Or nah ➳ Jason McCann || +18

12. We'll play with you

Después de recuperarme del shock en que me había dejado McCann, no tuve otra opción que resignarme a bajar.

Mi cabello estaba aún un poco húmedo así que intenté secarlo lo mas que pude con la toalla, lo coloqué intentando cubrir la playera para que no se notaran demasiado mis pechos y me puse los tacones.

Salí de la habitación e intenté tranquilizarme, todo saldría bien.

Bajé las escaleras y caminé hacia la derecha como me había dicho el amigo de Jason, observaba todo y el lugar parecía la casa de alguno de mis amigos, muy lujosa y extrañamente tranquila. Seguí caminando y escuché risas que provenían de una habitación, la cocina.

Tenía miedo de acercarme más, pero no tenía opción así que junté todo el poco valor que me quedaba y entré.

Había 7 chicos al rededor de la mesa y al fondo estaba Melissa sentada en una silla, mirando hacía abajo a un plato de comida, parecía estar bien así que un peso se liberó de mí. Todos guardaron silencio cuando me vieron entrar y mi mejor amiga levantó la mirada, sus ojos se iluminaron y sonrío. Contuve el impulso de ir corriendo hacia ella o seguro todo terminaría mal.

-Siéntate acá.-Dijo uno de los chicos y señaló su entrepierna. Todos comenzaron a reír y contuve el impulso de gritarle hasta de lo que se iba a morir.

Jason giró los ojos y comenzó a hablar de algo con Mike, de un momento a otro fui ignorada por todos y me acerqué a donde se encontraba Melissa. Cuando llegue a su lado, la abracé y sentí que todo estaría mejor.

-Estás bien.-Le susurré y la abracé aún más fuerte.

-Tu también.-Ella estaba a punto de llorar, así que la solté y sostuve su cara entre mis manos.

-Todo estará bien, no llores.-La observé directo a los ojos e intenté transmitirle un poco de confianza.

-Así que ustedes chicas, ¿Han jugado juntas? Ya saben.-Dijo el chico que había subido a la habitación momentos antes.

-Si, cuéntenos detalles.-Dijo otro de ellos y Melissa sostuvo fuertemente mi mano, sabía que perdía rápidamente la paciencia y me enojaba muy fácilmente.

-Por la noche darán un pequeño show para nosotros.-Dijo Jason y una sonrisa torcida iluminó su rostro, la sangre me hervía y quería solo golpear su maldito rostro.

-No haremos una mierda.-Gruñí y todos me observaron, las sonrisas habían desaparecido de sus rostros.

-¿Qué dijiste pequeña zorra?-Jason se levantó de la silla donde se encontraba y rápidamente se acercó a mí.

Sentí que las piernas me temblaban, era apenas unos centímetros más alto que yo pero su musculatura y gran porte me imponían demasiado, haciéndolo parecer enorme.

-Dije que no haremos nada para ustedes, jodidos asquerosos.-Vomito verbal en el peor momento.

Sentí mi rostro arder, me había dado una bofetada. Quería llorar, salir corriendo o golpearlo de vuelta pero solo regresé mi mirada hacia él y apreté fuertemente los puños.

-¡Harás todo lo que yo te diga! ¿¡No lo has entendido!?-Gritó y me estremecí.

Me arrojó contra el refrigerador de un solo golpe y escuché como si algo se me hubiera roto.

-¡Dulce!-Escuché a mi mejor amiga gritar y uno de los chicos la tomó por el cuello.

-¡Déjenla!-Grité y sentí un fuerte golpe en mis costillas, McCann me había dado una patada.-Mátame, pero no la toques.-Gemí del dolor.

-Si es lo que quieres.-Dijo y sacó un arma de la parte trasera de su pantalón.

Apuntó hacia mí y mi cuerpo comenzó a temblar, todo había pasado demasiado rápido y todos estaban en silencio.

-Jack, llévala arriba.-Ordenó y el chico que sostenía a Melissa comenzó a jalarla del cabello, sacándola de la cocina y dejándome con Jason y los demás chicos.-¿Realmente quieres morir?-Se arrodilló frente a mí y comenzó a pasar el arma por mi brazo, se sentía fría y me daba escalofríos sentirla tan cerca, subió por mi cuello y terminó poniéndola justo en mi frente.

Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y cerré los ojos cuando escuché que le quitó el seguro, me iba a matar.

-Jason, no lo vale.-Uno de los chicos habló.-Son cinco millones de dólares hermano, no lo arruines.

La presión que había en mi frente disminuyó y comencé a llorar, no pude contener más las lágrimas.

-¡Cállate!-Gritó McCann y me golpeó con el arma, sentí la sangre en mi boca y me quedé en silencio.-Vuelve a retarme y te mataré, pequeña Dulce.-Me susurró y se levantó.-Ahora, ya que no quieres darnos un show junto a tu amiga, lo harás tú sola.-Me levantó del piso y me cargó, observé como todos reían y hablaban entre ellos mientras Jason caminaba conmigo en sus brazos.

Entramos a un cuarto que estaba rodeado por sillones que formaban un círculo, en el centro de éste no había absolutamente nada.

Me dejó caer en medio del círculo y todos se sentaron en los sillones, Jack, el chico que se había llevado a Melissa, entró al ultimo y se sentó también.

La habitación tenía una luz tenue, los sillones eran de cuero negro y cerca de estos había varios contenedores transparentes, en éstos se encontraban cosas que parecían condones, lubricantes y otra cosas que no logré definir.

-Muy bien, ahora serás lo que tanto anhelabas querida.-Dijo McCann.-Solo que ahora no lo harás por dinero o placer, lo harás por tu vida.-Sonrío.-Y por la de tu amiga.

Mi vista se nubló y contuve las lágrimas, intenté levantarme pero tenía un fuerte dolor en la espalda.

-Eres un hijo de puta McCann, creo que has roto más que una cama.-Mike estaba riendo y todos le siguieron.

-No sé, pero quiero romperla por completo.-Dijo uno de ellos hablando de mí como si no estuviera ahí, aún sentía el sabor a sangre en mi boca.

McCann me miró y sacó algo de uno de los contenedores, me lo arrojó y lo observé.

Era una botella de agua sabor fresa.

-Tómate eso, no quiero que me llenes el pene de sangre.-Comenzó a reír.

La bebí como me había ordenado y sentí mi cuerpo adormilarse completamente.

-¿Qué... es esto?-Logré articular.

-Sentirás todo, pero no podrás moverte.-Respondió.-Estás a mi merced.

Se acercó a mí y me desvanecí en el suelo, sin poder moverme o decir nada.

-Vamos a jugar contigo.-Susurró en mi oído y algunas lagrimas salieron de mis ojos.

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