Capítulo 19

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Punto  de vista de Damián

Estábamos  siendo observados. No tuve la menor duda de eso. Podía  sentir ojos fijos en mi espalda, intentando identificar cualquier amenaza. Acerqué  el cuerpo de Alex al mío  para que ella pudiera permanecer a salvo.

Los lobos escondidos en la vegetación  debían  estar esperando la llegada de alguien más o algún tipo de señal. Eso significaría que todos eran guerreros y no tenían sangre de alto prestigio. No pude mirar el cuerpo del lobo muerto.  Tenía un nudo en el estómago  que no estaba provocado por culpa o remordimiento  por haberle quitado la vida a aquel alfa. Él no hubiera dudado en hacer lo mismo conmigo. Y con Álex. Y si a alguien jamás  permitiría que lastiman,  es a ella y las persona que los dos amamos.

-- Ellos están  con nosotros, ¿Verdad?  -- Murmuró  ella mirando al rededor. No era muy difícil sentirlos. Lo que hacían  No era precisamente esconderse  -- ¿Qué están  esperando?

--No lo sé  -- Susurre en respuesta.  Ellos no habrían tenido problemas para escucharnos, después de todo su sentido de audición combinado con el silencio  que el ambiente  entregaba creaba la fórmula perfecta para espiar conversaciones ajenas.

Por un momento sentí la tentación  de huir. Pero no podía hacerlo. Si ellos eran suficientes en número,  podrían atraparnos. Dudé  que estuvieran felices después de lo que yo acababa de hacer a su pirámide  jerárquica.

No tomaron más  que unos minutos en presentarse. En el frente se encontraban dos chicos y dos chicas. Ellos parecían ser quienes estaban  a cargo. A sus espaldas estaban todos los que anteriormente se encontraban ocultos. A simple vista noté  que debían ser alrededor de dos docenas de guerreros.  Todo estuvo en silencio  hasta que una de las líderes habló:

-- Segiuidme -- La chica  parecía  tener alrededor de veinte años. Era esbelta y musculosa.  Es una beta,  identifiqué. Intercambie una mirada con Álex. Me escogí  de hombros.  No teníamos otra opción después de todo -- Soy Daniela. Segundo al mando e esta manada.

--Sigo sin comprender como funciona esto -- Murmuró  Alexandra. Ella tenía  Sus ojos fijos en Daniela mientras hablaba. Intentando tranquilizarla, tomé  su mano entre la mía y apreté  suavemente. Quería decirle que estaba con ella. No estábamos en la mejor situación para hablar.

-- Yo soy Damián. Ella es mi compañera,  Alexandra -- Nos presenté.

-- Un Alpha y su Luna -- Dijo una muchacha a la derecha de Daniela, mirando sobre su hombro  a nosotros -- El nuestro no tenía compañera a hijos. Son afortunados.

--¿Por qué? 

-- Puedes sentirte en confianza para hablar con tu pareja -- Daniela volvió  a tomar el control de la conversación.  Comprendí que ella tenía un poder notable en la manada -- Todos haremos como si fuéramos sordos.

-- Damián...

-- Vale. Si el  Alpha que acabo de asesinar  -- Me costó  un esfuerzo muy grande obligarme a hacer que las palabras salieran a través  de mi garganta -- Hubiera tenido familia, hubieran podido tomarnos a nosotros dos en venganza. Pero como no es así,  si los demás líderes de la manada aceptan al igual que nosotros, podemos llegar a tomar el lugar de quien solía ser su líder.

-- Nadie se negará -- Daniela habló -- Porque si no se quedan, tendremos que anexarnos a otra manada. Y de igual forma, el hijo de puta que asesinaste allí atrás no era querido por nadie aquí. 

-- ¿Puedo preguntar por qué? -- Por lo general los líderes son admirados, queridos, y en algunos casos temidos. Pero ¿Odiado? El rechazo en la voz de la muchacha que fue su beta demostró que no había afecto alguno. 

Alpha DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora