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Eliszabeth, debes respirar. No quieres hacerle daño a esta chica aunque ella esté intentando asesinarte. Debes permanecer tranquila y tener paciencia, es tu mejor amiga, no puede hacerte daño.

Stephie vuelve a intentar meterme dentro del diminuto vestido. No sé por qué quiere que vista esto; esto no se parece a mi. Sube la cremallera con lo que coge la sensible piel de mi espalda.

Retiro lo dicho, si puede hacerme daño.

- Suficiente - Stephie frunce el ceño y hace un puchero detrás de mi.

- Por qué? Ya casi cierra

- Ah, si? -la miro enarcando una ceja.

- De acuerdo, es demasiado. Lo acepto, pero no puedes culparme. Soy tu mejor amiga, mi deber es estar más emocionada que tu.

- Ja,Ja, Que graciosa - le contesto con sarcasmo. Me quito el trozo de tela que pretende llamarse vestido y me pongo mi ropa.

- Lo siento, si? - me atrae hacia ella y yo ruedo los ojos devolviéndole el abrazo.

- Deberías entender que es una cena, no una fiesta - Digo y ella ríe. Inclina la cabeza y los mechones castaños caen en su rostro. - Debo irme a casa si quiero tener tiempo para arreglarme y calmar a papá.

- Por qué no puedo estar ahí?- Pregunta lanzándose a su cama con gesto teatral. Yo me limito a reírme.- Debes contarme todo con lujo de detalle. Llámame apenas llegues a tu casa después de la cita - Me advierte con el dedo índice en mi nariz.

- Si, Señor- Hago un gesto militar con la mano en mi frente y le doy un sonoro beso en la mejilla- Adiós.

- Adiós

Tomo mi bolso con mis libros y salgo del apartamento. Son dieciséis pisos hasta la primera planta, así que ahora va la gran cuestión de mi vida...

El elevador o las escaleras ?

Lo pienso un poco y decido darle un descanso este verano a mi cardiólogo por lo que bajo las escaleras. Al salir del aparcamiento del edificio para emprender mi camino hacia mi casa comienzo a divagar sobre la cena de esta noche y es inevitable hacerme le pregunta mi misma.

Es una cita?

Tal vez si, tal vez no.

Uno nunca sabe.

Al llegar a casa, como cosa extraña, mamá y papá ya habian llegado del trabajo. Fruncí el ceño y me bajé del auto. Temprano en casa, en lunes. Decido dejarlo pasar por el momento y entro. Papá está con Zac en el sofá viendo un partido de baseball y ambos levantan la mirada cuando escuchan el sonido de la puerta cerrandose.

- Hola - papá me saluda con una sonrisa. Me acerco y lo beso en la mejilla. La barba de tres dias me hace cosquillas en el mentón - Creí que ibas a dormir donde Stephie.

- Quieres que me vaya?- Pregunto enarcando una ceja y él comienza a negar freneticamente la cabeza.

- No, no es eso. Prefiero que duermas en casa, es decir, sinceramente creo que...

- Papá - decido interrumpirlo porque no es bueno que empiece a divagar - tranquilo, no pasa nada.

- No se para que la quieres aquí; estorba - fulmino a Zac con la mirada y el me lanza un beso - Tranquila,  hermanita, sabes que te quiero.

Ruedo los ojos por su inmadurez. Subo las escaleras y me encierro en mi cuarto. Miro la hora en el celular.

Está bien, tengo una hora y media para arreglarme por lo que decido empezar ahora.

Annoying: Ángeles entre nosotros | EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora