Capítulo 22

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Lexa POV 

Costia y yo estábamos relajadas en el jardín de mi casa. Hacía un tiempo muy agradable para estar a finales de noviembre, y después de un fin de semana tormentoso, me negaba a no estar al aire libre, así hubiera un tornado o nevase. 

- ¿Has avanzado con Clarke entonces? - me preguntó tomando un sorbo del chocolate caliente que había preparado para ponerme las botas. No es como si me gustase compartirlo, pero me pareció de mala anfitriona negárselo cuando me pidió una taza.

Pensé detalladamente mi respuesta, y no porque no estuviera segura de que si hablar el tema con Costia era adecuado o no, sino porque no sabría dar una respuesta contundente y segura.

- La semana pasada fuimos a cenar - le conté -. Terminamos en comisaría y luego la invité a desayunar como disculpa. No sé si he avanzado algo o símplemente aceptó porque tenía hambre.

Costia alzó las cejas y sonrió divertida, pero también ligeramente extrañada.

- Una vez, cuando teníamos diecisiete años, Raven nos convenció para ir a la fiesta que daba una compañera de clase - comenzó a hablar mirando hacia sus manos, como si recordara exactamente aquel día -. Éramos menores y no podíamos comprar alcohol, pero le habían encargado a Raven ir a comprarlo. Clarke la acompañó. Nunca llegaron a la fiesta. Llamé a la madre de Clarke, preocupada. No sé cómo pero acabé yendo con ella a buscarlas a comisaría. Creo que fue la única vez que Abby se enfadó de verdad con Clarke, y Clarke con Raven. Con decirte que Clarke no le habló a Raven por una semana ya te puedes imaginar cómo de cabreada estaba.

- Quizá si la hubiera invitado al día siguiente a un Happy Meal la habria perdonado - bromeé para no delatar la sonrisa entusiasmada que tambalearía mi fachada de chica guay por la que las chicas se emocionan.

Pero Costia me conocía demasiado bien.

- Quizás no es un gran avance, Lexa, pero es mejor un pequeño avance que un retroceso - sonrió lentamente, como si supiera algo que yo no -. Además, me ha dicho que golpeaste a Niylah, pero no parecía enfadada por ello.

Costia me había mencionado que ella y Clarke se habían visto un par de veces, y aunque no era como antes, Clarke comprendía que no se puede elegir por quién sientes ciertas cosas. Que arreglasen su amistad era cuestión de tiempo, pero no me agradaba pensar que hablaban de mí; me resultaba incómodo. Tanto como que Niylah y yo habláramos de Clarke.

- Siempre soy yo la agresiva, ¿verdad? - bufé indignada -. No la golpeé, de hecho, podría considerar que ella golpeó mi pierna al tropezarse con ella.

- Tropezarse, eh - Costia me miró suspicaz.

- Vale, sí, lo admito - alcé las manos -: he atentado contra la vida de un mal bicho venenoso por el bien de la humanidad, ¿qué tiene de malo? Soy una superheroína.

- Eres una súper idiota - rió -, pero debió ser divertido.

Brindamos con el chocolate caliente y le conté con detalle cómo la cara de Niylah había besado el suelo.

Dos horas más tarde estaba perdiendo contra Gus al Tetris; su puntuación ya triplicaba la mía. Bueno, después de llamarme a mí misma "la reina del Tetris", esa derrota había sido casi tan humillante como perder al Fifa.

Sabía que Clarke trabajaba hasta las ocho ese viernes, así que decidí reunirme de nuevo con Raven, quien se había convertido en mi topo a la hora de espiar a Clarke y Niylah. Me aseguró que ya no se besaban y que Clarke nunca le dijo que hubiera más que besos inocentes de vez en cuando, normalmente iniciados por Niylah.

Estábamos en los columpios haciendo una competición para ver quién llegaba más arriba, y por fin volví a ser la Lexa triunfadora y ganadora de siempre.

Sonríe (Clexa)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang