tazas de té. La gracia con la que se movía, la tranquilidad que transmitía y la seguridad que mostraba, le daban plena conciencia de que efectivamente, esta mujer que estaba frente a él era completamente distinta a lo que su madre un día había sido.

—Cuando esperaba a Jun Hoe, ciertamente no estaba preparada. — sentándose nuevamente frente a él, colocó una taza a su alcance— Tu padre fue sincero conmigo desde el principio. Me contó sobre tu madre y sobre ti, además dejó en claro su deseo por tenerte a su lado. — bebió de su taza— Al principio no sabía cómo sentirme al respecto, temía que no quisiese a mi hijo debido a ti, pero eso no pasó. Él ha sido un buen padre, uno atento y leal. Quizás es mi culpa que Jun sea un poco vago, sin embargo, Seung Won siempre ha estado para él.