Capítulo 6

8.8K 709 244
                                    

Clarke POV

Fue culpa de Raven, yo no quería emborracharme.

Cuando salimos Costia, Raven y yo de casa, lo que tenía pensado era evitar la mirada de ambas. Estaba segura de que, con una sola mirada, Raven ya sabría distinguir algún tipo de cambio en mí tras el beso con Lexa. Ella tenía una gran habilidad para eso, así que procuré mantenerme alejada de miradas curiosas.
Ellas no solían preguntarme a dónde iba cada anochecer, porque tampoco había muchos sitios a donde ir. El primer día les comenté que iría al acantilado. Costia sólo me dijo que tuviera cuidado de no acercarme al borde, y Raven que no fuera tan capulla y egoísta de decidir saltar sin ella. Supuse que, desde entonces, ambas sabían dónde pasaba una hora al día fuera de casa.

Íbamos de camino por el pueblo, y mientras Costia saludaba a todo aquel que se encontraba, yo sentía un extraño nudo en el estómago. No comí casi nada, así que podía atribuirlo a eso como excusa, pero me estaría engañando a mí misma. Era por el beso. El muy buen beso de Lexa. Me había gustado, demasiado.
Intenté no pensar en el demasiado, porque acabaría comparándolo con los besos de Bellamy y de Niylah. Incluso sabiendo que había sido mucho mejor, no quería admitírmelo, porque eso me llevaría a pensar en si me gustó tanto por ser un buen beso o porque fue Lexa quien me lo dio. Estaba segura de que, aun sabiendo que Raven besa muy bien, si hubiera sido ella no estaría tan nerviosa, porque tengo muy claro cuál es mi tipo de relación con Raven, y, hasta ese maldito beso, con Lexa también: éramos socias, por decirlo de alguna manera, y en un caso muy extraño y rebuscado, podríamos decir que amigas. La clase de amigas que hacen tratos para no rivalizar en una guerra constante, y yo estaba fenomenal con eso; soportando por un pacto a Lexa, quien estaba perdidamente enamorada de mi amiga, y a quien debía ayudar a conquistarla.
Ahora ella había añadido una extraña cláusula a nuestro trato invisible, con la que no estaba del todo de acuerdo.

Me sentía mal. Incluso sabiendo que Costia no estaba enamorada de Lexa, sentía que le robaba la novia a mi amiga, porque Lexa quería una relación con ella.

Dijo que no había estado con nadie por respeto a sus sentimientos por Costia, y me pareció admirable, así que el hecho de que me besara me ponía en una disyuntiva: ¿realmente no había estado con nadie y me había besado por un, digámoslo calentón momentáneo en el que se vio atraída por mí por ser amiga de su amor platónico, o simplemente me había mentido? Quizás sólo no había tenido relaciones de cualquier tipo pero sí besaba a quienes llegaban a atraerla. Por otra parte, todos en el pueblo se conocían desde pequeños, y Lexa y Costia eran las únicas chicas que no estaban interesadas en los chicos, lo que, prácticamente, suponía un vínculo entre ellas.

Pensé que a lo mejor Lexa se había enamorado de Costia por eso; era la única chica con la que podía tener algo en este lugar, y quizás al ver otra alternativa (o sea, yo, Clarke segundo plato Griffin) se había lanzado a probarlo. Pero no. Ella realmente amaba a Costia, más allá de otras alternativas. Era obvio en sus gestos y la forma en que la miraba, y conocía a mi amiga; era buena, inteligente, amable, graciosa y responsable. Cualquiera que viviera tantos años con ella acabaría deseando que fuera sólo suya.

Y aun así, no podía entender lo que estaba pasando entre ellas, y porqué Lexa me había metido a patadas para formar un extraño triángulo amoroso del que no deseaba formar parte.

- ¡Hola! Pensé que ya no veníais - saludó Octavia al vernos. Me sorprendió que estuviera alejada de su novio, pero procuré no mencionarlo porque podría dar lugar a una situación incómoda.

- Raven debió quedarse dormida en la ducha - expliqué sentándonos con ella. Ignoré la mirada molesta de mi mejor amiga -. Tuvimos que derribar la puerta para sacarla de allí.

Sonríe (Clexa)Where stories live. Discover now