Epílogo III: Mica (Último).

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Micaela, 8 años.

Mica se encontraba en su habitación mirando fijamente la ventana cuando esta se abrió de golpe. No tardó en aparecer un rostro frente a ella. Erza, su hermano mayor llenó el espacio sonriendo dulcemente al entrar en el cuarto de su hermana.

-- Él no está aquí todavía -- Mica dijo. Su hermano la atrajo en un abrazo dulce revolviendo su cabello antes de soltarla. Ellos solo se podían abrazar cuando estaban lejos de su padre y sus fieles secuaces. Hizo que la curiosidad estuviera matando a Mica antes de finalmente dar vuelta su mochila y mostrarle a su hermana lo que había traído en su viaje secreto. Comida chatarra y juguetes llenaron el suelo.

Para conseguir esos productos debía salir de la manada. Tenía tres horas aproximadamente para volver con tiempo de disfrutar sus provisiones. Como el hijo del alpha conocía las zonas de patrullaje y como evitarlos. Sacaba un puñado de dinero y lo gastaba todo en cosas que su padre jamás les quiso dar que iban desde comida, juguetes a libros. Comenzó a hacer eso cuando tenía casi 13 años. Al pasar los meses había logrado sentir menos miedo y ser más efectivo con el tiempo que tenía una vez se encontrara en el pueblo más cercano. Mica pensaba firmemente que su hermano era el mejor de todos. Nadie era tan bueno con ella como lo era él. Nadie era más divertido ni más protector. Nadie además de él la hacía sentirse querida.

Erza iba creciendo y cada vez estaba menos conforme con la vida que le tocó. Le gustaba creerse más listo que su padre al poder traer a casa cosas que él les prohibió sin que se diera cuenta. Le gustaba que su hermana disfrutara cosas que él no pudo a su edad. Sabía que lo que hacía era correcto y por eso jamás pensó en que le pasaría si los que estaban mal lo descubrían.

A las personas buenas les pasan cosas buenas, ¿No?

El día que cumplió 14 años decidió llevar un pastel a casa para celebrar con su hermana. Solo había un lugar en todo el pueblo en el que se vendían y estaba en el extremo más alejado de la manada. Sabía que debía ser muy rápido. Siempre llamaba un taxi para que lo llevara a través de los sectores poblados ya que no podía correr como un lobo sin que alguien quisiera darle caza.

Pero él no consideró las circunstancias. Durante todo el día había nevado y el suelo estaba resbaladizo. La emoción que sentía opacó su sentido común. Cuando subió al taxi recién se dio cuenta de lo que había ignorado.

Los vehículos no pueden ir rápido con hielo en el camino. El taxista no condujo siquiera a la mitad de la velocidad máxima permitida. Cuando finalmente llegó a la tienda llevaba veinte minutos de retraso. Fue muy rápido al tomar una torta y unas sodas. En unos segundos ya estaba corriendo a caja. La fila tampoco la tuvo en cuenta. Llevaba media hora en su contra cuando pudo pagar. Ni siquiera esperó el cambio antes de apresurarse en salir. El taxi lo estaba esperando fuera de la tienda. El conductor tenía un cigarro entre sus dientes.

--En la radio dicen que se han tenido que cerrar algunas calles –A Erza le costó comprender lo que decía ya que no se había molestado en dejar de fumar para hablar – Tendremos que usar otras calles.

-- ¿Demoraremos más? – Su voz sonó más ansiosa de lo que él quería. No le gustaba mostrar el nerviosismo que en ciertos momentos sentía.

-- No está en mis manos estas cosas, lo siento – El hombre conducía con cuidado. Erza sabía lo peligroso que se vuelve un camino cuando tiene hielo. No podía hacer nada más que esperar poder llegar antes que su papá. Pero con cincuenta minutos de retraso sabía que no tenía muy buenas posibilidades. Cuando terminó la zona urbana era momento de usar sus habilidades. Él era mucho más rápido que un vehículo. Le pagó al hombre y disimuló hasta que este no lo podría ver. Luego cambió su forma y tomó su bolsa con la boca. Corrió a toda velocidad como nunca antes lo había hecho, como si el mismo diablo lo estuviera persiguiendo. Cuando estaba por llegar pensó que lo lograría. Hasta que vio el vehículo estacionado frente a la casa.

Alpha DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora