Capítulo 22

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—Amor, ¿Estas nervioso? —Pregunta Luigi sin dejar de mirar la carretera.

—¿Cómo crees que yo este? El hecho de que vea a mujer que me dio la vida y luego me abandono. Es muy fuerte para mí. —Espeto el castaño muy decepcionado, el pelo negro le tomo de la mano para darle apoyo a su pareja.

—Amor, se como debes de sentirte. No es fácil para una persona encontrarse luego de tantos años a la persona que le pudo dar todo el amor del mundo.

—Eso es lo que más me enoja, ¿Por qué justo ahora que soy feliz tiene ella que aparecer? —Nicolás se puso a sollozar en silencio, y Luigi igual sufría en silencio a ver a su novio llorar por lo que le está pasando.

*****

Mientras tanto, mía se encontraba sentada en la sala de su departamento a la espera de la llegara de la persona que estaba esperando en ese momento. El pelo rojo estaba solo en su bata de dormir ya que ella estaba muy provocativa para la llegada de aquella persona misteriosa. Pero mientras los minutos se pasaban, mas aumentaba la impaciencia de la chica ante la llegara del hombre.

—¡Dios! ¿Por qué se tarda tanto? —Se dijo ella misma con cara de enojada porque cree que el la dejo plantada.

Esta tarde mientras la chica trabaja recibió una llamara misterioso de un hombre que lo único que le dijo que "esta noche te iré a visitar a tu casa" y luego colgó. Aunque claro ya había reconocido la voz que le hablo en ese momento, a lo que ella daba a entender que el estaba en la ciudad y quería verla.

La impaciencia de la peli roja ya se estaba llegando al tope que hasta se puso a dar vueltas como una loca dentro de departamento. Tenía un vaso de whisky en la mano, tomando de a poco a poco, mas al rato suena el timbre y en su rostro se formo una sonrisa muy burlona. Ella deja el vaso en una mesita de la sala y luego va a abrir la puerta hasta que;

—¿Por qué tardaste tanto?

*******

Los jóvenes llegaron al lugar donde se citarían con la madre de Nicolás (si es que así se le puede decir a una mujer que abandona a su hijo) nico estaba totalmente nervioso, para él no era fácil ver a la persona que en su vida le había visto su rostro y de que lo único que él ha sabido de ella fue que lo abandono sin razón. Ellos entraron al restaurante que estaba en lo más alto de Manhattan, y luego;

—¡Buenas Noches! —Saludo un señor de unos 30 o 40 años. —¿Tienen reservación?

—¡Sí! —Afirmo el joven castaño. —Con la señora "Luisa Albinson" —Dijo. El hombre estaba en su lista de reservaciones y luego encontró el nombre.

—Sí, ya lo vi. ¿Serían tan amables de acompañarme a su mesa? —Dijo el hombre muy amablemente mientras salía de su pequeño mostrador y los guío hasta su mesa, los chicos le siguieron detrás.

Al llegar a la mesa donde el hombre los llevo, había una señora que no parecía que fuera mayor. Ósea era más o menos de 40 y tantos años, tenía el cabello castaño igual que Nicolás, su rostro parece estar mejorado a base de cirugías constantes que se hacen. Era una mujer bella, muy bella.

******

—¿Cuándo llegaste a la ciudad? —Pregunta ella mientras tenia parada aquel hombre blanco, cabellera negra muy corta, alto, guapo, y al parecer muy manipulador.

—¿Puedo al menos pasar? —Pidió el en tono sarcástico para luego entrar sin la opinión de la chica. Ella se queda con cara de "¿Y este que se cree?"

—Pos ya entraste, ¿No? —Dijo ella cerrando la puerta y caminado detrás del hombre para sentarse en su sofá con él. —Ahora responde la pregunta Carlos.

Mi compañero de Trabajo [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora