Ellas se aman (Bitácora de un amor prohibido)

CAMILA bitácora fecha 11

Meses después yo estaba al límite de mi resistencia. Cada vez deseaba más a mi amiga, y la canija no ayudaba. Insistía en pegarse a mí, insistía en susurrarme secretos al oído, insistía en pasar su mano detrás de mi espalda con el pretexto de abrir la ventanilla.

Y entonces llegó él. Brad Simpson., claramente estaba interesado en ella y se acercó a mí para saber cosas de ella, para que yo lo ayudara a conquistarla. Menudo imbécil.

Pensé en mandarlo al carajo y prohibirle a Lolo que se acercara a él. Pero ya estaba harta de fingir ante ella. Me gustaba demasiado, la deseaba demasiado., tenía que alejarla de mí. Brad parecía un buen chico, había investigado un poco y había llegado a la conclusión de que Brad valía la pena.

Si no la alejaba un poco de mí ahora, corría el riesgo de perderla para siempre. Cada noche que pasaba a su lado era un suplicio el no poder abrazarla o besarla con libertad. Siempre estaba el miedo de que ella descubriera los pensamientos libidinosos que me torturaban con solo oler el aroma de mi jabón en su cuerpo.

Pero antes tenía que saber si a Lauren le gustaba Brad. Tampoco iba a encandilarla por un chico que tal vez ni siquiera era su tipo.

Acepté verme con él para hablar de ella. Le contaba algunas cosas que a ella le gustaban, lo que no toleraba. No le contaba todo. Me guardaba los datos más importantes sólo para mí. Tampoco iba a permitir que él la conociera tanto o más que yo.

No le dije que susurraba cosas candentes mientras dormía, no le dije que le encantaba dormir de cucharita, tampoco le dije que despertaba con el cabello tendido sobre la almohada, ni que frotaba sus pies contra los míos para no pasar frío... y muchos detalles que yo descubrí con el día a día.

También me guardé el detalle del Sándwich con doble queso. Y que Adagio de Lara Fabián se había convertido en su canción favorita.

Tampoco le dije que a sus manos le encantaban tener un romance con las mías, bajo las sábanas, bajo la mesa, en cualquier lugar del mundo, en cualquier momento del día. Solo bastaba que estuviéramos juntas y nuestras manos vivían su propia historia.

_ ¿Te gusta?_ me dijo Lauren al verme saludarlo desde el barandal_ ¿Te gusta Brad?_ para nadie era un secreto que Brad me buscaba., ella tenía que enterarse en algún momento.

_ ¿te gusta a ti?_ respondí con miedo a la respuesta. Era el momento que había estado postergando_ Porque a mí se me hace muy guapo.

Se quedó mirando a Brad, mientras Brad la miraba a ella. Seguramente el imbécil pensó que en ese momento yo le hablaba de él _a mí también_ me dijo saludándolo con coquetería, mientras mi alma caía a mis pies_ es muy guapo.

_Pues una de las dos tiene que sacrificarse_ le dije sin mirarla, temiendo la respuesta, pero era necesario saber si Lauren estaba dispuesta a todo por tenerlo a él_ realmente me gustaría llegar a algo con Brad.

_ ¿Lo harías Tú?_ preguntó con una expresión tensa en todo el cuerpo_ consideremos que si él se acercó a ti ha de ser porque le gustas.

_Considerando ese hecho. Lo más lógico es que te sacrifiques tú_ respondí con rabia.

_Me gusta demasiado Camz_ me dijo clavando cada vez más hondo el puñal en mi corazón_ pero si te gusta... es tuyo.

_Entonces ve por él_ le dije con el corazón destrozado_ y más vale que lo consigas Lolo. Porque si lo dejas ir, yo voy a estar allí., lista para dar el siguiente paso.