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Lo último que me faltaba hoy era que Anuel apareciera y me llevara con él. Juro que yo no hice nada con esos chicos, simplemente les seguí la corriente, se desató la pelea y justo ahí tuvo que llegar.

Por qué no antes, o después?

Ahora, veanme aquí en un maldito auto con él y con Eliszabeth, la cual, entre otras cosas, hoy se ve preciosa. Cuando se lo dije no me correspondió, aunque creo que podría haber influido el hecho de que no fuí sutil y no utilicé la palabra "preciosa" en específico.

Desde que me enteré que tal vez ella podría ser la esperanza que tiene el mundo para salvarse de nosotros los del "lado oscuro" he estado observandola, por decirlo de alguna manera, y he descubierto muchas cosas acerca de ella.

Por ejemplo, siempre escucha música cuando se ducha (y no, no la miré mientras se estaba duchando, si es lo que crees) O que nunca se viste con el color amarillo, o que detesta los tacos sin salsa. Esas son cosas estúpidas que probablemente todos consideran poco importantes pero, también me di cuenta en estas últimas dos semanas de que es una chica asombrosa; tiene detalles tan simples y tan clichés como dejarle comida a un hombre sin hogar que siempre merodea cerca de su escuela, o por ayudar a ancianos a cruzar la calle; las cosas las hace con el corazón y nunca esperando nada a cambio, lo veo en su aura.

Eliszabeth pide explicaciones y yo la miro.

- Liz, él no se llama Noah.- Dice Anuel. Ella inclina la cabeza y lo mira con expresión sarcástica.- Te presento a Asmodeus, duque de la lujuria aquí en la tierra - Ahora me mira a mi enarcando las cejas. Le tiendo la mano y ella la aprieta dudosa.

- Excesos carnales, sensualidad y lujuria, para ser exactos. Mucho gusto, muñeca - Sus labios se entreabren haciendo que se vea aún más apetecible. Me muerdo el labio y le guiño un ojo como si se tratara de cualquiera de las chicas allá afuera.

- Eso te funciona? - Pregunta enarcando una ceja.

- La mayoría de las veces, si. - Le contesto y suelta una risa seca. Anuel se limita a rodar los ojos con expresión exasperada.

- Lamento decirte, Muñeco, que conmigo no va a funcionar, asi que deja de intentarlo - Dice y yo sonrío.

- Y aparte tiene carácter - ahora miro a Anuel- Hablo en serio, angelito. Si tu no la quieres, yo si.

- Ya veo a qué te referías con eso de que los demonios no aparentan serlo fisicamente - Eliszabeth hace un ademán hacia mi dirigiendose a Anuel. - Definitivamente las apariencias engañan. Y bastante.

- Por ese motivo no debes dejarte llevar por el fisico, liz. Mucho menos de éste - Ahora me mira a través del retrovisor con odio. Para ser un ángel, este tipo es tan malhumorado y aburrido como un anciano bibliotecario con cancer de pulmón.

- Por qué hay tanto odio hacia mi persona? - Pregunto mientras me pongo una mano en el pecho con aparente inocencia. Él suspira antes de mirarme de nuevo.

- No lo se - Dice negando con la cabeza.

- Exacto, yo pienso que estas molesto porque interrupí tu momento con la chica - Me tumbo en el asiento y me cruzo de brazos.

- Oigan, la chica, está aqui presente, saben? - Dice Eliszabeth haciendo un gesto hacia si misma. La miro y luego miro a Anuel.

- Voy a dejarte en casa, asmodeus.- Dice éste volviendo la vista al frente.

- De hecho estoy quedándome con  Carlin. Otra vez hice una fiesta descomunal y Azael no me quiere en el apartamento hasta que me calme porque dice que si sigo así nos podrían descubrir - Reprocho y hago un puchero.

- De nuevo esa chica? No que no era tu tipo ? - Pregunta él.

- Y no lo es, pero no esta mal tener donde quedarte gratis cuando no te quieren en casa - Suelto un bufido- Además, paso una buena noche, si sabes a lo que me refiero - Ahora me dirigo a él mentalmente - Por supuesto que lo sabes.

