Capítulo 38

3.5K 230 9
                                    

24 de diciembre 2014.

Elina.

Su cabeza descansaba en mi pecho y sus brazos me rodeaban la cintura manteniendome pegada a su cuerpo, mi mano acariciaba su cabello rizado en silencio absortos en aquella oscuridad de su habitación.

-Hace mucho no celebro navidad.-confeso en un susurró.

-¿Por qué?-pregunte con curiosidad.

El silencio se volvió a hacer presente pero no lo presioné a qué hablara, había notado que cuando se ponía ansioso movía sus dedos como ahora lo estaba haciendo en mi cintura.

-Mi madre murió una noche de navidad.-dijo casi inaudible.

Detuve mis manos un momento.

-Tenía cáncer, habíamos celebrados los últimos dos años las navidades en cuartos de hospitales.-continuo- la última navidad que íbamos a pasar con ella, Zel descubrió a nuestro padre follando con la que era nuestra nana...

Trataba de procesar la información con rapidez tal y como me la estaba contando.

-Esa noche llegamos tarde por encarar a nuestro padre, jamás imaginamos que al llegar al hospital nuestra madre...-se callo.

Con esfuerzo logré tomar sus mejillas para mirarlo, sus ojos mostraban dolor y arrepentimiento.

-Murió, tenía venticinco cuando la perdí.-intento que su voz no temblará- en ese momento sentí que me ahogaba, actúe con la mente caliente...

Acaricie sus mejillas animandolo a qué siguiera.

-Mate a mi padre y tome su puesto en el negocio, me arrepiento de haberlo hecho.-soltó con crudeza

Realmente parecía arrepentido pero su confesión me había dejado helada, no podía imaginar a Klaus, mi Klaus, matando a su propio padre.

-Es por eso que te pido pensar con la mente fría Elina, con la mente caliente se cometen muchos errores.

Lucía tan vulnerable.

-Estuve en un abismo sin saber llevar el negocio hasta que Luka me ayudó.-murmuró.

-¿Qué pasó con tu nana?

-No lo sé, era la esposa de Luka pero nunca supimos que fue de ella.

Las pláticas en la madrugada resultaban ser muy reveladoras sin embargo que me hubiera contado lo que había pasado con su familia tal y como había sido el trato por yo contarle de la mía me hacía sentir nuestra relación más forjada. Despertamos casi a medio día, nadie se había atrevido a ir a levantarnos y la verdad lo agradecíamos porque solo habíamos dormido un par de horas, Klaus lucía descansado y cualquier rastro de vulnerabilidad había sido borrado.

Comimos algo juntos en la cocina antes de que el tuviera que marcharse a solucionar un problema junto con Bogdan en tanto Zel, Kara y yo nos encargabamos de hacer la cena para esta noche, realmente Kara y yo tratabamos de ayudar a Zel con lo que estaba preparando pero al final solo terminamos pasándole lo que nos pedía.

-Tengo curiosidad y voy a preguntar.-aviso Kara- ¿Bogdan y tú tienen algo?

Me metí una uva a la boca para mantenerme ocupada como si no me interesará la respuesta aunque preste atención a Zel que tenía las mejillas rojas y había detenido sus manos.

-No... no, creo que no.-susurró pensativa.

-¿Tú crees que no?-metí otra uva a mi boca.

-Es el mejor amigo de Klaus.-dijo apenada.

Dulce Infierno ©Where stories live. Discover now