Prólogo

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- ¿Por qué te vas?

- Mis padres se mudarán lejos y ya no podemos seguir viéndonos.

La niña lloraba mientras se aferraba a su vestido con las manos, sus colitas trenzadas la hacían verse tan adorable, que me sentí mal por dejarla.

- ¿A donde se van?- me preguntó.

- Se llama Ciudad Poker, al sur de Las Vegas.- le expliqué.- Papá dice que haya su negocio será mejor, por eso nos quedaremos allá, iré al mejor colegio y tal vez vaya a la universidad.

- ¡Yo voy a ir! ¡Iré a la universidad a buscarte!- dijo decidida.

- ¿De verdad?- me emocioné.- ¡Bien! ¡Entonces ya seremos adultos y podremos casarnos!

- ¡Si!- dijo quitándose su colgante con forma de corazón y lo rompió.- Toma.- me ofreció la mitad.- Cuando vayamos a la universidad lo usaremos y volveremos a vernos.

- De acuerdo.- acepté y al ver su sonrisa y mejillas sonrojadas, me di cuenta que era adorable para tener sólo siete años. Decidí hacer algo que había visto en las pelis de mi hermana y le di un beso en los labios, cuando me alejé ella estaba muy sonrojada.- Es nuestra promesa.

- ¡Mikael!- mi madre me llamaba desde el auto.- Ya es hora de irnos.

- Nos vemos algun día.- le dije antes de irme. La niña nunca me dijo su nombre, pero siento que no era necesario.

Subí al auto y me despedí con la mano, cuando dejé de verla me senté tratando de no llorar y me aferré al trozo de corazón, desde hace meses jugaba con esa niña y no tenía que ser el hijo perfecto que querían mis padres, sólo era yo mismo y nadie me decía qué hacer. Espero que el tiempo pase rápido y vuelva a ver esa niña de ojos dorados.

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- ¡Jacob! ¡¿Dónde estás?!...... ¡Ah ahí estás....! ¡Por Dios Jacob! ¡¿Otra vez tu madre te vistió de niña?!

Miré a mi padre mientras me secaba las lágrimas, mi amigo se había ido y no pude decirle que era un niño, pero estaba tan feliz de tener un amigo tan amable.

- ¿Por qué lloras Jacob? Bueno sé que tu madre es insoportable cuando te obliga usar sus diseños pero....

Me abracé a mi padre sosteniendo el colgante roto, algún día lo volvería a ver. Le diré la verdad y si realmente me ama....No le importará que sea un niño...Mi madre decía que el género no tenía nada que ver con el amor...Así que....Buscaré a ese chico y seremos felices juntos.

Los Ases de la Ciudad PokerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora