Capítulo 9

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Nico había pasado una tarde agradable con su padre, pero ya era momento de regresar a casa, ya que el joven tenía trabajo el siguiente día. José estaba un poco enojado con su hijo, porque no apareció casi la tarde entera. También le contó que estaba con un chico bastante simpático, y Nico estaba atormentando al pobre de su padre, con las preguntas que este le estuvo haciendo, pero nada alarmante.

Antes del chico irse del asilo este le dijo a su padre;

-¡Ay Papá! cómo lamento que no hayamos pasado el día como lo tenía planeado. -Se excusaba el joven apenado.

-Por lo menos, viniste a verme, y eso es importante para mí. ¡Que te vaya bien Nico! Y te me cuidas mucho, ¿si?
-Su padre siempre hacia de protector, a pesar de que su único hijo ya tiene 26 años.

-¡Ay papá! tu si exageras, pero gracias. Tú también te me cuidas, ¡te quiero! -Dijo este y le dio un beso en la frente a su padre. Para luego marcharse a la salida.

El hombre sentado en su silla de ruedas comenzó a sollozar, al saber que estará solo de nuevo, y no sabrá cuándo volverá a ver a su pequeño.

Nico por igual al salir de asilo comenzó a llorar, era de esperarse que los dos se extrañaran, son padre e hijo, y son muy unidos, pero por el bien de hombre tenía que estar aquí para tener los cuidados que Nico no podría darle en su departamento.

Luego de salir de allí, el joven se dispuso a ir a la terminar de buses que lo llevaría de vuelta a su realidad.

*****

En cambio Luigi llegó muy agotado del largo viaje de 3 horas y media que tuvo. Sentía que necesita tirarse a la cama, y no despertar jamás, pues según lo que le había dicho el Dr. Enger; si quiere que su atracción por Nicolás pase, tiene primero que salir de dudas con respecto a su preferencia sexual. O sea, preguntarle al chico si es o no es gay. Por otro lado, también tenía que arreglar las cosas con mía, aunque las cosas con ella estuvieran de lo peor.

Luego de darse una ducha, se dispuso a calentar su cena y a preparar su almuerzo de mañana, no tenía muchas cosas en su refrigerador, pero lo poco que tenía con eso bastaba en hacer una buena cena. Minutos después su celular comienza a vibrar con el pantallazo de su novia, este no estaba por hablar con nadie; pero como era su novia, tenía que tratar de arreglar las cosas.

Conversación telefónica........

-¡Bueno! -Hablo Luigi sin dejar de hacer lo que hacía en la cocina.

-Hasta que por fin contestas desgraciado. -Su novia hablaba en un tono alterado-. ¿Dónde demonios estabas? ¿Por qué no contestabas mis llamadas?

-Mía.....

-Te estaba llamando desde ayer en la tarde, y no contestabas ese teléfono. ¿Que acaso andas con otra? ¿O es que te fuiste muy lejos con tu amiguito, "el marica"?

-Mía, ¿Me dejas hablar? ¡Por favor!

-Te fuiste con él a otra ciudad, no te voy a perdonar esto Luigi hurtan. Eres un desgraciado, un mal parido, por eso tu hermanos te........... -El joven colgó antes de escuchar la palabra que ella iba a decir.

Fin de la llamada telefónica............

Lo menos que Luigi quería escuchar, eran los berrinches de su loca novia. Por eso cuando le colgó, decidió apagar su celular para no recibir ninguna llamada de parte de ella.

El joven tuvo una cena agradable, dejo todo preparado y se fue directo a su cama para dormir.

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Mi compañero de Trabajo [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora