Capítulo 5

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Donghae se sentó frente a su padre y esperó pacientemente a que éste colgara el teléfono. El día anterior había dejado las fotografías, sin el dichoso sobre, sobre la mesilla de noche de su madre y ella se había encargado de hacer el resto. Nadie le había dicho nada desde entonces, pero él ya sabía sobre qué iba a tratar aquella próxima conversación con el hombre de rostro serio que ni siquiera lo miraba.

Se dejó caer contra el respaldo y sacó el móvil, aburrido. Kyuhyun le había mandado un mensaje en algún momento preguntándole a qué bar quería ir esa noche. Lo discutieron durante un par de minutos. No importaba demasiado el dónde si estaba lleno de hombres atractivos dispuestos a darle lo que él pedía.

Con una sonrisa de satisfacción, comenzó a escribir algo que se le olvidó en cuanto oyó la voz de su padre diciendo su nombre. Lo borró todo y lo sustituyó por un "luego hablamos" que Kyuhyun entendió perfectamente.

Su padre cruzó ambas manos sobre la mesa y asintió.

—Jessica quiere quedar contigo hoy a las cinco. Le han gustado mucho tus fotografías —Donghae fingió una sonrisa alegre al oír esas palabras. Su padre rebuscó en un cajón hasta encontrar algo y lo miró, de forma casi amenazante— Nos ha enviado esta para que la veas.

Era una foto que ella misma se había hecho con su móvil desde arriba, sonriendo y haciendo una uve con los dedos. Se preguntó por qué él no había podido hacer lo mismo en lugar de ir a un fotógrafo, pero ya daba igual. La chica era guapa y eso no podía negarlo. Aunque seguía sin ser su tipo por obvias razones.

Asintió lentamente, tratando de encontrar en los ojos duros de su progenitor, la respuesta a cómo se suponía que debía reaccionar.

—Está bastante... bien.

—¿Cómo las demás? —espetó de pronto, dejando la fotografía sobre la mesa— Tu madre y yo hemos hablado. Ella se ha esforzado en organizarte muchas citas con chicas que conoce y tú siempre consigues que salgan mal. No voy a permitir que hagas de las tuyas otra vez.

—¿D-de las mías? —intentó no sonar tan indignado y dolido como se sentía en ese momento. Él no tenía la culpa de que aquellas citas fuesen tan horribles. Las conocidas de su madre podían tener veinte años, pero, o estaban locas o eran sencillamente demasiado aburridas para pasar más de diez minutos a su lado. Él no tenía la culpa de ser gay y que ellas, al no saberlo, lo creyeran un cretino.

—Es por la empresa —continuó su padre, ignorando la pregunta—. Quiero que vayas a la merienda, la hagas reír y su padre me llame esta noche para cerrar el trato, ¿entendido?

—¿Y si no me gusta? —se atrevió a preguntar, sin saber demasiado bien por qué. Lo vio fruncir el ceño y tragó saliva— A lo mejor su personalidad es...

Antes que dejarle terminar, su padre se aclaró la garganta y arrastró una hoja de libreta sobre la mesa. Tenía escrita una dirección y el nombre de una cafetería.

A las cinco en punto, se apoyó en la puerta de Cofee Sweet, rezando internamente para que ella no apareciera. Si bien había estado deseando que llegase ese momento para repetir sus encuentros con camareros desconocidos, ahora tenía planes con Kyuhyun y ninguna necesidad de acudir. Ninguna, excepto la que sus padres y el recuerdo de su perfecto hermano le imponían.

No pasaron más de diez minutos antes de que una chica, vestida por alguna marca carísima, bajara de un BMW blanco. Llevaba el pelo largo, sujeto por unas gafas de sol, y el vestido hasta medio muslo. Donghae no se sintió ni la mitad de impresionado que la gente que paseaba por la zona. Él se había dejado vestir por su madre, así que llevaba una camisa y unos pantalones de Donghwa.

Inefable [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora