Capítulo 10

9.2K 675 156
                                    

Clarke POV

El sexo con Lexa era el mejor que tendría en mi vida. 

Lo supe en cuanto tuve el primer orgasmo con sólo un par de caricias y muchos besos en mi cuello.
Ella parecía conocer mi cuerpo mejor que yo, incluso cuando era la primera vez que follábamos.

Esa tarde nos habíamos reunido un poco antes en el acantilado. Bellamy había vuelto a la ciudad el lunes por la mañana, y ya era jueves.

Dejé un par de días de margen para no sentirme una manipuladora o una fresca llamando a Lexa al día siguiente, pero fue ella quien comenzó a besarme de repente esa tarde, casi tirándome por el acantilado a causa de la sorpresa.

- ¡Cuidado, bruta! - golpeé su hombro.

- ¿Qué? Ni que te fuese a dejar embarazada por un beso - se burló atrayéndome para besar mi oreja -. ¿Acaso necesitas que te regale bombones para dejarme tocar tus bombones?

Contra toda mi dignidad, acabé riendo.

- No los rechazaría - continué la broma mientras acariciaba su espalda baja.

- Bueno, yo no hago regalos - dijo separándose para mirar mis labios y luego mis ojos.

Alcé una ceja, escéptica.
- ¿No haces regalos a nadie? - provoqué recalcando la última palabra.

Lexa estaba esforzándose por no parecer seria, con esa expresión recelosa que adoptaba cuando salía el tema de Costia.
- No.

- ¿Por qué?

- Porque nadie es Costia - respondió lo que esperaba escuchar.

Me consideraba algo masoquista al instarla a decirme que amaba a Costia, sólo porque en su voz sonaba más convincente que en mi mente, y porque eso era como pisar un freno en mi interior que no creía necesitar hasta que debía admitir que los besos de Lexa me gustaban mucho. Demasiado.

- Mmm... - ronroneé apartando la sensación de molestia que ardía en mi pecho, y la alivié con otro beso cerca de su clavícula -. Vale.

- Me gustas, Clarke - admitió con voz ronca. Quise detener el latido apresurado de mi corazón porque sabía lo que venía tras esa confesión -: Pero estoy enamorada de Costia.

Me di cuenta de que escucharlo a menudo no lo hacía menos molesto, y trataba de convencerme de que no me gustaba oírlo porque sabía que ese amor no era correspondido y sólo hacía daño a Lexa.

- Vale - repetí mirándola a los ojos.

Lexa pareció a punto de decir algo, pero cerró la boca, y cuando habló de nuevo, supe que eso no era lo que quiso decir en un principio.
- No vamos a pasar nuestro tiempo hablando de Costia, ¿vale?

Asentí y ella me besó de nuevo. La tensión de mis músculos disminuyó con una caricia suya por encima de mis hombros.
La temperatura subió cuando la mano de Lexa descendió de mi hombro a mi pecho y dio un suave apretón que me dejó con ganas de más.

- Vamos a mi casa - gruñó excitada contra mi mejilla.

Yo sólo pude asentir.

Habíamos entrado a trompicones tras recorrer rápidamente todo el pueblo evitando que cualquiera, y sobretodo Costia o Raven, nos vieran entrar en su casa.

No me besó en todo el camino, ni siquiera me rozó, pero lo compensó en cuanto entramos por la puerta y me puso contra el mueble de la entrada.

Sus manos me alzaron la camiseta, que acabó tirada en la entrada, y luego me llevó hasta el sofá, donde me despojó del resto de mi ropa y yo de la suya. No tuve tiempo de admirar su cuerpo.
Sus besos cambiaron de recorrido y acabaron donde más los necesitaba. El primer orgasmo, como he dicho, fue rápido. Admito que tenía muchas ganas y que las caricias de Lexa, a pesar de no ser, según ella, muy experta, eran...muy expertas.

Sonríe (Clexa)Where stories live. Discover now