I think I'm in love again « malec

23. soy honesto y sincero

23. soy honesto y sincero (al decir que estoy locamente enamorado de él)

Magnus ya casi se había recuperado del todo, por lo que el mismo decidió volver al instituto para acabar su último curso antes de la universidad. Tenía muchas ganas de ver a todos sus amigos y pasar tiempo con Alec, pues todas aquellas mañanas solo en la habitación le aburrían muchísimo.

Entró en el instituto junto a Simon y Raphael, y enseguida algunos alumnos se giraron a mirarlo.

¿Por qué no lo harían? Era el novio del capitán del equipo de fútbol y, para su mal gusto, el niño maltratado por su padre borracho.

A decir verdad, a Magnus no le gustaba hablar, ni siquiera pensar, sobre su padre. Era un tema tabú. Alec había intentado hablar de ello con él, pero Magnus se había cerrado enseguida en banda. Prefería encerrar a sus demonios en una caja que dejarlos salir para que volviesen a torturarle.

"Me siento una estrella del porno con tantas miradas" Susurró Raphael en su oído, y Magnus no pudo evitar reír. Raphael le guiñó un ojo, satisfecho de haber alegrado a Magnus, y agarró la mano de Simon, dedicándole una resplandeciente sonrisa.

"Podrías serlo, cariño" Simon dijo descaradamente, relamiéndose los labios.

Raphael sonrió de lado, mirando con las cejas alzadas a Simon.

"Si no fuera porque el entrenador está haciendo allí fotocopias, te besaría ahora mismo" Raphael le susurró al oído y Simon se puso rojo con otra cosa que Magnus no llegó a oír.

"¿Qué tiene en contra del amor y los mimos ese hombre?" Se quejó Raphael cuando dejaron a Simon en su clase de matemáticas y los dos amigos fueron a historia.

"No lo sé, pero puedes preguntárselo a Clary en la comida, ya que es su padrastro." Magnus comentó, sacando su libro, sentado junto a la ventana.

"¿Soy yo o todos los amigos de tu novio el pijo tienen familia en el instituto?" Raphael le codeó con diversión.

"No le llames así" se quejó.

"Pero es que es un maldito pijo. ¿Has visto como va peinado y como anda?" Raphael se carcajeó. "Parece recién salido del Upper East Side de Nueva York."

"No le veo nada de malo a eso."

"Tú no le ves nada de malo a Alec, tonto enamorado."

Magnus puso los ojos en blanco. "Cállate."

"Y, entonces, ¿qué tal estás con él?" Preguntó Raphael.

Magnus no pudo evitar mostrar una sonrisa bobalicona y enamorada, por lo que agachó la cabeza y jugó con la lapicera entre sus dedos. Tenía muchas ganas de que llegase la hora del recreo para así poder ver a Alec...

El día anterior solo le había visto unos pocos minutos, pues los padres de Alec habían vuelto de su viaje durante un día por unos problemas con uno de sus socios, pero se habían vuelto a ir en la mañana. El caso era, que llevaba más tiempo de lo posible sin ver los hermosos ojos marinos de Alec, y no podía más con la espera.

"Estoy loco por él." Confesó con las mejillas arreboladas y el labio inferior apresado entre sus dientes.

La campana de inicio de clase sonó, los alumnos más retrasados entrando a toda prisa y suspirando de alivio al notar que aún no había llegado el profesor. Magnus se recostó contra el asiento de su silla.

"Es como... Cada vez que estoy con él, siento malditos elefantes en el estómago y no puedo dejar de sonreír como un idiota. Hay veces que él se queda pensando, mirando a la nada, y no puedo evitar mirarlo, y pensar, joder, es el chico más hermoso del mundo. Él me hace reír, a veces me saca de mis casillas y me abraza con tanta fuerza, como si pensara que en cualquier momento me fuera a desvanecer. Pero lo comprendo, porque yo también pienso en la posibilidad de perderle, y se me rompe el corazón. Desde hacía mucho tiempo, mi corazón había sido frío como el hielo, pero Alec consiguió calentarlo y devolverlo a la vida." Magnus tragó saliva y Raphael le miraba sin pestañear. "Raphael, él es una de las cosas más importantes en mi vida, no se que haría si... Si de repente cambia de opinión sobre nosotros. Él es tan bueno, tan inteligente... Que a veces me encuentro pensando qué mierdas hace con una persona como yo. Pero luego veo como me mira, y me pregunto si en verdad soy tan especial como él me ve. Me tiene completamente loco."