Capítulo 7

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Al subir las escaleras nos dirigimos al cuarto de invitados, y al abrir la puerta me encontré con una sorpresa aún mayor.

Dean estaba sentado sobre la cama.

Y una chica rubia inconsciente se encontraba bajo las sábanas

-- ¡Dean! -- Exclamé saltando a los brazos de mi mejor amigo. Todo el tiempo que había pasado lejos de él sumado con el rastro de licor en mi sangre me hacía sentir la falta que me había provocado mucho mayor a mis momentos de completa sobriedad.

-- ¿Porqué hay un perro en mi cocina? -- Damián preguntó ignorando por completo mi comportamiento -- No, primero dime como diablos has entrado a mi casa y porqué hay una chica aquí también.

-- Entré por una ventana abierta y luego abrí desde dentro la puerta. Deberían tener más cuidado en dejar todo cerrado si no quieres que algún día terminen robandote todas tus pertenencias -- Dean dijo encogiéndose de hombros -- Y ella es mi compañera.

Él corrió un mechón de cabello que cubría el rosto de la muchacha y por fin pude tomar un buen vistazo de ella. Su rostro delataba la inexperiencia propia de la juventud. Ella no podía tener más de 18 años. Era hermosa incluso en el estado que se encontraba.

-- ¿Qué le ha pasado?

-- Le he mezclado algunas pastillas en su comida en el avión para que se durmiera antes de que se diera cuenta que le había mentido respecto nuestro destino final. Debería despertar en algunas horas, cundo el sol comience a salir.

-- ¡La has secuestrado! -- Acusé. Estaba tan claro lo que había hecho como el mismo aire después de una larga lluvia -- Dean, tienes que arreglar las cosas. Su familia tiene que estar preocupada al igual que sus amigos. Y solo será cuestión de tiempo hasta que la policía te busque.

-- No seas tan exagerada. Tengo un poco más de una semana antes de que comiencen a preocuparse por ella y para esas alturas ya habremos arreglado y aclarado todo. Aunque le debería decir que intente no ser tan ingenua. Quiero decir, en Canadá es invierno actualmente y le he dicho que la llevaría un parque acuático a unas horas en avión. A penas me conocía y aceptó inmediátamente.

-- ¿Y que pasa con su perro? -- Preguntó mi compañero -- Porque es de ella, ¿Verdad?

-- Sí. No aceptó venir si su pequeña mascota no la acompañaba y no tuve más opción que traerla conmigo. Me cae bien la pequeña criatura, y te reirás mucho cuando sepas su nombre.

-- ¿Cómo se llama?

-- Justo como mi querido hermano: Tyler. Supongo que cundo lo sepa se encontrará tan feliz de que otro cachorro tenga su mismo nombre. Tal vez se hagan amigos todo, ¿No crees, Alexandra?

-- Por supuesto que sí. Especiamente por la cercana relación que tienen ustedes -- Irónicamente contesté -- Sabes, no importa. ¿Cómo se llama la chica? No nos la has presentado de forma adecuada.

-- ¿A caso he tenido tiempo para eso después de este interrogatorio? Bueno, su nombre es Olvia, aunque le gusta que le digan Liv. Tiene 17 años. Esta es la primera vez que sale de Canadá.

-- Por la circunstancias que llegó a Inglaterra... dudo que lo disfrute. La niña tendrá un maldito infarto cuando despierte.

--Por eso mismo estaré a su lado para controlar que no haga nada que pueda lastimarla a si misma. Hey, vayan a descansar. Deben estar cansados por haber pasado toda la noche fuera. Y yo también lo estoy después del vuelo y haber tenido que cargar a Liv y a su perro por toda la ciudad. Mañana podremos hablar con mejor humor, ¿Vale?

Alpha DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora