19. I'll protect you

14.2K 978 258
                                    

Mientras terminaba de maquillarme, sentía como las manos me temblaban ligeramente, había demasiada seguridad como para que Jason pudiera cumplir su amenaza, pero aún así, existía la posibilidad.

Hoy usaría un vestido que había comprado color rojo de satín, así como el conjunto de ropa interior que Nate había elegido, maquillaje cubriendo las marcas provocadas por Jason que aún estaban visibles y tacones de 12 centímetros color rojo.

Me levanté del pequeño banco que estaba frente al tocador y me observé en el espejo, me veía realmente bien.

-¡Nate!-Grité, quería su opinión y que viera de lo que se estaba perdiendo.

Entró rápidamente al cuarto y giró los ojos al verme frente al espejo.

-Creí que estabas en peligro.-Estaba a punto de cerrar la puerta.

-Necesito tu opinión, ¿Qué piensas?-Volteó a verme y recorrió mi cuerpo con su mirada, me estremecí.

-Demasiado corto, apuesto que te agachas y se te verán las bragas.-Negó con la cabeza y comenzó a reír.

-¿Qué mierda te causa tanta gracia?-Crucé los brazos haciendo que mis pechos resaltaran más.

Dejó de reír y se puso serio.

-Pareces una prostituta de lujo.-Se acercó a mí y retrocedí por impulso, cuando se acercaba no sabía si era para algo bueno o algo malo, pero solo se mantuvo a unos centímetros de mí.-Tienes 17 años, no 30, no entiendo porque usas tanto maquillaje.-Levantó mi mentón con su mano.-Las zapatillas te hacen ver más alta pero te apuesto que estás muriendo por quitártelas.-No quería que me dijera lo obvio, así que tan solo me volteé.

Me sostuvo de la cintura y juntó mi espalda con su pecho, estaba demasiado cerca y podía sentir cada centímetro de él.

Pasó una de sus manos por mi brazo y la piel se me erizó completamente.

-Eres tan inexperta que el más mínimo roce te estremece.-Susurró en mi oído.-Finges ser una perra mala pero eres un corderito indefenso.-Recorrió mi escote con un solo dedo y sentí mis pezones reaccionar.

Levantó mi vestido y dejó al descubierto mis bragas, después me lo desabrochó y cayó lentamente por mis brazos y luego por mis piernas que lucían más largas por los tacones, para al final terminar en el piso.

-¿Él te hizo esto?-Pasó sus dedos por las marcas y moretones que aún se notaban.

-Si.-Susurré, su toque me estaba matando.

-¿Entonces por qué sigues respondiendo sus llamadas?-Mordió el lóbulo de mi oreja.

-No sé de que hablas.-Respondí insegura.

-Sabes de lo que hablo Dulce... contestas sus llamadas y no le has dicho a tus padres o a la seguridad. ¿Te gusta que te golpeen?-Sostuvo fuertemente mi brazo y me quejé, dolía.

-No.-Me intenté zafar de su agarre y salí de mi ensoñación.

-¿Quieres saber por qué no me meto con niñas de papi?-Me volteó y quedé frente a él, sus ojos estaba oscuros y lucían terroríficos.

-Yo... No te volveré a molestar.-Logré articular, esto no me gustaba en absoluto.

-¿Esto es lo que querías, no?-Besó mi cuello bruscamente e intenté alejarlo, pero fallé, era demasiado fuerte.

-No, no, basta.-Me resistía pero todo provocaba que Nate hiciera su agarre más fuerte.

-Ten cuidado con lo que deseas Dulce.-Me soltó y salió del cuarto.

Mi respiración estaba acelerada, mis ojos llorosos y los brazos me ardían.

-¡Hijo de puta!-Grité y me dejé caer en el suelo.

Tomé el vestido en mis manos y me levanté, debía estar bien, yo estaba bien, nada podía hacerme daño, me repetía esto tantas veces como podía, necesitaba creérmelo.

Terminé de vestirme y salí del cuarto, la música comenzaba a retumbar por todos lados y en cuanto bajé las escaleras con una gran sonrisa en el rostro, fui recibida con gritos y silbidos de mis amigos, salude a todas las personas que se me acercaba y fingía no sentirme incómoda con la presencia de Nate todo el tiempo tras de mí.

Necesitaba a Melissa a mi lado, pero había salido del país con su familia y ahora estaba sola, con personas que fingían estar felices por mí y con un guardaespaldas sádico siguiéndome todo el tiempo.

Me hacían preguntas como "¿Qué se sentía ser secuestrada?" Y las chicas insistían en sí mi secuestrador era guapo, por supuesto que siempre lo negué, jamás les diría la verdad o les hablaría de Jason.

Necesitaba olvidarme de todo, así que muchos tragos de Vodka y Whisky después comenzaba a sentirme más tranquila, parecía que todo comenzaba a no importarme y eso me gustaba, pero como todo lo bueno, no duró demasiado.

-¡Hermosa!-Gritó Cameron y rodeé los ojos, no necesitaba esto.

-No sé cómo mierda lograste entrar, pero en definitiva no estabas invitado.-Caminé y me sostuvo del brazo.

-Cariño, te extrañaba.-Me abrazó e intenté zafarme.

-¿Todo bien señorita?-Nate se acercó y Cam comenzó a reír.

-¿Señorita? ¿Acaso no has intentado tirártelo ya?-Siguió riendo, estaba borracho, probablemente más que yo.

Varias personas voltearon a vernos y sonreí, él no me arruinaría este momento.

-Tendré que sacarlo si no se calma.-Nate lo tomó del brazo y Cameron lo alejó bruscamente.

-No me toques idiota.-Se tambaleó un poco y me jaló junto a él en el proceso.

Las zapatillas no ayudaron en absoluto, intenté mantener el equilibrio pero terminé resbalando y cayendo, rompiendo la copa que contenía whisky en el proceso y cortándome escandalosamente la mano.

Todos se quedaron en shock y parecía que Nate moriría, me tomó en brazos y subimos a mi habitación.

La música siguió sonando e intenté ignorar el ardor que me recorrió la palma de la mano.

Nathaniel entró al cuarto de baño y sacó el botiquín, comenzó a limpiarme y gemí de frustración, todo parecía salirme jodidamente mal.

-No más fiestas Dulce.-Comenzó a reír y lo seguí.

-Está bien.-Cerré los ojos un momento y tranquilice mi respiración.

-Te protegeré, lamentó esto.-Junto los labios y siguió curando mi herida.-Actué como un idiota y se supone estoy aquí para protegerte, no para asustarte.-No me dirigió la mirada en ningún momento pero parecía sincero.

Terminó poniendo una venda que cubría mi mano y se alejó de mi lado para dirigirse al armario.

-¿Qué haces?-Dije mientras observaba cada uno de sus movimientos.

Tomó una pijama y se acercó de nuevo a mí, ¿Es en serio Nathaniel?

Me quitó las zapatillas y bajó el cierre de mi vestido, cuando me dejó semi desnuda cubrí mi cuerpo con mis brazos.

-¿Desde cuándo eres tan tímida?-Sonrío y me sentí con un poco más de confianza.

Me levanté y comencé a ponerme la pijama, la cual consistía en un pequeño short y una playera larga, tenía mucho tiempo que no usaba eso.

-Descansa.-Dijo mientras salía de la habitación.

Me acosté en la cama y sonreí, tal vez no era tan malo como pensaba.

||

¿EN QUÉ MOMENTO LLEGAMOS A 26k? OMG ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!

150 votos y 70 comentarios para el siguiente capítulo 💕

Or nah ➳ Jason McCann || +18Where stories live. Discover now