- Largo de mi cabeza - reprocha de la misma manera mientras Eliszabeth rueda los ojos.

- Me gustan las chicas de ojos claros y cabello oscuro - Le digo y ahora Anuel es quien bufa.

- Ni lo intentes - Me reprende mirándola a ella. Otra de las cosas que he notado es que ultimamente pasan muchísimo tiempo juntos y también he visto cómo ha cambiado su manera de mirarla en las semanas que han pasado. Ya no la mira con ese aire protector, ahora es... algo más. Y aunque él lo niegue, se que comienza a sentir algo más por ella. - Vas a tener que pasar por encima de mi antes.

- Tranquilo, tigre - Me río, de él y de mis propios pensamientos- De verdad que estas enganchado...

- Yo no estoy enganchado, solo intento protegerla de ti y de tus lujuriosas e inquietas manos.

- Eso dices tu. Crees que no puedo percibir lo que sientes hacia ella en tu aura? - Pregunta y veo como crispa las manos por encima del voltante. En este punto Eliszabeth dejó le prestarnos atención y está mirando un punto fijo en la ventana mientras estamos parados en un semáforo en rojo. Anuel entra a mi conciencia mientras la estoy observando y me mira enarcando las cejas a través del retrovisor.

- Cuando te digo que te mantengas alejado, hablo en serio. Que se supone que estas haciendo? - Me dice y yo solo suspiro.

- Estaba aburrido, escuché que ustedes vendrían y decidí aparecer de nuevo. - Me encojo de hombros

- Escuchaste? Cómo que escuchaste? - Frunce el ceño ligéramente.

- Aunque no lo creas, la discreción y el aislamiento entre ángeles y demonios ya no sigue en pie. Ellos hablan y uno se entera de cosas, Anuel. - Digo finalmente mientras pone el auto en marcha y una bocina enloquece detrás de nosotros. Anuel abre los ojos de repente.

- Eliszabeth ! - Grita mientras detiene el auto de golpe y mira hacia la puerta. Ella ya se bajó. Escucho que exclama algo y la miro mientras me bajo del auto junto con Anuel y cierro la puerta.

Se da la vuelta y mira a la mujer que tiene detrás preguntandole si está bien. La señora asiente y nos acercamos para ayudarla a ponerse en pie de nuevo. Ahora Anuel mira a Eliszabeth.

- Estas bien? - Pregunta mientras la preocupación y la furia le nublan las facciones. Ella solo asiente y mira de nuevo a la mujer, ajena al desastre que se genera a su alrededor. Anuel le ofrece a la mujer llevarla a algún hogar comunitario y darle algo de comer y ropa nueva cosa que, luego de mucha insistencia, aceptó.

Luego de hablar con la policia y poner en su lugar al tipo que intentó atropellarla, nos la llevamos. Ya en el lugar, Eliszabeth, quien no dijo palabra alguna en todo el camino, la guia hacia el grupo de voluntarios que atienten el refugio y ayuda a que la atiendan.

Anuel se queda mirando desde un lugar apartado y yo me uno a él desde la distancia. Eliszabeth sonríe y habla con la mujer la cual, ahora está duchada, lleva ropa limpia y esta sentada en una cama con ella.

- Es un ángel - Digo en voz baja mirando a Eliszabeth y Anuel me mira con los brazos cruzados.

- Lo es - Asiente y suspira - Estuvo dispuesta a que la arrollaran solo por salvar a esa mujer; es. . . Tiene un corazón inmenso.

- Ya lo noté - Nos quedamos un momento en silencio mirando hacia ella y luego decido hablar de nuevo - Anuel ?

- Si? - Frunce el ceño ligeramente.

- En serio es ella? Digo, podría salvarnos? - Pregunto recordando la profecía. Anuel asiente.

- Lo es, y esta cada vez más decidida a cumplir lo que se tiene destinado para ella.

Me quedo mirando la escena en silencio desde la distancia, encerrado en mis propios pensamientos.

Y por primera vez en siglos, tengo esperanza.








Annoying: Ángeles entre nosotros | EDITANDO Where stories live. Discover now