Capítulo 47

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29 de enero 2015.

Elina.

Había estado evitando a toda costa a Kara, si estaba en el penthouse pasaba de largo a mi habitación encerrandome ignorando sus llamadas al otro lado de la puerta o a veces simplemente no llegaba quedándome con Klaus; Elle al fin había logrado que asistirá a la prueba del vestido que solo me hacía sentir como si realmente me fuera a casar con Eric.

–Elina.

Seguí mi camino hasta el ascensor ignorando una vez más el llamado de Kara desde la barra aunque está vez me alcanzó tomándome con fuerza del brazo tirando de mí.

–¿Se puede saber que diablos te pasa?–dijo irritada.

La empuje para que me soltará recordando el vídeo en el aeropuerto.

–No podemos arreglar nada sino hay comunicación.–menciono algo demasiado obvio– así que vamos a hablar.

Me tense mirando como se dirigía a la cocina.

–¿Café o té?

Suspiré con la mirada clavada en el piso antes de seguirla a la cocina tomando asiento al otro lado de la barra.

–Estoy bien.–rechace alguna bebida.

Se sirvió café y se acercó a la barra mirándome esperando a qué hablará, trague saliva levantando mi mirada para verla.

–¿Cuándo me lo ibas a decir?–hable por fin.

–¿El qué?–dijo sin entender.

Entrelace mis dedos dejando que descansarán encima de la barra.

–Me contaste todo, como, donde, por qué y quién lo había ordenado.–mi voz sonó fría– pero nunca me contaste que estuviste ahí.

Pareció entender de inmediato.

–¿Me lo ibas a decir?–cuestione tensa.

Abrió la boca pero no dijo nada, mire a otro lado sin poder mirarla un segundo más.

–Fue orden de Eric, no podía decir que no.–susurró.

Lo sabía.

–No hice nada Elina.–su voz tembló.

También lo sabía.

–¿Si tú los hubieras matado, te hubieras acercado a mí de igual forma?

Guardo silencio y volví mi mirada a ella.

–No.

Asentí.

–¿Por qué te acercaste? ¿Por qué decidiste ayudarme?

El corazón me latía muy rápido.

–Tuve una hermana, era dos años mayor que yo.–bajo su mirada– no sé en qué momento comenzó a vender y consumir drogas, consumía más de lo que vendía...

Sus manos comenzaron a temblar y quise abrazarla sin embargo me mantuve en mi sitio.

–...Un día llegaron a cobrarle el dinero pero ella no lo tenía, nos llevaron a ambas, Cristina pedía que no me hicieran nada que yo no tenía nada que ver pero a ellos no les importó.–su voz se cortó pero siguió–: cuatro hombres la violaron delante de mí entre ellos estaban Xavier que hizo lo mismo conmigo sin embargo a mí no me mato...

Su sollozo me calo hasta los huesos y me fue imposible no levantarme e ir hasta ella para envolverla en un abrazo que desató su llanto el cual le impedía seguir hablando.

–Cuando ví lo que te hizo, la ví a ella...–continuo cuando se calmo– ví a mi hermana, no podía permitir que te pasará lo mismo que a ella... Te jodieron Elina pero estás viva, lograste sobrevivir...

Cuando me di cuenta la acompañaba en su llanto.

–Tu padre fue un hombre muy amable, lamento tanto que...

–Sh...–la calle.

Esa noche cancele mis planes con Klaus que comprendió a la perfección sin que le tuviera que dar detalles del porque mi cambio de opinión; me acurruque al lado de Kara en su cama en silencio mientras se quedaba dormida y aunque intente hacer lo mismo el insomnio se había apoderado de mí llevándose el poco sueño que tenía.

Mire a Kara dormir plácidamente a mi lado y lloré en silencio por la vida de mierda que nos habían hecho vivir los Cohen.

¿Qué culpa teníamos nosotras?

No quería culpar a mi padre pero era la única razón por la que yo estuviera aquí cargando cuerpos de tantas personas, manchando mis manos de sangre, siendo capaz matar gente sin sentir nada.

La familia era lo más importante, decía.

Me levanté de la cama yendo en busca en mi celular mirando la hora en la parte superior de la pantalla, las tres de la madrugada, suspiré buscando el contacto de mi hermano indecisa de llamarlo, en Alemania ya debería ser pasado de las nueve de la mañana.

–Hey.–su sonrisa me recibió al responder.

–Hey.

Se había rasurado, guarde silencio mientras acomodaba el celular en la superficie para después acomodarse la gorra ocultando su cabello revuelto.

–¿Qué haces despierta?–me miró con interés.

Suspiré.

–Se lo que pasó en el aeropuerto, con nuestros padres.–masculle.

Sus labios formaron una o y su semblante cambio.

–¿Eso te roba el sueño?

Asentí acomodandome en el sofá de costado descansando la mano con la que sostenía el celular al borde del asiento.

–¿Qué pasa Ellie?

Guarde silencio mirándolo, teníamos el cabello oscuro sin embargo el mío era casi negro, nuestros ojos eran del mismo azul y nuestras cejas parecían tener el mismo grosor.

La incertidumbre dentro de mí sobre todo lo que pasaba a mi alrededor me hacía temblar, sentía que todo se iba a ir al carajo.

Mire a Dan y el pareció entender de inmediato lo que pasaba por mi cabeza, sus ojos ahora parecían tristes, suspiré cerrando los ojos con fuerza.

La familia es lo más importante.

Dulce Infierno ©Where stories live. Discover now