CAPÍTULO 29

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Fue temprano en la mañana cuando Seung Hyun se despertó, había amanecido sólo a mitad de la cama, escuchando el ruido de la regadera del baño. Le fue bastante sencillo intuir que Ji Yong tendría que salir temprano ese día. Saliendo de la cama, recuperó sus calzoncillos y luego simplemente fue hacia la cocina. Pasaban de la diez según el reloj del microondas.

No pudo evitar recuperar su preocupación por su hija mientras servía algo de fruta picada en un tazón y en otro un poco de leche y cereal. Tenía claro que Ji Yong muy pocas veces desayunaba, sin embargo, era un hábito que planeaba inculcar en el menor.

Regresando a la alcoba, dejó la bandeja sobre uno de los muebles al lado de la cama mientras veía al delgado hombre de espaldas a él, vistiendo sólo sus pantalones. Riendo quedamente, se acercó por detrás sólo para abrazarlo por la cintura y mordisquearle el lóbulo de la oreja.

—Hola...— Seung Hyun murmuró, viendo cómo el menor sostenía su móvil en las manos— ¿Ocurre algo?

—Mi madre, tengo varias llamadas suyas de anoche pero ahora no responde.

—Quizás aún esté dormida.

—Lo dudo...—frunció el ceño mientras se giraba, encarando al más alto— Siempre procura estar atenta a su teléfono.

—Quizás entonces sólo está ocupada...— resolvió— Puedes llamarla más tarde.

—Creo que iré a verla, esto no es recurrente en ella. — se mordisqueó los labios. Suspirando, le echó los brazos alrededor del cuello al mayor— ¿Dormiste bien?

—Como no lo había hecho en días. Aunque aún estoy un poco preocupado.

—Ya te dije que todo saldrá bien. — sonrió mientras dejaba un beso sobre sus labios— Ahora date una ducha mientras me visto, desayunemos después y entonces vamos a ver a esa preciosa niña tuya.

—Bien, parece que lo tienes todo planeado.

—Soy un importante CEO, yo no funciono sin un itinerario. — se carcajearon— Ahora anda, date un baño...— le guiño el ojo mientras le daba una palmada en el trasero. Seung Hyun simplemente se ruborizó.

Quizás Ji Yong pudiese sacar de su mente por algunos minutos las cosas que le preocupaban, sin embargo, siempre volvían con más fuerza, y justo en esos instantes el hecho de que su madre no respondiera en verdad estaba lacerando su razón. Ella no solía molestarlo en lo absoluto, a menos de que fuese algo importante.

*****

Seung Won no recordaba haber visto una mirada tan profunda de reproche por parte de su esposa, y la verdad no estaba seguro de que alguna vez la hubiese recibido. Sin embargo, no podía olvidar su conversación con ella hacia algunos días. La forma tan dura con la que había hablado, así como también la frialdad con la que le había dicho que se alejara de su hijo, aún lo tenían perplejo.

Amaba a su esposa, y la mayoría de las veces no podía evitar seguir sus consejos, sin embargo, en ese asunto no estaba dispuesto a ceder. No podría abandonar otra vez a su hijo, no iba a dejarlo a la deriva, y mucho menos aun luego de enterarse que un hombre tan rastrero como Kwon Young Hwan estaba dispuesto a todo con tal de alejarlo de su propio hijo.

En medio de un profundo suspiro, caminó detrás del elegante hombre de traje que lo representaba, y mientras se obligaba a sí mismo a endurecer la expresión, llegó hasta el pasillo que daba a las habitaciones. Frunció el ceño al encontrar a un puñado de personas reunidas fuera de una de las puertas, esperando quizás el turno para poder entrar a ver al paciente. Mucha fue su sorpresa al encontrar al propio Kwon menor acompañando a su hijo, quién parecía un poco ansioso. Acercándose, encontró la mirada de Seung Hyun en el justo momento en que el médico en jefe abandonaba la habitación, seguido de una enfermera que les sonrió en general antes de retirarse.

AMOR POR CATÁLOGOWhere stories live. Discover now