Capítulo 36

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Ok, esperaba muchas cosas menos que me preguntara por la rubia. ¿Qué debía decirle? No he decidido si confío o no en él. No me agrada el hecho de que se esté apegando a mí y el que sepa de Ana puede ir de dos maneras: que sienta simpatía por mí y de alguna manera ayude o que se ponga como loco y le diga a mi madre sobre ella. La primera opción parece utópica y la segunda hace que sienta un nudo en el estómago.

-¿Qué Ana?-

-La chica a la que llamabas mientras dormías- fruncí el ceño.

-¿Cuándo me viste dormir?-

-Cuando te llevé a tu habitación mientras estabas totalmente ebria.-

-¿Fuiste tú?- Asintió.

-Tenía miedo de que algo te pasará; te vi entrar a la oficina pero nunca te vi salir por eso me atreví a entrar. No parabas de llamarla- agaché la cabeza.

-No puedo decirte.-

-No confías en mí, ¿cierto?-

-Lo siento, Kevin.-

-Lara, odio la forma en la cual nos juntaron y no lo digo por ti; una parte de mí se alegra por esto. Me gustas, Lara, siempre me sentí atraído a ti. Tienes algo que te hace diferente a las chicas huecas que tienes de amigas.-

-No son mis amigas- rió.

-¿De lo que te dije sólo respondes a que ellas no son tus amigas?-

-También odio esto.-

-De nuevo, no es por ti pero no es esta la forma en la cual quería conquistarte. Dame una oportunidad, por favor.-

-No puedo.-

-¿Por qué?-

-No puedo, Kevin, no puedo decirte más...-

-¿Es ella?, ¿La chica a la que llamabas?-

-Deja esto de lado, por favor.-

-Haré lo que quieras, Lara, quiero estar contigo- buen momento para declararse.

-Estoy con alguien.-

-Alguien que no está aquí; sólo te pido una oportunidad. Déjame demostrarte que puedo hacer bien las cosas. La distancia cambia las cosas, Lara, aquí puedo darte lo que tú quieras.-

-No puedo romper su corazón- susurré.

-¿Por qué?-

-Porque yo vivo ahí- me puse de pie –y sí, es Ana. Estoy completamente enamorada de ella. Puede que tengas razón con lo de la distancia pero sigo sintiendo las mariposas cuando pienso en ella- se mantenía callado viéndome atentamente. –Eres un buen tipo pero no para mí.-

-Voy a luchar, Lara- negué.

-Si quieres decirle a mi madre puedes hacerlo pero no cambiaré de opinión.-

-¿Crees que haría algo tan bajo como eso? Te lo dije antes y te lo digo ahora, estoy de tu lado y quiero que tú estés del mío.-

-Lo siento, Kevin- no esperé más de él e hice mi camino a la puerta. Bajé las escaleras tan rápido como pude y corrí a mi apartamento. Cerré la puerta tras de mí y me deslicé sobre ésta hasta llegar al suelo.

-¿Qué pasa?- Preguntó Rick mientras bajaba de las escaleras.

-Kevin, eso es lo que pasa.-

-¿Qué hizo?-

-Me dejó claro que le gusto y que va a luchar por mí. Le dije de Ana.-

-Mal hecho- negué –no confío en él.-

La Hija del PastorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora