Anécdota N°48 (・ω<)☆

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" ... "

"La lectura era lo que más me fascinaba de pequeña, la televisión casi no se veía en mi casa y básicamente me la pasaba todo el día en el jardín, imaginando que era un caballero valiente persiguiendo a un dragón, o que yo era algún personaje de las historias, cuentos y leyendas que mis papás me contaban cada noche. Mi imaginación se echaba a volar y disfrutaba mucho inventando mis propias historias (obviamente que no las escribía, sólo las jugaba).

Casi todo ante mis ojos era alegría, buenos modales, personas agradables, etc. No conocía lo que las personas llaman "el lado oscuro de la humanidad", hasta que mi vida cambio prácticamente de un día para otro cuando tenía 10 años... No contaré toda la historia porque primero sería una enorme pérdida de tiempo y segundo porque no quiero revivir recuerdos dolorosos, lo que sí puedo decir y admitir es que esas malas experiencias me dejaron marcada y algo traumada todavía... De pronto todo lo veía gris, para mí ya no existía la bondad, descubrí que los integrantes de una familia no necesariamente son buenos, que los amigos pueden traicionarnos, que prácticamente a veces uno se queda totalmente solo... Entenderán que por esas razones yo me volví una persona completamente diferente, era grosera con cualquier persona que se me acercará, casi no hablaba, detestaba a las personas, era demasiado despectiva y orgullosa, no aceptaba la ayuda de nadie y prácticamente solo sentía que vivía para nada... después de tanto sufrimiento por muchos años, ese comportamiento tan desagradable resulto ser mi única forma de defensa contra todas las personas que yo estaba segura sólo querían seguir haciéndome la vida de cuadritos.

Por supuesto que era de las mejores estudiantes, siempre sacaba perfectas calificaciones, me iba muy bien en los deportes, ciencias, arte y concursos, pero no era alguien que fuera querida ni siquiera por los maestros (y realmente no me duele aceptarlo, de hecho hasta me siento bien).

En fin, si alguno de ustedes me hubiera conocido en esos años, seguramente los habría hecho salir corriendo y así resulto ser con casi todas las personas, a excepción de una sola persona... hasta mi familia que de por sí ya estaba pasando por momentos difíciles no lograba ayudarme o acercarse a mí. Esa persona fue una chica un año menor que yo, casualmente éramos polos opuestos: lo que yo tenía de desagradable, presumida, grosera y callada; ella lo tenía de amable, generosa, sonriente y sociable. Por alguna razón, ambas resultamos ser el único objeto de cariño, alegría y amor de la otra.

Ella era consciente de mi mal comportamiento, pero a ella jamás le hice algo de eso, de hecho ella me ayudó mucho, me volví de nuevo una chica amable, casi no le faltaba el respeto a nadie, todos me empezaron a admirar y a preferir mi compañía, conseguí muchos amigos (a los cuales aún conservo) y me volví mucho más valiente de lo que yo esperaba, por aquella chica yo hacía lo que fuera y siempre estábamos juntas, pero el paraíso no me duró mucho... A medida que yo mejoraba como persona, ella empeoraba, la razón nunca la supe y hasta la fecha me sigo preguntando si fue mi culpa que ella se alejara de mí.

Lo intenté todo para traerla conmigo de nuevo, por hacer por ella lo mismo que hizo por mí, pero no lo logre por años lo intente y ella se volvió una chica distante y grosera. Me dolió muchísimo perderla, más que nada porque ella era la primera persona que me decía que me quería después de ver aun el desastre que yo era y todo lo que la escoria de la sociedad me había hecho.

Necesite de varios psicólogos para mínimo aceptar que yo no había tenido la culpa en que ella se alejara... hasta perseguí al taxi en el que ella viajaba para detenerla y pedirle que volviera.

Como consecuencia de eso, sí quedé bastante afectada por años pero decidí que si no podía traerla de regreso, entonces yo haría por las personas lo mismo que ella hizo por mí, ayudarlas. Me di cuenta que siempre fui una chica directa, bastante coherente y buena con las palabras, las personas se acercaban a mí por consejo y yo ayudaba en lo que podía, entendí que si escribía historias podía llegar a muchas más personas, pero para eso tenía que hacer personajes lo más reales posibles, es decir, basar a mis personajes en todas las personas que conocía (imperfectos, inseguros, orgullosos, inteligentes, vanidosos, enamoradizos, deportistas, estudiantes, adultos, etc), darles una vida, problemas y soluciones a esos personajes y así la gente me entendía.

Al principio todas mis historias trataban de personajes infelices que por ayuda de alguien más lograban salir adelante, pero luego me di cuenta de que una persona no necesita necesariamente de otra para salir adelante, a veces basta con la propia voluntad y dignidad (y quizás de un psicólogo), por lo que mis historias comenzaron a evolucionar hacia personajes más elaborados. Pero me daba cuenta de que en todas mis historias iniciales sólo había romance, no había nada que diera más de que hablar sobre los personajes, entonces decidí darles una vida propia, es decir, si tenían carreras universitarias, si eran estudiantes o trabajaban, si tenían familia y amigos, sus otros problemas en la vida... tal y como una persona real.

Entre más reales sean los personajes, más capturaban a los lectores y a veces ellos mismos encontraban paz o consejos por un personaje ficticio que aun siendo inseguro, tenía una vida y muchas soluciones a sus problemas, aunque el género de romance jamás lo descarté y todos mis personajes siempre eran bisexuales o lesbianas (rara vez use a un hombre como personaje principal).

En mi historia más reciente (y la única publicada en Wattpad), mis personajes también tienen una vida propia y he tratado en lo más posible, sacarlos de los estereotipos que la sociedad tiene de la comunidad LGBT+ e incluso hacerlas personajes imperfectos, una de ellas es orgullosa e inteligente, la otra es vanidosa y grosera con todos menos con la chica que le gusta.

Escribir es de mis mayores pasiones y detesto los clichés, mi frase como autora es "dar sentido para entregar significado" y aunque mis historias generalmente me las saco de la manga, siempre salgo a las calles y otros lugares para hacer incluso todo lo que les rodea lo más real posible."

¡Muchas gracias Irie! 

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¡Muchas gracias Irie! 

Lo que callan los escritores y lectores de LGBT+Where stories live. Discover now