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Hace calor y la luz me enceguece, pero es una sensación cálida, diferente a la de siempre. Esta vez no es el sol quien emana esa calidez, es un cuerpo cálido y suave. Abro lo ojos y miro abajo. Liz tiene la cabeza en mi pecho y los brazos rodeandome la cintura. Nuestras piernas estan enredadas bajo las sabanas y su largo cabello descansa como un velo en la cama.

Sonrío y le acaricio el cabello con suavidad.

Anoche cerca de las dos de la mañana se despertó sudorosa y con la respiración agitada por otra pesadilla. Ver el miedo en sus ojos fué una de las cosas más duras que he tenido que observar. Ser testigo de como se retorcía y gritaba como si le estubiesen haciendo daño, fué horrible. Luego de que se despertó y me vió junto a ella finalmente se calmó. Hablamos un rato sobre tonterías en un intento de distraerla de su sueño, hasta que finalmente quedó rendida junto a mi. Pero supongo que mientras dormíamos terminamos enredados entre los brazos del otro.

En mi regazo unos brazos me aprietan suavemente y unos preciosos y somnolientos ojos grises me devuelven la mirada.

- Buenos dias - Susurra con una sonrisita bailandole en la comisura de los labios al ver cómo nos encontramos.

- Buenos dias, liz - le digo de vuelta. Sigo acariciando suavemente su cabello. - Cómo dormiste?

- Muy bien, gracias - se apoya en mi pecho y se impulsa hacia arriba para quedar a mi altura. Paso uno de mis brazos por sus hombros y la estrcho contra mí. Quedamos en silencio y por cómo se tensa se en lo que está pensando y quiero ayudarla.

- Quieres hablar al respecto? - Pregunto con sutileza intentando no hostigarla.

- Aún no. Pero agradezco que te preocupes - me mira e inclina la cabeza - Qué hora és?

Tomo mi celular de la mesa de noche y miro leyendo en voz alta.

- Siete treinta - Digo y vuelvo aponerlo en su sitio.

- A qué hora partimos hoy? - Pregunta sentandose en la cama.

- Podriamos salir dentro de una hora más o menos.

- De acuerdo- asiente y se baja de la cama. Camina hacia la entrada y yo quedo hipotizado por como sus curvas se marcan bajo el camison y su largo cabello desciende en cascada por su espalda. Y sus piernas...

Por amor de Dios, Anuel. Eres un ángel y aparte debes protegerla, no comértela con los ojos.

Con la mente en el juego.

Me pongo de pie y me voy al baño a darme una ducha.

 

~♡~


- Entonces, hacia donde vamos? - Pregunta Eliszabeth frente a mi. Tomo un sorbo de mi jugo de naranja. 

- Primero, quiero llevarte a conocer a alguien - Ella me mira con las cejas enarcadas y yo sonrío ante la idea - Y luego de eso vamos a visitar al pastor Collins.

- Okey - Dice con una risita - A quién voy a conocer hoy? - Pregunta y yo hago una seña con el dedo para que se acerque más. Se inclina sobre la mesa y yo hago lo propio. Le hablo en voz baja.

- Es. Una. Sorpresa - Regreso a mi lugar y ella me mira con cara de pocos amigos.

- De acuerdo - Hace un puchero y baja la mirada hacia su desayuno.

- De acuerdo- asiento y robo un trozo de manzana de su plato.

- Ey - Me reclama con la boca llena - No te comas mi comida

- Observame - Me llevo el trozo a la boca y lo mastico despacio mientras me mira con los ojos entrecerrados.

- De acuerdo, Taylor - Dice y se deja caer en su asiento de nuevo - Me debes un paseo a la playa.

- Por un trozo de manzana? No te parece exagerado?

- Es lo que ganas por robar mi comida- Se encoje de hombros y se lleva la tostada a la boca dandole un mordisco. Le quedan migajas en la comisura del labio asi que mientras está mirando hacia la ventana me inclino y las quito suavemente con el pulgar. Mueve la cabeza y me mira a los ojos. Dejo la mano donde está, ahora acariciando su mejilla.

Y ahí está otra vez, esa química entre nosotros. Lo que me lleva a pensar en el beso de ayer. Qué digo beso, fué tan solo un roce, un segundo, pero me afectó como si hubiese sido una eternidad. Y sé que a ella le pasó igual, estoy seguro por como me mira en este momento y se ruboriza.

- No me mires así - dice y aparta la mirada.

- Asi cómo? - aparto mi mano y evito no pensar en el sutil gesto de decepción que cruza su rostro.

- Como si fuera tu mundo

- Pero, eres mi mundo. Debo protegerte. - Frunzo el ceño. Esta chica no puede ver lo importante que es?

- Aún asi- Se encoje de hombros y me mira de nuevo. - Nos vamos?

- Si - Asiento. Me pongo de pie y ella hace lo mismo. Puedo ver como sus hombros se crispan de anticipación y cómo juguetea con su brazalete. Me he dado cuenta de que acostumbra a hacerlo cuando está nerviosa. Le sonrío y le paso el brazo por los hombros, que se relajan poco a poco - Tranquila, todo va a salir bien.

- lo prometes ? - Me mira con ojos soñadores.

- Lo prometo - Beso suavemente su coronilla mientras caminamos hacia la salida. Suspiro.

Bien, que comience lo bueno.



Hola 😊😊👋👋❤

Annoying: Ángeles entre nosotros | EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora