Nuestro Bebé ✿ HopeV

✿ Capítulo 41: Cásate conmigo

♡Capítulo dedicado a: Sofitauniverse2001♡

HoSeok

— ¿Qué?... ¿Estás loco?

Negué lentamente con mi cabeza.

— ¡HoSeok no puedes pedirle matrimonio a TaeHyung, ni siquiera han oficializado nada!

Asentí con otro movimiento de cabeza.

— ¡Qué mierda! ¿Estás con TaeHyung? — volvió a gritar, pero esta vez un poco mas confundido, JungKook.

— Somos novios — dije tranquilamente.

Los ojos de mi amigo se abrieron en par, asombrándome un poco, pues nunca lo había visto de esa manera.

— ¡Qué! ¿Cuándo ocurrió eso? — dijo, esta vez un poco más calmado, golpeando mi escritorio.

Rodeé los ojos y me levanté del sillón.

— Ya llevamos dos semanas — mi amigo abrió ligeramente la boca. — y antes de que digas que es muy poco tiempo, quiero decirte que ante todo tenemos un bebé en camino y que ya nos conocemos cuatro meses, por lo tanto solo quiero que me acompañes a escoger el anillo de compromiso.

Mi amigo parecía dudarlo, pero luego de hacerle un puchero, terminó aceptando. Le sonreí y solo atiné a tomar su mano y jalarlo hasta la salida de la empresa.

— Entonces ¿Cómo piensas pedírselo? — me preguntó JungKook, mientras yo trataba de concentrarme en la carretera.

— No sé — confesé algo avergonzado — Quería que me dieras una idea.

— ¿Quieres una idea? — asentí. — Bueno... Puede ser con una cita... O a la luz de las estrellas, o incluso en la casa de sus padres..

Negué lentamente al escuchar padres en esa oración.

— No me llevó bien con su madre — dije, mientras entraba al estacionamiento de las mejores joyerías del país.

— Entonces te recomiendo una cena. — dijo sin más al terminar de estacionarme.

— Gran idea, pero ahora quiero que me ayudes a escoger uno de los mejores anillos. — dije, mientras desabrochaba mi cinturón y posteriormente bajaba del auto. JungKook hizo lo mismo y caminamos juntos hasta la puerta principal.

Al entrar me deslumbre con la cantidad de joyas y argollas que había en ese lugar, y al parecer JungKook también, pues su asombro se notaba desde lejos.

— ¿Y...? ¿Cuál piensas comprar? — volvió a preguntar mi amigo.

Caminé por los alrededores de toda la tienda observando cada argolla y aún no lograba decidirme ni por una ni por otra.

— Disculpe Señor... ¿Lo puedo ayudar en algo? — me devolví  hacia la voz y una bella chica me sonreía. Asentí.

— Quiero una argolla de compromiso, que no sea simple, pero tampoco algo llamativo.

Ella pareció entenderlo, pues de pronto comenzó a caminar en dirección contraria. Caminé detrás de ella, hasta que estuvimos en una habitación algo pequeña, que contenía más joyas que la misma tienda en general.

— Esta de aquí... — señaló un anillo a travez del cristal que los contenía. — está bañado en oro y si se da cuenta tiene un gran diamante de diez kilates

Tal como dijo aquella vendedora, el anillo era de oro y tenía esa hermosa piedra en medio, pero yo no buscaba eso. Ella pareció notar mi inconformidad y avanzó hacia otro anillo.