24. Scary

14.9K 1K 731
                                    

Llevaba dos días sin comida o presencia humana cerca de mí, desde que había llegado a la mansión me habían encerrado en un cuarto que apenas y tenía un baño, había buscado cualquier forma de escapar pero la única ventana que había era demasiado pequeña y la del baño aún más, tomaba agua del grifo y aunque me parecía asqueroso, era mi única opción.

La única ropa que tenía era la playera que Mike me había dado y la única cosa que me salvaba del fuerte frío que inundaba el cuarto por las noches era una pequeña sabana que cubría el colchón de la cama.

Era probablemente muy tarde, la luz del día se había esfumado hace ya varias horas y yo estaba arrinconada en una esquina de la cama, temblando de frío y con los ojos totalmente hinchados de tanto llorar.

Era mi castigo por haber sido una perra con Jason, mentirle y hacerle creer que me había acostado con Nate... al pensar en Nathaniel las lágrimas inundaban más mis ojos.

Sentí un dolor en el vientre y corrí al baño pensando que tal vez serían cólicos anunciando que mi regla estaba por llegar, lo único que me faltaba.

Bajé mis bragas y las noté con un pequeño rastro de sangre, comencé a maldecir y a pensar en cómo mierda le diría a alguien que necesitaba tampones o toallas, en este lugar solo había chicos y había sido ignorada los últimos dos días.

-¡Ayuda!-Grité mientras salía del baño y me recargaba en una pared cercana. Rogaba por qué alguien me escuchara y sobre todo, que alguien quisiera ayudarme.-¡Por favor!-Grité más fuerte, tal vez si pensaban que estaba muriendo o algo, me harían caso.

Escuché pasos provenientes del pasillo y alguien abrió la puerta, me quedé parada observando quién vendría en mi ayuda y mi cuerpo se relajó al saber que era Jason.

-¿Qué mierda?-Dijo mientras me observaba con el ceño fruncido.-¿Qué te pasa?

-Necesito algo.-Susurré y giró los ojos, cuando estaba a punto de cerrar la puerta de nuevo, lo tomé del brazo y rogué por qué se quedara, verlo a él era mejor que estar totalmente sola.

-¿Qué quieres?-Dijo mientras me veía con fastidio.

-Necesito...-Susurré incómoda.-Ya sabes... cosas de chicas.-Murmuré apenas audible, era normal lo que ocurría pero decirlo resultaba incómodo.

-Uhm... ya, está bien.-Dijo mientras se frotaba la nuca tímidamente.

-¿Ya podré salir de aquí?-Bajé la mirada temiendo su reacción.

-Discúlpate.-Cruzó los brazos y se irguió imponentemente ante mí.

No dejaría que mi estupido orgullo provocara que me dejara encerrada más tiempo aquí, yo no debía disculparme de nada pero tenía que hacerlo.

-Lo siento.-Suspiré y mordí mi labio inferior.

-Bien. Ve al cuarto del final del pasillo, hay ropa de tu talla, zapatos y... lo que necesitas.-Me observó y sentí como me desnudaba con la mirada, apuesto que ni siquiera le importaba que estuviera con la regla.

-Gracias.-Sonreí y pasé a su lado sin tocarlo antes de que algo se nos saliera de control y me dirigí al cuarto que me había dicho, cerré la puerta tras de mí y comencé a observar todo.

Era muy bonito, mucho más espacioso que el cuarto en que me encontraba antes, la cama era grande y estaba cubierta por una gran colcha azul, los muebles eran blancos y otros negros, había un gran closet y una puerta que seguramente llevaba al baño, no había ningún tipo de decoración lo que lo hacía parecer elegante y una televisión de pantalla plana cubría parte de la pared.

Or nah ➳ Jason McCann || +18Where stories live. Discover now