16. su corazón contra mi pecho

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16. su corazón contra mi pecho (sus labios apretados en mi cuello)

Aquel parque fue frecuentado por los dos jóvenes cada noche de cada viernes que quedaba de otoño, las hojas bailando sobre sus cabezas y cayendo a sus pies mientras que sus propios corazones caían a los pies del otro. Aquel tobogán abandonado y esos columpios oxidados fueron testigos de infinitos besos que en algún momento se tenían que terminar llegadas las altas horas de la noche y las brillantes y cálidas risas que cortaban el frío de sus venas.

Alec no podía decir que era su lugar especial, porque en realidad ya tenían un lugar especial: el desván de la biblioteca. Allí pasaban junto todos los recreos, almorzando y charlando, riendose en bajito para que Tessa no les pillara y haciendo deberes atrasados con la ayuda del otro.

Fue en uno de esos descansos entre su clase de matemáticas y su clase de música, la lluvia resbalándose por los huecos que la gran y pesada cortina dejaba ver del ventanal, cuando Magnus se estaba riendo tan, tan, tan fuerte, que Alec le tuvo que callar con un beso.

"¿A qué ha venido eso?" Preguntó Magnus, sus labios aún fruncidos y sus cejas juntándose en el centro.

"A nada. Solo quería besarte." Sonrió Alec, bajando la mirada a sus apuntes de Literatura. A última hora tenía examen, y casi no había estudiado.

Estaba tumbado sobre su estomago, en el cálido suelo de madera, jugando entre sus labios con el extremo del lápiz, mientras repasaba los apuntes sobre la Ilustración.

Magnus estaba apoyado contra la pared, bebiendo un zumito, pareciendo un niño mientras sorbía de la pajita. No le quitaba los ojos de encima a Alec, su cabello siendo un nido sobre su cabeza y la sombra de sus pestañas descansando en sus rosadas mejillas.

"Alec..."

"¿Sí?"

Magnus pareció pensar mejor lo que iba a decir y finalmente negó con la cabeza. Parecía un poco molesto.

"Hey, ¿estás bien?"

Magnus no respondió, por lo que Alec se incorporó hasta estar de cuclillas frente al moreno. Este seguía sus movimientos con su mirada dorada. Podía oler sus nervios a poca distancia.

"Sabes que puedes contarme cualquier cosa, ¿verdad? Estoy aquí para lo que necesites, al igual que tú estás para cuando yo lo necesito. No me apartes, por favor." Dijo Alec, ojos como lagunas salvajes rodeados de una gris tormenta. Magnus asintió con vacilación, dando a entender que sí, que lo sabía.

"Aún no estoy preparado." Admitió finalmente, acariciando su brazo a través del gordo jersey.

Alec frunció el ceño al darse cuenta de que Magnus siempre llevaba chaquetas y jerseys de mangas muy largas, grandes, que ocultaban casi todo su cuerpo. Era como si Magnus no quisiese ser visto en ningún sentido.

Quería preguntárselo, temiendo lo peor cuando una mueca de dolor cruzó los rasgos de Magnus cuando frotó demasiado fuerte sobre la ropa. Pero, él sabía, que Magnus aún no podía hablar de ello con él.

"Bueno, cuando lo estés, seguiré aquí." sonrió Alec, un hoyuelo formándose en el borde de su boca. Dejó un lento y pequeño beso en los labios de Magnus y después le miró con un puchero en los labios. "Ahora... ¿me ayudas con Literatura?"

"¿Por qué debería hacerlo?" preguntó burlón Magnus, dejando a un lado el momento de vulnerabilidad que había pasado.

"Porque si suspendo este examen, mis padres me encerraran estudiando y no verás mi cara de ángel nunca más. Con lo dramáticos que son, me mandarían a un internado en Irlanda."

I think I'm in love again « malecWhere stories live. Discover now