Capítulo 23

2.3K 183 5
                                    

—Muchas gracias Sra. Albinson, el domingo estaremos allá sin falta. —Se despidió Luigi parado frente a la ventanilla de la limosina de la mujer.

—Perfecto, espero y no me fallen. —Advirtió la mujer y subió el vidrio de su lujoso auto para avanzar.

—Esta no te la voy a perdonar. —Amenazó Nicolás muy enojado.

—¿Solo por qué  acepté una invitación para su casa? Nico, ¿no me diga que estas molesto por eso?

—Luigi, ¿no te diste cuenta de algo? —Preguntó Nico al momento de subirse al auto de su pareja.

—¿Darme cuenta de que amor? —Pregunta el pelinegro medio curioso sin dejar de mirar hacia el frente.

—¡Esa mujer te estaba comiendo con los ojos!

—No entiendo. ¿De qué estás hablando Nicolás?

—Lo que estás escuchando.  Porque luego que llegamos de hablar en privado, ella dejó de insistir como lo hizo al principio. ¿Y no te diste cuenta que por cualquier cosa te hacía preguntas del montón?

—Bueno amor, supongo que lo hacía para conocernos mejor. Además, recuerda que tú me pediste que no dijera que somos pareja. No entiendo de qué te quejas amor.

—¿Ahora me hechas la culpa de que yo estoy negando nuestra relación?

—Bueno Nico, ya tenemos casi un mes que somos novios, y nadie más que tu padre y mía no sabe nada.

—lo sé amor, pero lo he estado haciendo por ti. Es que como tu... —hace una pausa—, bueno tu...

—¿Qué tratas de decir amor?

—Bueno, es que tú estuviste con una mujer por más de tres años, y lo que no quiero es que seas objeto de acoso de tus amigos y conocidos. —Comentó el castaño apenado. Luigi lo miro de un pronto.

—¿De veras piensas que me puedo avergonzar por eso amor? —Preguntó el chico. Nicolás asintió apenado.

—Amor, ¿cómo me puedo yo avergonzar de nuestra relación? Es más, lo que más quiero es disfrutar de este amor que siento por ti. Porque lo importante aquí, es que te amo, y tu igual me amas ¿No es cierto? —Nico asintió.

—Más que a nada en este mundo, quiero estar contigo hasta que me muera.

—No digas eso amor, porque si tu mueres, no sé lo que haría sin ti. —Exclamó el Luigi y le planto un beso en los labios.

********

—¿Dónde andabas Carlos? —Preguntó la señora Albinson al ver a su abogado llegar a su sala.

—Estaba visitando a una amiga, que hace tiempo no veía. —Anunció el hombre llegando hasta donde estaba la señora y tomo asiento—. ¿Cómo estuvo la cena con su hijo?

—No muy bien, el muchacho está resentido conmigo. Pero no lo culpo, su padre le metió muchas ideas en la cabeza. Viejo decrépito.

—Entonces, ¿qué hará?

—Por lo pronto haré una cena este fin de semana, invite a mi hijo y su amigo.

—¿Amigo? Entonces el muchacho no fue solo.

—No, fue acompañado. Al principio pensé que era como novios o no sé, pero luego hablando con ellos me aclaro el panorama.

—Por como hablas, parece que ese muchacho te gustó.

—¿Qué dices?

—Luisa, pero si en la cara se te nota que ese chico te gusto mucho, ¿qué fue lo que hizo para que estés así por él?

Mi compañero de Trabajo [Editando]Where stories live. Discover now