Capítulo 55

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—Kyu —pronunció cuando su mejor amigo contestó por fin al teléfono. Sorbió la nariz, intentando que el llanto cesara y, sin embargo, éste aumentó. Tuvo que morderse el labio para no chillar otra vez.

—¡Hae! ¡Hae, cómo me alegra que me llames! ¿Recuerdas el concurso del que te hablé el otro día?

No tenía ganas de hablar de tonterías. No estaba de ánimos para hablar sobre gente feliz cantando canciones felices y ganando premios que les hacían más felices aún. Quería que Kyuhyun fuese a su casa, lo apretase con fuerza y le dijese que todo iba a estar bien. Y sin embargo, oír reír a su mejor amigo le provocó náuseas. No podía ponerse a llorar contra su oreja. No quería fastidiarle el día.

—Sí —murmuró.

Escondió la cara en la almohada y se pegó el móvil a la oreja. Era incapaz de frenar el llanto desde hacía horas. Simplemente estaba llorando toda su felicidad de las últimas semanas.

—¿Qué te pasa?

—Estoy cansado.

—Hae, te conozco. ¿No era hoy vuestro segundo mesversario o cómo se llame?

Sorbió la nariz. ¿Por qué Kyuhyun tenía que entenderle tan bien incluso por teléfono? Pegó la boca a la almohada y gritó. Un grito que posiblemente Kyuhyun oyó. Luego volvió a levantar la cara y cogió aire. Solo para volver a soltarlo en fuertes sollozos.

—Es-estoy cansado —lloró—. De v-verdad... Es-estoy bie-en...

—Hae...

—¿Qué pasa con el concurso? —preguntó a toda prisa. Dejó que una sonrisa fingida se abriera paso en su rostro, como si Kyuhyun no le conociese tanto o más que él mismo— ¿Hay algún premio fascinante esta semana?

—Oh... Sí. Una beca para estudiar música en Canadá.

—¡Qué guay! —exclamó, apretando los puños en las sábanas.

—¿Qué ha pasado? ¿Habéis peleado? Todas las parejas pelean, ¿vale? Seguro que se os pasa y enseguida volveréis a estar con vuestro "corderito" y "lobito" y vuestras tonterías de enamorados, eh.

—Sí —rió dolorosamente. Sabía que era mentira, que era imposible. Que la había cagado monumentalmente, pero Kyuhyun era feliz y ya estaba él lo suficientemente mal por los dos.

—Así me gusta. Además, lo que te voy a contar te volverá loco. Adivina quién participará mañana en Canta y Gana. Va, es fácil. Te daré una pista: está hablando ahora mismo por teléfono y no eres tú.

En otra ocasión habría bromeado, por lo que apretó un puño y se tragó un sollozo de preguntarle si se trataba de su vecino. Kyuhyun se echó a reír felizmente, le gritó que no y chilló que era él. Donghae fingió que gritaba con él.

—¡Me alegro mucho, Kyu! ¡Seguro que ganas!

—¡Lo sé! Y cuando vayáis a Alaska podéis pasar a visitarme, ¿no? Esto va a ser genial, Hae.

—Seguro —rió.

—Tengo que colgar. Anímate, eh, y pon mañana el programa a las diez. ¡No te olvides!

—¡No lo haré, tonto!

Una carcajada se perdió contra el teléfono. Una, que disminuyó al oír el final de la llamada. Apretó el teléfono en un puño, encogiéndose, dejándose llevar otra vez por la oscuridad de su habitación y el silencio de esa casa que no pensaba volver a considerar como suya. Dejando que el llanto surgiera de nuevo, potente, lleno de punzadas en el pecho y voces constantes en su cabeza.

Inefable [EunHae +18]Where stories live. Discover now