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-Que lindo!!- Stephie me quiere dejar sorda. Y el proceso no es agradable.
Le estaba contando los sucesos de la noche anterior y casi se muere cuando le dije lo de la película. Puede que parezca que esté exagerando pero si tomamos la emoción de un entrenador de fútbol americano en un partido de finales junto con la de una niña de seis años en Disney y la multiplicamos por la raíz cuadrada de cuatrocientos, obtendremos la fuerza de la emoción apenas suficiente para igualar la fuerza con la que gritó mi querida amiga.

Ya se pueden hacer una idea.

- Stephie, por amor a Dios y a mis tímpanos, cállate. - le digo exasperada. Mi mejor amiga asiente y hace un gesto con los dedos como si se estuviera cerrando los labios con una cremallera. Yo finalmente me relajo y rezo para no volver a escuchar un grito suyo, al menos, por el resto de la semana.

Pero, como Diosito y yo tenemos una relación muy rara y aparte Él tiene un humor bastante especial, en ese momento mi celular suena y es Stephie quien lee el nombre que aparece en la pantalla; Abre los ojos como platos, hace como si reabriera la cremallera y grita. Por supuesto que antes de leer siquiera ya sé de quien se trata. Ruedo los ojos y contesto.

- Hola, Liz

- Hola - Ese es otro detalle: los nuevos apelativos. Sonrío ante la mención de mi nuevo apodo.

- Em... has pensado lo del viaje? - pregunta de sopetón, tomándome por sorpresa. Me lo había planteado pero hasta ahora no había llegado a una conclusión.

- Aún no lo sé. Debo hablar con mis padres y aparte está la escuela

- No es por meterte presión pero, mientras antes vayamos, mejor. Por lo de la escuela no te preocupes, que eso lo soluciono yo. Y por tus padres... - se silencia. No sabe qué decir.

- De eso debo encargarme yo - concluyo con un quejido.

- Lo siento - dice, pero se que está sonriendo - Y... que haces?

- Estoy con Stephie en mi casa - Contesto y miro a la aludida quien me devuelve la mirada desde su lugar con los ojos igual que platos.

- Ah. Están haciendo algún trabajo o algo ? - pregunta y frunzo el ceño.

Qué con su interés?

- No, por qué? - y justo en ese momento me cuelga. Suena el timbre y yo miro a Stephie.

No puede ser posible.

Salgo de mi habitación y corro escaleras abajo. Abro la puerta y unos preciosos ojos verdes me devuelven la mirada.

- Básicamente, porque estoy aquí y espero no interrumpir - contesta a mi pregunta anteriormente formulada y entra. Stephie termina de bajar la escalera y se queda mirando embelesada la escena. A Scott, para ser específicos.

Lleva unos pantalones de hacer deporte y una camiseta sin mangas que deja al descubierto sus brazos, todo musculo marcado y un par de tatuajes. El cabello perfectamente despeinado le cae sobre la frente, tiene una botella de agua en la mano y el sudor baña su rostro pero, hay que reconocerlo, aún después de hacer deporte, él está tremendamente atractivo y Stephie tiene todo el derecho del mundo para quedarse viéndolo.

- Wow -digo y el sonríe.

- Hola, Stephie - dice hacia ella y ella lo mira perpleja.

- Hola, Scott - su voz es apenas audible y no puedo evitar soltar la risa.

Cuando madurará ?

- Que cuentan? - Pregunta y yo lo sigo mirando - Que?

- Olvídalo - pongo los ojos en blanco y cierro la puerta - Por qué estas aquí?

- No lo sé. Solo estaba corriendo y pasé por aquí y me dije a mi mismo, por qué no pasar a saludar? Así que aquí estoy. Aunque si quieres me voy...

- No, no es eso. Es que... es raro porque es martes y son las cinco de la tarde y...

- Liz - me interrumpe - Ya lo entendí. Igual no me voy a quedar tanto rato, debo volver a casa y preparar las cosas para mañana.

- Tu? Preparando cosas desde el día anterior? - Stephie parece descolocada desde su lugar y yo la fulmino con la mirada.

- Pues si - Dice él con tranquilidad y yo ruedo los ojos. Ahora me mira con seriedad- Bueno, para cuando podrías tener la respuesta para el... ejem... asunto ?

- Pues tendría que pensar en el "asunto" antes y resolver todo lo que eso conlleva.

- Yo podría ayudarte a resolver lo que eso conlleva

- Si pero, no quiero arriesgarme.

- De todas formas estoy aquí, lo sabes, no?

- Por supuesto, y lo aprecio mucho, pero quiero hacer esta parte por mi cuenta.

- De acuerdo

- De qué me perdí? - Resulta que Stephie se movió y ahora está a mi lado un poquito (bastante) confundida y con el ceño fruncido. Scott y yo nos miramos con complicidad y reímos - No es nada divertido, chicos

- Bueno, debo irme - Se inclina y me besa la mejilla, tomándome por sorpresa. Hace un asentimiento hacia mi amiga - Stephie

Se da la vuelta y camina hacia la puerta

- Nos vemos mañana en la escuela- dice y cierra la puerta tras de si

- De nuevo, no entendí nada - Dice mi amiga y yo me río.

- Ay por Dios - le paso un brazo por los hombros y ella frunce el ceño, otra vez - Tengo tanto que contarte...

Annoying: Ángeles entre nosotros | EDITANDO Where stories live. Discover now